Música y danza para niños pequeños
Cuando mi hijo era un bebé tocaba Bach. En los primeros meses de su vida, sostenía a Julian en mis brazos y movía mi cuerpo al ritmo fuerte y regular de los Conciertos de Brandemburgo. Luego, cuando crecía, decía: “Toca Bach”, y hacíamos cabriolas juntos por la casa. A veces agitábamos los brazos y nos contoneábamos al ritmo del ballet del Lago de los Cisnes de Tchaikovsky. Pero no nos limitábamos a los clásicos del pasado. Los paseos con él en su cochecito sacaban a relucir mi faceta creativa -aunque no soy un gran músico- y me inventé mi propia versión de la gran canción de las Supremes, “Baby Love”. Mi versión era algo así: “Amor de bebé / Mi amor de bebé / Es pequeño y dulce, mi pequeño amor de bebé / E incluso si le gusta babear / Todavía diré, ese chico es genial / Bebé, bebé, bebé”, canté a mi audiencia de uno. Y parecía gustarle, aunque no sonaba exactamente como Diana Ross. Julian también era un gran fan de “Rockin’ Robbin”, el éxito de Bobby Day que le canté cuando llegó al mundo.
Cómo afecta la música al cerebro
Desde muy temprano, los niños empiezan a identificar el ritmo e incluso a moverse al compás de la música. Al fin y al cabo, ¡la música está hecha para tocarnos el alma! Además, la música aporta beneficios cognitivos que favorecen el desarrollo temprano de los niños. En este artículo, hablamos de los beneficios de hacer música con tus hijos pequeños.
Al igual que el sabor, las texturas y los colores ayudan al desarrollo sensorial del niño, también lo hace la música. Exponer a tu hijo a diferentes tipos de música puede ayudar a crear más vías entre las células de su cerebro. Este efecto aumenta aún más cuando se vincula la música a diferentes actividades, como el baile.
Desde una edad temprana, los bebés pueden oír la diferencia entre distintos tipos de sonidos. A las pocas semanas, un bebé es capaz de identificar la voz de su madre de la de otras personas. La exposición a la música aumenta la capacidad natural del niño para descodificar sonidos y palabras.
Cantando canciones infantiles a tu hijo, puedes ayudarle a identificar patrones de sonido y a aprender por repetición. Además, la música también ayuda a los niños a anticipar lo que viene a continuación en un poema o una canción y a saber colocar estos patrones en una secuencia. Al dominar estas habilidades, los niños construyen la base de la alfabetización y la aritmética.
La hora de la música para los niños
Los padres utilizan instintivamente la música para calmar y tranquilizar a los niños, para expresarles amor y alegría, y para atraerlos e interactuar con ellos. Los padres pueden aprovechar estos instintos naturales aprendiendo cómo la música puede influir en el desarrollo infantil, mejorar las habilidades sociales y beneficiar a los niños de todas las edades.
Un estudio realizado en 2016 en el Instituto del Cerebro y la Creatividad de la Universidad del Sur de California descubrió que las experiencias musicales en la infancia pueden realmente acelerar el desarrollo del cerebro, especialmente en las áreas de adquisición del lenguaje y las habilidades de lectura. Según la Fundación de la Asociación Nacional de Comerciantes de Música (NAMM), aprender a tocar un instrumento puede mejorar el aprendizaje de las matemáticas e incluso aumentar las puntuaciones de la selectividad.
Pero los logros académicos no son el único beneficio de la educación y la exposición a la música. La música estimula todas las áreas del desarrollo infantil y las habilidades para la preparación escolar, incluidas las intelectuales, socio-emocionales, motoras, de lenguaje y de alfabetización en general. Ayuda a que el cuerpo y la mente trabajen juntos. Exponer a los niños a la música durante su desarrollo temprano les ayuda a aprender los sonidos y el significado de las palabras. Bailar al ritmo de la música ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades motrices al tiempo que les permite practicar la autoexpresión. Tanto para los niños como para los adultos, la música ayuda a reforzar la memoria.
La música en el aula
A la mayoría de los niños pequeños les encanta la música por razones obvias: Pueden mover la cabeza, bailar sin miedo a ser juzgados y cantar tan fuerte como quieran. Pero la música tiene algunos beneficios reales en el desarrollo de la primera infancia; puede ayudar a los niños pequeños a perfeccionar su motricidad fina y sus habilidades lingüísticas, aumentar la confianza en sí mismos y mucho más.
En 2016, científicos del Instituto del Cerebro y la Creatividad de la Universidad del Sur de California descubrieron un vínculo entre la música en la primera infancia y el desarrollo acelerado del cerebro. Los investigadores descubrieron que los niños que están expuestos a la música a una edad temprana son más propensos a tener mejores habilidades de lectura y comunicación y adquisición del lenguaje.
Es más, la Fundación NAMM (National Association of Music Merchants Foundation) ha descubierto que los niños que tocan instrumentos tienen más probabilidades de ser mejores en matemáticas; tienden a sacar mejores notas en sus clases de matemáticas y en los exámenes estandarizados.
La música ayuda a los niños de todas las edades a mejorar su motricidad fina y gruesa. Cuando los niños escuchan música, no pueden evitar bailar y cantar con ella. Estas actividades, aparentemente sencillas, son los cimientos de habilidades motrices como agacharse o saltar.