Resumen y análisis de un villancico
Este año, mientras las hojas se desprenden de sus ramas y cubren nuestros céspedes con sus cálidos colores, recuerdo una de las partes más integrales de mi infancia. Las Navidades en casa de los Pudewa estaban llenas de magdalenas de arándanos y naranja, un árbol que llenaba la casa con el increíble aroma del pino, pero lo más memorable era que mi padre nos leía Un cuento de Navidad a toda la familia.
Si no conoces la historia, Cuento de Navidad, de Charles Dickens, es una novela corta que sigue al mezquino y avaro protagonista, Ebenezer Scrooge, en un profundo viaje de autodescubrimiento y redención durante una noche de Nochebuena. Después de meterse en la cama, Scrooge recibe la visita de tres fantasmas de la Navidad. Cada fantasma, a su vez, le enseña una valiosa lección.
En general, esta obra clásica de la literatura enseña dos moralejas principales que deberían ser comprendidas y valoradas por todos. La primera moraleja de esta historia es que, por muy duro o frío que pueda parecer alguien por fuera, todo el mundo tiene cargas que lleva consigo y que le afectan profundamente. Como nunca sabemos por lo que alguien puede haber pasado en el pasado o estar pasando en la actualidad, siempre es importante tratarlos con amor y gracia. La segunda moraleja es que mostrar bondad y amor a alguien, por mucho que te desagrade o por muy desalmado que parezca, tiene la hermosa capacidad de cambiar la vida de alguien. Como seres humanos, tenemos la increíble capacidad de utilizar nuestras palabras y acciones para influir en las vidas de quienes nos rodean, y depende de nosotros utilizar esta capacidad para el bien.
Análisis de los personajes de un villancico
Welch capta sucintamente por qué la historia funciona tan bien: “Más allá de entretenernos, Dickens quería hacernos sentir incómodos, porque sólo cuando nos sentimos un poco incómodos con nosotros mismos nos abrimos al cambio”.
En el triunfal y conmovedor final de la historia, Scrooge es capaz de vencer toda una vida de egoísmo y de adoración del dinero para convertirse en un hombre nuevo con una perspectiva de la vida totalmente nueva. Aprende a ser paciente, amable y generoso.
1. El aprendizaje comienza con la escucha. Una vez que Scrooge comprende que los Espíritus se preocupan por sus intereses, se deja guiar por ellos. “Espíritu”, le dice al Fantasma de la Navidad Presente, “condúceme a donde quieras”. Cuando escuchamos, aprendemos. Cuando aprendemos, tenemos el potencial de crecer y cambiar.
3. El arrepentimiento lleva a la renovación. El arrepentimiento no es para revolcarse en él, pero el arrepentimiento es el cohete propulsor de un transbordador espacial que permite que la nave se eleve a nuevas alturas, para luego desprenderse de ella y caer indefensa en el océano Atlántico.
5. Hay que estar presente para ganar. En la mañana de Navidad, una de las primeras cosas que hace Scrooge tras darse cuenta de que se le ha dado una segunda oportunidad en la vida es abrir de golpe su ventana. Pasa del yo al mundo en general. Se fija en la vida que le rodea, en lugar de limitarse a sí mismo.
¿Cuáles son las tres lecciones que se pueden aprender de un villancico?
Puede que tenga más de un siglo de antigüedad, pero el Cuento de Navidad de Charles Dickens, la clásica historia de redención navideña, sigue bien arraigada en las fiestas. Desde el especial navideño de “La víbora negra” hasta “Cuento de Navidad de los Teleñecos”, pasando por “El hombre que inventó la Navidad” de este año, la historia está bien explotada. Todos los años me propongo leer el libro para entrar en el ambiente festivo y nunca deja de encender mi espíritu navideño. Sin embargo, al leerlo este año me sorprendió una idea poco probable sobre el compromiso de los empleados. Es curioso cómo lo que uno hace para ganarse la vida puede cambiar su punto de vista.
El mundo victoriano de la asistencia social en el que se desarrolla la historia de Dickens puede estar muy alejado de las prácticas laborales actuales, pero en el Sr. Fezziwig, el aprendiz de Scrooge, encontramos un maravilloso recordatorio de la importancia del buen liderazgo.
Cuando el Fantasma de las Navidades Pasadas lleva a Scrooge a visitar a su antiguo empleador en la noche de la fiesta de Navidad de la fábrica, mientras Scrooge se deleita recordando la animada escena, el Fantasma observa que es un gasto escaso el que ha hecho y se pregunta cómo los empleados pueden deleitarse tanto con tan poco. El indignado Scrooge responde con lo siguiente:
¿Cuál es la moraleja de la Navidad de hoy?
Cuento de Navidad es una novela escrita por Charles Dickens en 1843 que narra la caída y el ascenso de un hombre miserable, Ebenezer Scrooge, cuando recibe la visita de los fantasmas de la Navidad pasada, la Navidad presente y la Navidad futura en Nochebuena. Esto es lo que nos ha enseñado.
La primera lección: una mirada al pasado. La mayoría de nosotros tiene una relación problemática con el paso del tiempo. Por muy preocupados que nos sintamos por ello, el tiempo sólo se mueve en una dirección, que es hacia adelante. Es innegable que una cosa no puede existir sin su contraria, por lo que sin pasado no habría presente, no habría futuro. Por eso, cuando en Navidad nos detenemos en nuestros recuerdos, lo mejor que podemos hacer es pensar en nuestro pasado como una maleta llena de lecciones, de momentos que pueden aportarnos alegría y sabiduría. El Fantasma de las Navidades Pasadas de Dickens ayuda al protagonista de la novela a recuperar sus sentimientos más auténticos catapultándolo a su infancia, cuando Scrooge aún era inocente y feliz.
La segunda lección: su hoy. ‘Vive como si no hubiera un mañana’ es la mejor pauta que puedes seguir. Hoy es el día adecuado para purificar tu alma, para ayudar a alguien que lo necesita, para contarle a alguien tus sentimientos. Vive tu vida al máximo y trata a tu prójimo con justicia, porque puede que no haya un mañana.