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Cualquiera que sea nuevo en la enseñanza del inglés a niños pequeños le dirá que es un reto. Aunque son simpáticos, divertidos y a menudo tienen ganas de aprender, los niños de preescolar también son enérgicos, activos y a menudo es difícil mantenerlos en una tarea concreta durante más de unos minutos. Por eso se necesita un tipo especial de profesor e ideas divertidas para enseñar el inglés a los más pequeños con eficacia. Los juegos, los cuentos y las canciones son la respuesta perfecta a este reto.
Recuerda que los alumnos de preescolar tienen poca capacidad de atención. Por eso, conviene cambiar de actividad cada cinco o diez minutos aproximadamente, porque si se prolonga más, los niños pueden inquietarse y usted pasará más tiempo intentando mantener su atención que realizando la actividad.
La enseñanza del inglés a los más pequeños requiere una gran cantidad de juegos y actividades. Haz que tus alumnos participen en varios niveles, como el uso de movimientos motores finos y grandes, cantar, hablar, escuchar y mirar. Por ejemplo, puedes hacer un juego en el que los alumnos se desplacen por la sala para colocarse al lado de un dibujo de la palabra que digas, y así conseguir que participen escuchando, mirando y moviéndose.
Inglés para niños
Cuando se enseña inglés a los niños en edad preescolar, hay que introducir las cosas despacio, de forma sencilla y de manera atractiva y divertida. Si eres padre en casa, modela el uso del inglés narrando tus actividades, leyendo libros ilustrados y cantando canciones. Como profesor de aula, atienda a las capacidades únicas de aprendizaje de los alumnos utilizando una amplia gama de juegos y actividades. Tanto si enseñas en un aula llena de niños como si instruyes a tu propio hijo en casa, asegúrate de introducir el vocabulario en inglés de forma lógica y en su contexto, y ofrece muchos ánimos y elogios.
Actividades de introducción a la clase de inglés
Enseñar a niños de 2 y 3 años puede ser muy divertido y muy gratificante. Sin embargo, a muchos profesores les preocupa enseñar a este grupo de edad, ya que requiere que los profesores se replanteen sus estrategias de enseñanza y la gestión del aula. En realidad, es mucho más fácil de lo que crees enseñar a los más pequeños y, una vez que “descifres el código”, probablemente disfrutarás enseñando a estas clases más que a cualquier otra.
No te desanimes por el hecho de que no sepan leer ni escribir y, a veces, apenas hablen. Hay mucho tiempo para trabajar en esas cosas aburridas cuando sean mayores. Los niños de 2 y 3 años son capaces de hacer muchas cosas en clase, y lo mejor es que verás grandes mejoras cada vez que los veas.
Una de las cosas más difíciles a las que hay que acostumbrarse como profesor novel de niños pequeños es el concepto de “no enseñar”. A esta edad, los niños aprenden explorando el mundo que les rodea e imitando a las personas, y todo ello suele hacerse jugando. Por ello, el profesor debe verse a sí mismo más como un compañero de juegos que como un maestro.
Siéntese con sus alumnos y explore cosas, juegue y cante canciones juntos, diviértase y ríase mucho. A tus alumnos no les importará que lo hagas en un idioma nuevo y extraño. Intentarán hablarte en su idioma y no pasa nada: responde en inglés y céntrate en compartir sustantivos, verbos y adjetivos de tu propia lengua.
Clase de inglés en la escuela primaria
El inglés es ahora un referente mundial para todas las conversaciones. Tanto en el ámbito personal como en el profesional, siempre se valora el hecho de saber hablar, escribir y comunicarse en inglés. Los padres se preguntan a menudo cómo enseñar inglés a un niño en casa y pueden recurrir a diferentes métodos para conseguirlo.
Los niños captan las cosas rápidamente cuando se encuentran en un entorno que apoya plenamente su proceso de aprendizaje. Hay que dejar que el ambiente sea productivo para que empiecen a captar los matices del idioma desde cualquier lugar. Por ejemplo, en conversaciones entre vosotros o por teléfono, viendo medios de comunicación en los que se hable inglés profesional, etc.
La mayoría de los padres recurren a métodos de enseñanza del inglés basados en libros de texto desde el principio. Para los niños pequeños, esto puede resultar aburrido rápidamente. En su lugar, puedes empezar a utilizar canciones, poemas o incluso música que contenga letras en inglés. Pueden ser rimas sencillas o incluso canciones populares. Al escuchar las palabras y el ritmo de las conversaciones, los niños pueden familiarizarse con el sonido y el significado del idioma y empezar a captar esos detalles.