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¿Cuál es el sentido más desarrollado del ser humano?

abril 19, 2022

Los cinco sentidos

De los cinco sentidos, la vista parece el más importante. Los seres humanos son bastante singulares en cuanto a su dependencia de la vista como sentido dominante y esto se refleja en lo complicados que son nuestros ojos en relación con otras criaturas.

Muchos animales obtienen la mayor parte de su información sobre el entorno a través de su sentido del olfato. El olfato de tu perro le dice mucho más sobre su mundo y quién está en él que sus ojos (que sí pueden ver algo de color). En cambio, usted no puede oler toda la fauna que visita su jardín, pero sí puede verla en colores vivos.

Cuando ve algo, como su perro mascota, sus ojos no lo ven realmente, lo hace su cerebro. Al principio de lo que será tu visión, la luz entra en tus ojos. La pupila, el centro negro del ojo, y el iris, el anillo de color que lo rodea, trabajan juntos para ensanchar o constreñir las pupilas, de modo que la cantidad adecuada de luz entre en el ojo.

La luz que entra atraviesa dos capas: la córnea y el cristalino. La córnea, situada en la parte delantera del ojo, y el cristalino, situado justo detrás de la pupila, trabajan conjuntamente para enfocar el rayo de luz en un punto específico de la parte posterior del ojo, en la retina.

Sentido dominante

El estudio de Amanda Melin sobre la evolución de la visión del color de alta agudeza en los primates informa de cómo los sistemas visuales de los primates y de los humanos se adaptan con el tiempo a los paisajes sensoriales que ambos encuentran.  | Fotografía del Atlántico

Según Kara C. Hoover, profesora asociada de antropología de la Universidad de Alaska en Fairbanks, en la actualidad experimentamos “un estado de desajuste” entre la forma en que evolucionaron nuestros sentidos y nuestro entorno actual.

La agudeza visual de nuestros antepasados evolucionó en el exterior, en el mundo natural, afirma Amanda Melin, profesora adjunta de antropología y arqueología y genética médica de la Universidad de Calgary. Sin embargo, ahora los humanos pasan mucho tiempo en el interior y esto está ajustando nuestra visión, dijo.

“Cada vez hay más pruebas de que nuestros entornos lumínicos antropogénicos tienen un coste real en nuestra agudeza”, afirma Melin, ya que las tasas de miopía -o miopía- se han disparado en los últimos años. Aunque la miopía tiene un componente genético, los datos sugieren que las habitaciones oscuras, la iluminación artificial y las “tareas de cerca”, como mirar fijamente la pantalla del ordenador o el microscopio, también contribuyen.

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Los cañones de radar, las brújulas magnéticas y los detectores de infrarrojos son inventos creados por el hombre que le permiten ir más allá de los cinco sentidos naturales de la vista, el gusto, el olfato, el tacto y el oído. Pero estos artilugios no son ni mucho menos originales. La evolución dotó a algunos animales de estos sentidos “extra” millones de años antes de que los humanos evolucionaran.

Las ballenas dentadas (una familia de mamíferos marinos que incluye a los delfines), los murciélagos y algunas musarañas que viven en el suelo y en los árboles utilizan la ecolocalización para orientarse en su entorno. Estos animales emiten impulsos sonoros de alta frecuencia, muy agudos para el oído humano o completamente inaudibles, y luego detectan los ecos producidos por esos sonidos. Las adaptaciones especiales del oído y el cerebro permiten a estos animales construir imágenes tridimensionales de su entorno. Los murciélagos, por ejemplo, tienen aletas de oreja agrandadas que recogen y dirigen el sonido hacia sus finos y supersensibles tímpanos.

Las serpientes de cascabel y otras víboras de fosetas utilizan sus ojos para ver durante el día, como la mayoría de los demás animales vertebrados. Pero por la noche, estos reptiles emplean órganos sensoriales infrarrojos para detectar y cazar presas de sangre caliente que, de otro modo, serían completamente invisibles. Estos “ojos” infrarrojos son estructuras en forma de copa que forman crudas imágenes cuando la radiación infrarroja incide en una retina sensible al calor. Algunos animales, como las águilas, los erizos y las gambas, también pueden ver en la parte inferior del espectro ultravioleta. Los seres humanos no pueden ver a simple vista ni la luz infrarroja ni la ultravioleta.

¿Cuántos sentidos tiene el ser humano?

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En los organismos, un órgano sensorial consiste en un grupo de células sensoriales interrelacionadas que responden a un tipo específico de estímulo físico. A través de los nervios craneales y espinales (nervios de los sistemas nerviosos central y periférico que transmiten la información sensorial hacia y desde el cerebro y el cuerpo), los diferentes tipos de células receptoras sensoriales (como mecanorreceptores, fotorreceptores, quimiorreceptores, termorreceptores) en los órganos sensoriales transducen la información sensorial desde estos órganos hacia el sistema nervioso central, llegando finalmente a las cortezas sensoriales en el cerebro, donde las señales sensoriales son procesadas e interpretadas (percibidas).

Los animales no humanos experimentan la sensación y la percepción, con distintos niveles de similitud y diferencia con los humanos y otras especies animales. Por ejemplo, los mamíferos en general tienen un sentido del olfato más fuerte que los humanos. Algunas especies animales carecen de uno o más sistemas sensoriales análogos a los humanos y otras tienen sistemas sensoriales que no se encuentran en los humanos, mientras que otras procesan e interpretan la misma información sensorial de formas muy diferentes. Por ejemplo, algunos animales son capaces de detectar campos eléctricos[8] y magnéticos,[9] la humedad del aire.[10] o la luz polarizada,[11] Otros perciben y perciben a través de sistemas alternativos como la ecolocalización.[12][13] Teorías recientes sugieren que las plantas y los agentes artificiales, como los robots, pueden ser capaces de detectar e interpretar la información ambiental de forma análoga a los animales.[14][15][16]

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