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El sistema nervioso debe recibir y procesar información sobre el mundo exterior para reaccionar, comunicarse y mantener el cuerpo sano y seguro. Gran parte de esta información llega a través de los órganos sensoriales: los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel. Las células y los tejidos especializados de estos órganos reciben los estímulos en bruto y los traducen en señales que el sistema nervioso puede utilizar. Los nervios transmiten las señales al cerebro, que las interpreta como vista (visión), sonido (audición), olor (olfacción), sabor (gustación) y tacto (percepción táctil).
Los ojos se encuentran en las órbitas del cráneo, protegidos por hueso y grasa. La parte blanca del ojo es la esclerótica. Protege las estructuras interiores y rodea un portal circular formado por la córnea, el iris y la pupila. La córnea es transparente para permitir que la luz entre en el ojo, y curvada para dirigirla a través de la pupila que hay detrás. La pupila es en realidad una abertura en el disco coloreado del iris. El iris se dilata o se contrae, ajustando la cantidad de luz que pasa a través de la pupila y hacia el cristalino. La lente curvada enfoca entonces la imagen en la retina, la capa interior del ojo. La retina es una delicada membrana de tejido nervioso que contiene células fotorreceptoras. Estas células, los bastones y los conos, traducen la luz en señales nerviosas. El nervio óptico lleva las señales del ojo al cerebro, que las interpreta para formar imágenes visuales.
Todos los sentidos
Aprender sobre los 5 sentidos es una unidad temática estupenda para los niños de preescolar, especialmente al principio del curso. Los niños pequeños tienen una curiosidad natural por el mundo que les rodea y suelen utilizar sus sentidos para explorar y aprender. Cuando creamos centros de aprendizaje con los 5 sentidos en nuestra clase, damos a los niños la oportunidad de jugar, aprender y descubrir de una forma emocionante, práctica y apropiada para su desarrollo.
En nuestra clase, aprendemos sobre uno de los 5 sentidos cada día durante la hora del círculo. Después de esa mini-lección de apertura, los estudiantes se ponen a trabajar en sus centros. Siempre tenemos disponible el juego dramático, los bloques y el caballete de arte. Además de estos, nos gusta montar una estación de exploración diferente cada día de la unidad de los 5 sentidos. Estas son algunas de nuestras ideas favoritas para cada estación:
Actividad de los 5 sentidos con nombres para rascar y oler | Diversión al díaActividad de pintura perfumada | Jugar para aprender en preescolarMasaña de café | Mis seres queridosPintura con condimentos y especias | Aprender jugando en casa
Sentidos humanos
Se suele decir (a los niños) que tenemos cinco sentidos: el gusto, la vista, el tacto, el olfato y el oído. El término “sexto sentido” se refiere a algo sobrenatural. Pero tenemos más sentidos. El equilibrio, por ejemplo, es tan tangible como los demás sentidos. Y lo que es más importante, sentimos los pensamientos que organizan los otros sentidos en el espacio, el tiempo y el significado. Y las emociones. ¿Existe una lista completa de los sentidos?
¿La idea de los cinco sentidos tiene raíces antiguas? O, puesto que se seleccionan para ser informativos sobre el mundo objetivo externo, ¿son hijos del avance de la ciencia y la ingeniería desde Newton?
Se remonta, al menos, al De Anima de Aristóteles, libro II, cap. 7-11 (estos cinco capítulos están dedicados respectivamente a la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto). Tal vez sea aquí donde comenzó, ya que Aristóteles era un catalogador incorregible de toda la experiencia humana, ya sea sensorial o intelectual.
Ya que esta cuestión se ha reavivado, quiero añadir una perspectiva interesante que se encuentra en el libro Inner Christianity de Richard Smoley, un respetado autor sobre temas como la religión y el esoterismo. Menciona la posibilidad de interpretar la historia de Jesús y la samaritana en el pozo como una alusión a los cinco sentidos.
Los sentidos
Imagina que estás jugando al béisbol y te toca batear. Utilizas tu sentido vestibular para adoptar tu postura de bateo y la propiocepción para sentir dónde están tus manos, dónde están tus pies y cómo debes hacer el swing para hacer contacto con la pelota. Entonces ves que la pelota se acerca a ti y haces el swing. Oyes el chasquido de la pelota contra el bate y sabes que le has dado, así que empiezas a correr. Sigues escuchando y mirando mientras ves a los otros jugadores luchando por coger la pelota y etiquetarte. Ves que te estás acercando a la primera base, pero también a la pelota, así que decides deslizarte. Mientras te deslizas, equilibras tu cuerpo; extiendes los brazos porque eres consciente de su posición y de que llegarán primero a la base; y sientes para saber cuándo la base está contra la punta de tus dedos. Puede ser un poco desagradable saborear y oler la tierra mientras te deslizas, pero tus sentidos te confirman que lo has conseguido.
A medida que tu hijo crece y se desarrolla, debería alcanzar nuevos hitos sensoriales. Desde el rastreo visual, pasando por alcanzar nuevos juguetes, hasta llevarse objetos a la boca (¡sí, es típico!), el bebé seguirá poniendo en marcha sus sentidos para aprender sobre el mundo que le rodea.