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¿Cómo memorizar palabras nuevas?

abril 5, 2022
¿Cómo memorizar palabras nuevas?

Cómo mejorar el vocabulario

Eso es: 50 palabras nuevas, cada día. Eso supone 18.250 palabras en el espacio de un año, el tamaño aproximado del vocabulario (activo) de un hablante nativo. Incluso se ha descargado una lista de las 2.000 palabras francesas más comunes de Wiktionary para empezar, ha encontrado unos estupendos paquetes de tarjetas de memoria con imágenes de fantasía y, con Duolingo recién instalado en su nuevo y reluciente smartphone (que acaba de conseguir gratis con un contrato de 10 años), aprender francés va a ser un juego de niños. Claro que aprender 50 palabras nuevas al día es un reto, pero tiene las herramientas necesarias. Al cabo de un año, dominará prácticamente el francés, con un vocabulario impresionante que será la envidia de sus amigos y compañeros de clase.

Cómo memorizar rápidamente el vocabulario

Pero no dejes que esto te desanime; la mitad de la diversión del aprendizaje reside en el reto. ¿Te preguntas cómo memorizar el vocabulario de forma más eficaz? Hay una serie de estrategias que puedes probar para hacer el proceso un poco más fácil. A continuación hemos recopilado algunas de nuestras favoritas. ¡Feliz aprendizaje!

Centrarte en palabras que sean relevantes para tu vida y tus intereses marcará una gran diferencia en tu capacidad para memorizarlas. No sólo es más probable que recuerdes las palabras que te interesan, sino que también estarás limitando el enorme número de palabras de tu nuevo idioma a un trozo mucho más manejable.

A medida que aumenta tu vocabulario en un idioma, se hace mucho más difícil encontrar más palabras útiles para aprender, y mucho menos memorizarlas. En esta fase, es importante que te centres en palabras que sean útiles y relevantes para ti: palabras aplicables a tu vida familiar, a tu trabajo y a tus intereses. Este vocabulario constituye el núcleo de lo que yo llamo fluidez personal.

La mejor manera de recordar algo es asignarle un significado. Sin contexto, las palabras no son más que cadenas de letras que son muy difíciles de memorizar. Sin embargo, si puedes asociar la palabra con algo que ya conoces o con algo que te resulta interesante, es mucho más probable que se quede grabada en tu cerebro.

Vocabulario para escribir mejor

Los recuerdos son el resultado de la codificación de la información por parte de nuestro cerebro para poder acceder a ella posteriormente. Los psicólogos han sugerido que este proceso tiene lugar en tres etapas: codificación, almacenamiento y recuperación. Para los estudiantes de idiomas, comprender estas tres etapas puede ayudarles a maximizar su propia memorización de vocabulario.

La primera etapa, la codificación, puede producirse a través de imágenes, sonido o significado. En otras palabras, puedes recordar una nueva palabra de vocabulario viéndola, oyéndola o aprendiendo su definición. Tanto la memoria a largo plazo como la de corto plazo utilizan estas tres vías para codificar la información.

La segunda etapa, el almacenamiento, consiste en conservar la información durante un periodo de tiempo corto o largo. La mayoría de los adultos guardan sólo unos pocos elementos en su memoria a corto plazo, mientras que la memoria a largo plazo tiene una capacidad mucho mayor, quizás ilimitada. Para aprender un nuevo idioma, es obvio que queremos retener el vocabulario en nuestra memoria a largo plazo.

La tercera etapa, la recuperación, también es crucial: nunca recordarás una palabra extranjera si no puedes sacarla de la memoria. La clave es que la memoria a largo plazo funciona por asociación, es decir, la organización y el contexto de la información son fundamentales para recuperarla. Este principio es la base de varios de los consejos para la memorización de vocabulario que veremos a continuación.

Aprender nuevas palabras

Por lo tanto, olvidar información es en realidad algo bueno. El objetivo es ayudar al cerebro a recordar la información que consideramos importante. Los estudiantes de idiomas quieren recordar tantas palabras como sea posible y a menudo no pueden. Llegan a la conclusión de que, sencillamente, no tienen buena memoria y, por tanto, el aprendizaje de idiomas no es para ellos. Este es otro mito que hay que desmontar.

El proceso de adquisición de nueva información puede dividirse generalmente en tres categorías: decodificación, almacenamiento y recuperación. Cuando el cerebro recibe información nueva, la descodifica y la almacena. La información almacenada puede recuperarse en el futuro. Si no podemos recordar algo (la llamada “brecha de conocimiento”), algo ha fallado durante una de estas fases.

Hay varios tipos de memoria: la memoria a corto y largo plazo, la memoria sensorial, etc. Esta última recibe la información a través de la estimulación de los sentidos, como la vista, el tacto o el olfato. La memoria a corto plazo, también llamada memoria de trabajo, retiene pequeñas cantidades de información durante cortos periodos de tiempo. La utilizamos cuando hacemos cálculos mentales, recordamos una contraseña, un código o un número de teléfono. Si queremos almacenar una palabra, tenemos que ponerla en nuestra memoria a largo plazo. ¿Cómo podemos hacerlo con eficacia?

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