Ataque de ansiedad
Esta sección ofrece información sobre los trastornos de ansiedad. Explica los síntomas, los tratamientos y la forma de controlar un trastorno de ansiedad. Esta sección está dirigida a las personas con trastornos de ansiedad. Y a sus cuidadores, familiares y amigos.
Todos tenemos a veces sentimientos de ansiedad, preocupación y miedo. Pueden ser respuestas normales a determinadas situaciones. Por ejemplo, puede preocuparse por una entrevista de trabajo o por pagar una factura a tiempo. Estos sentimientos pueden hacerte consciente de los riesgos y de lo que debes hacer en una situación difícil o peligrosa. Esta reacción se conoce como “lucha o huida”.
El cerebro responde a una amenaza o peligro liberando hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Aunque el peligro no sea real, estas hormonas provocan los síntomas físicos de la ansiedad. Una vez que la situación amenazante ha cesado, el cuerpo suele volver a la normalidad.
Pero si padeces un trastorno de ansiedad, estas sensaciones de miedo y peligro pueden ser continuas e interrumpir tu rutina diaria mucho después de que la amenaza haya desaparecido. Pueden hacerle sentir que las cosas son peores de lo que realmente son.
Prueba de trastorno de ansiedad generalizada
Los síntomas de los trastornos de ansiedad a veces no son tan evidentes, ya que suelen desarrollarse lentamente a lo largo del tiempo y, dado que todos experimentamos algo de ansiedad en distintos momentos de nuestra vida, puede ser difícil saber cuánto es demasiado.
La ansiedad normal tiende a ser limitada en el tiempo y está relacionada con alguna situación o acontecimiento estresante, como una entrevista de trabajo. El tipo de ansiedad que experimentan las personas con un trastorno de ansiedad es más frecuente o persistente, no siempre está relacionada con un reto evidente, y repercute en su calidad de vida y en su funcionamiento cotidiano. Aunque cada trastorno de ansiedad tiene sus propias características, hay algunos síntomas comunes, como por ejemplo
Ataque de ansiedad vs. ataque de pánico
Tener síntomas de ansiedad cuando no se siente ansiedad es una experiencia común del trastorno de ansiedad. Muchas personas que padecen trastornos de ansiedad han tenido síntomas cuando no se sienten ansiosos y se han hecho la misma pregunta.
Hay muchas buenas razones por las que la ansiedad puede causar síntomas cuando no se siente ansioso. Conocer estas razones puede ayudarlo a comprender el trastorno de ansiedad de manera más completa y ayudarlo a deshacerse de sus síntomas de ansiedad.
La respuesta al estrés segrega hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a lugares específicos para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que dan al cuerpo un impulso de emergencia de energía y recursos para ayudarnos cuando creemos que podríamos estar en peligro, ya sea para luchar o huir.
Esta reacción de supervivencia suele denominarse respuesta de estrés, respuesta de lucha o huida, respuesta de lucha, huida o congelación (ya que algunas personas se congelan como un ciervo atrapado en los titulares cuando tienen miedo) o respuesta de lucha, huida, congelación o desmayo (ya que algunas personas se desmayan cuando tienen miedo)[1][2].
¿Cómo puedo saber si tengo ansiedad?
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación excesiva e incontrolable por una serie de acontecimientos. Suele ir acompañado de síntomas físicos como dolores de cabeza, tensión muscular, inquietud, palpitaciones y malestar estomacal. Los niños y adolescentes con TAG pueden preocuparse excesivamente por su rendimiento y competencia en la escuela o en los eventos deportivos, por la seguridad personal y la de los miembros de la familia, o por los desastres naturales y los acontecimientos futuros.
La diferencia entre los sentimientos normales de ansiedad y la presencia del trastorno de ansiedad generalizada es que los niños con TAG se preocupan con más frecuencia e intensidad que otros niños en las mismas circunstancias. Los niños con TAG tienden a preocuparse por las mismas cosas que sus compañeros no ansiosos, pero lo hacen en exceso. Estas preocupaciones y los síntomas asociados a ellas provocan un malestar significativo y perjudican el funcionamiento diario. Los niños con TAG suelen ser excesivamente autocríticos y evitan las actividades en las que creen que no pueden desempeñarse perfectamente. También tienden a buscar la tranquilidad de sus cuidadores, profesores y otras personas sobre su rendimiento, aunque esta tranquilidad sólo les proporciona un alivio fugaz de sus preocupaciones.