Qué son las técnicas narrativas
Narración significa el arte de contar historias, y el propósito de la escritura narrativa es contar historias. Cada vez que cuentes una historia a un amigo o familiar sobre un acontecimiento o incidente de tu día, estarás incurriendo en una forma de narración. Además, una narración puede ser fáctica o ficticia. Una historia real es aquella que se basa en hechos reales y trata de ser fiel a ellos. Una historia de ficción es una historia inventada, o imaginada; el escritor de una historia de ficción puede crear personajes y acontecimientos a su antojo.
La gran distinción entre las narraciones de hechos y las de ficción se basa en el propósito del escritor. Los escritores de historias objetivas intentan relatar los acontecimientos tal y como sucedieron en realidad, pero los escritores de historias de ficción pueden apartarse de las personas y los acontecimientos reales porque su intención no es volver a contar un acontecimiento de la vida real. Las biografías y las memorias son ejemplos de historias reales, mientras que las novelas y los cuentos son ejemplos de historias de ficción.
Dado que la línea que separa la realidad de la ficción puede ser a menudo difusa, es útil comprender desde el principio cuál es su propósito. ¿Es importante que cuente la historia, ya sea la suya o la de otra persona? ¿O su interés radica en remodelar el mundo a su propia imagen, ya sea como le gustaría verlo o como imagina que podría ser? Tus respuestas contribuirán en gran medida a dar forma a las historias que cuentes.
Significado narrativo
Una historia o narración es una serie conectada de eventos contados a través de palabras (escritas o habladas), imágenes (fijas y en movimiento), lenguaje corporal, actuación, música o cualquier otra forma de comunicación. Se puede contar una historia sobre cualquier cosa, y los acontecimientos descritos pueden ser reales o imaginarios; abarcando tanto la ficción como la no ficción; y no dejando ningún tema, género o estilo sin tocar. Hay historias sobre todas las cosas y todos los tiempos; pasado, presente y futuro. Siempre que le cuentes a alguien una serie de acontecimientos, estarás contando una historia, sin importar el tema ni el momento en que se produzcan. Por ello, las historias tienen un gran valor para la cultura humana y son una de las partes más antiguas e importantes de la vida.
Además de formar parte de todos los tipos de literatura, las historias son la base de la creatividad y forman parte de casi todo lo que hacemos, sobre todo cuando se trata de entretenimiento, grabación e información de cualquier tipo. Por eso se comparten de todas las maneras: desde la narración oral y escrita o el periodismo; hasta la televisión, el cine y la radio; pasando por las bellas artes, la interpretación escénica y la música, etc.
Ejemplos de técnicas narrativas
Una técnica narrativa (conocida para las narraciones literarias de ficción como técnica literaria, dispositivo literario o dispositivo de ficción) es cualquiera de los diversos métodos específicos que el creador de una narración utiliza para transmitir lo que quiere[1]-en otras palabras, una estrategia utilizada en la elaboración de una narración para transmitir información al público y, en particular, para desarrollar la narración, normalmente para hacerla más completa, compleja o interesante. Las técnicas literarias se distinguen de los elementos literarios, que existen de forma inherente en las obras escritas.
El escenario es la ubicación temporal y geográfica dentro de una narración o de una obra de ficción. Elemento literario, el escenario inicia el telón de fondo y el estado de ánimo principal de una historia, a menudo denominado mundo de la historia.
La novela Ulises, de James Joyce, está ambientada en Dublín, Irlanda, y la acción se desarrolla en un solo día, el 16 de junio de 1904. La acción de la novela se desarrolla de un lado a otro de la bahía de Dublín, abriendo en Sandycove, al sur de la ciudad, y cerrando en Howth Head, al norte. Aunque la novela es paralela a la historia del personaje Odiseo (en latín: Ulises, del poema épico de Homero Odisea, cuyo papel lleva Leopold Bloom, gran parte del escenario se describe de forma realista, con gran atención a los detalles. Los lugares de Dublín también representan lugares de la Odisea. La casa de Bloom se encuentra en el número 7 de Eccles Street y, al mismo tiempo, en Ítaca, el hogar de Odiseo. La oficina de Correos, Westland Row y la farmacia de Sweny, en Lombard Street, representan la ubicación en Dublín del episodio 5, Comedores de loto; la Biblioteca Nacional de Irlanda es paralela al episodio 9, Escila y Caribdis, etc.
Análisis de técnicas narrativas
Los cuentos han acompañado al ser humano desde el principio de los tiempos. Incluso cuando los hombres y mujeres de las cavernas se sentaban alrededor de sus fuegos por la noche, se contaban cuentos para entretener e informar a los oyentes. Los cuentos han existido desde que el ser humano tiene uso de razón. Son la forma en que construimos y transmitimos consejos, moral, información y advertencias.
Cabe destacar la diferencia entre el cuento y la novela. E.M. Forster definió la novela citando la definición de un francés llamado Abel Chevalley que decía “una ficción en prosa de cierta extensión” y añade que define “extensión” como más de 50.000 palabras.
Así pues, una novela es una ficción escrita en extensión y tiene el tiempo y las palabras para desarrollar los personajes, el escenario y la trama de forma compleja y variada. Un relato corto no lo tiene. Tiene que estar más centrado en la narración de la historia, ser más estrecho en su alcance/escala y más nítido a la hora de llegar a su resultado.
El cuento moderno evolucionó durante el siglo XIX con la explosión, en Occidente, de un público más culto y, por tanto, más amplio, y con un número creciente de revistas y publicaciones periódicas para atender a esos nuevos mercados.