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¿Cuál es el único macho capaz de embarazarse?

abril 6, 2022

Hombre embarazado

El embarazo masculino es la incubación de uno o más embriones o fetos por parte de miembros masculinos de algunas especies. La mayoría de las especies que se reproducen por vía sexual son heterogámicas: las hembras producen gametos más grandes (óvulos) y los machos producen gametos más pequeños (espermatozoides). En casi todas las especies animales, las crías son llevadas por la hembra hasta el nacimiento, pero en los peces de la familia Syngnathidae (peces pipa, caballitos de mar y el frondoso dragón marino), los machos realizan esa función[1].

La familia de peces Syngnathidae tiene la característica única de una forma muy derivada de cuidado de la cría por parte de los machos, conocida como “embarazo masculino”[2] La familia es muy diversa y contiene unas 300 especies diferentes de peces. Entre los Syngnathidae se encuentran los caballitos de mar, los peces pipa y los dragones de mar. Los machos de algunas de estas especies poseen una bolsa de cría en el tronco o la cola; en otras especies, los huevos están simplemente pegados al tronco o la cola del macho cuando la hembra los pone. Aunque las definiciones de los biólogos sobre la preñez difieren un poco, los ictiólogos consideran que todos los miembros de la familia presentan preñez masculina, incluso los que no tienen bolsa de cría externa.

¿Puede una mujer quedarse embarazada sin un hombre?

Skip to main contentAbrirEl caballito de mar coreano (Hippocampus haema) libera a sus crías en el agua frente a la costa de Japón. Crédito: Tony Wu Nature Picture Library PublicidadEn todo el vasto reino animal que abarca el planeta, los caballitos de mar (y sus parientes los peces pipa y los dragones de mar) son las únicas especies cuyos miembros masculinos dan a luz a sus crías. Esta fotografía submarina muestra a un caballito de mar coreano (Hippocampus haema) liberando crías en el agua frente a la costa de Japón. Esta diminuta especie, que no fue reconocida hasta 2017, suele medir entre cinco y nueve centímetros y es originaria del estrecho de Corea y de los mares situados al este de la península coreana y al sur y oeste de Japón. Tras una elaborada “danza” de cortejo, las hembras depositan sus huevos en la bolsa de cría del macho, donde éste los fecunda. A medida que los embriones crecen, el abdomen del macho se distiende, como en un embarazo humano. Cuando está listo para dar a luz, el abdomen se abre y las contracciones expulsan a los caballitos de mar jóvenes. Algunos recién nacidos parecen versiones en miniatura de los adultos, mientras que otros pueden estar todavía enroscados y cubiertos por parte de la membrana del huevo. Una pareja de caballitos de mar macho y hembra puede tener varias crías. Se desconoce por qué los caballitos de mar tienen esta inversión de sexo a la hora de procrear, pero una idea es que el hecho de que el macho tenga crías deja a la hembra libre para empezar a producir el siguiente lote de huevos.

Embarazo intersexual

La infertilidad se define clínicamente en mujeres y hombres que no pueden lograr un embarazo después de 1 año de mantener relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos, y en mujeres que tienen dos o más embarazos fallidos. Los estudios sugieren que después de 1 año de tener relaciones sexuales sin protección, el 15% de las parejas no pueden concebir, y después de 2 años, el 10% de las parejas aún no han tenido un embarazo exitoso.1,2 En las parejas menores de 30 años que generalmente están sanas, entre el 20% y el 37% son capaces de concebir en los primeros 3 meses.3

Muchas condiciones médicas diferentes y otros factores pueden contribuir a los problemas de fertilidad, y un caso individual puede tener una sola causa, varias causas o, en algunos casos, ninguna causa identificable. En general, un tercio de los casos de infertilidad están causados por problemas reproductivos masculinos, un tercio por problemas reproductivos femeninos y un tercio por problemas reproductivos tanto masculinos como femeninos o por factores desconocidos.4

Para concebir un hijo, el esperma del hombre debe combinarse con el óvulo de la mujer. Los testículos fabrican y almacenan los espermatozoides, que son eyaculados por el pene para entregarlos al aparato reproductor femenino durante las relaciones sexuales. Los problemas más comunes que conducen a la infertilidad en los hombres son los que afectan al funcionamiento de los testículos. Otros problemas son los desequilibrios hormonales o los bloqueos en los órganos reproductores masculinos. En aproximadamente el 50% de los casos, no se puede determinar la causa de la infertilidad masculina.5

Huevo macho

El estudio analizó todo lo que haría un análisis de semen, incluida la frecuencia con la que mantenían relaciones sexuales. Es importante tenerlo en cuenta porque la abstinencia sexual puede reducir la calidad del semen. El sexo frecuente crea un esperma más sano.

Los investigadores descubrieron que la cantidad de semen alcanzaba su punto máximo entre los 30 y los 35 años (¿podría ser ésta la forma en que la naturaleza se asegura de que una pareja conciba antes de que la fertilidad femenina comience a declinar a los 35 años?) En el otro extremo del espectro, se descubrió que la cantidad general de semen era la más baja después de los 55 años.

De hecho, al comparar el número de espermatozoides que “nadan bien” en los hombres de 30 a 35 años con los mayores de 55, la motilidad de los espermatozoides disminuyó en un 54%. Estas fuertes variaciones no pueden achacarse a la abstinencia sexual, que fue objeto de seguimiento en el estudio.

En un estudio realizado en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) y la Universidad de California en Berkeley, los investigadores descubrieron que los defectos genéticos del esperma aumentan con la edad en los hombres.

Los científicos informaron de que los hombres mayores no sólo corren el riesgo de sufrir infertilidad. También son más propensos a transmitir problemas genéticos a sus hijos. La combinación de la edad femenina y la masculina puede aumentar aún más el riesgo de defectos de nacimiento. Por ejemplo, el riesgo de síndrome de Down. En las mujeres, el riesgo de tener un hijo con síndrome de Down aumenta con la edad.

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