Saltar al contenido

¿Cuál es la cobra más grande del mundo?

abril 19, 2022

Animales A-z

Las cobras reales provocan asombro, miedo, intriga y mucho respeto. Pero las cobras reales (Ophiophagus hannah) no son realmente cobras. Pertenecen a un género distinto llamado Ophiophagus, donde Ophio se refiere a serpiente y phagus significa comedor, es decir, las cobras reales se alimentan principalmente de serpientes y ocasionalmente de lagartos.

Las cobras reales se encuentran en todo el sudeste asiático. En la India habitan en distintos hábitats: bosques húmedos de los Ghats occidentales y el noreste, zonas secas de los Ghats orientales, climas fríos de las regiones del bajo Himalaya e incluso en las zonas húmedas y cálidas de las islas Andamán.

Las cobras reales son las mejores depredadoras entre las serpientes y, haciendo honor a su nombre, se comportan con un aplomo pocas veces visto en cualquier otra especie. Son excelentes trepadoras, grandes nadadoras y expertas en recorrer el suelo del bosque o las copas de los árboles. Rara vez intentan esconderse o pasar desapercibidos. Salen a perseguir a sus presas, o a defender o cortejar a su pareja, independientemente del lugar en el que se encuentren, ya sea en el suelo del bosque, en la copa del árbol, en el agua o incluso en los hogares, las granjas o los patios traseros de las personas.

Enemigos de las serpientes

La cobra real es la mayor serpiente venenosa del mundo. Los músculos y costillas especiales de su cuello se extienden para formar una “capucha” cuando la cobra se siente amenazada. Esto hace que la serpiente parezca más grande de lo que realmente es y puede ayudar a ahuyentar a los depredadores. Las cobras reales emiten un silbido profundo y fuerte, una señal de advertencia que puede oírse a distancia. El mensaje es: “¡Soy grande, mala y te morderé si te acercas!”. Se sabe que la mayoría de las cobras protegen sus huevos después de ponerlos, pero la cobra real hembra hace aún más. Utiliza su cuerpo y su cabeza para mover las hojas y construir un nido. Después de poner los huevos, los cubre con más hojas y se queda encima del nido hasta que los huevos eclosionan. Busque nuestras cobras reales, así como otras especies de cobras, en el popular Reptilario del Zoo.

La anaconda más grande del mundo

El tamaño medio de una sala de estar es de 16 por 20 pies. Esto significa que si miras a la pared y ves una serpiente, podría ser una King Cobra. Todo depende del lugar en el que vivas y de si se han escapado del zoo local. Las cobras reales se encuentran en el sudeste asiático y en la India. La longitud media de una cobra real es de 9 a 12 pies, pero algunas son más grandes. Las cobras reales son las serpientes más largas y venenosas del mundo. Su nombre es aterrador porque se sabe que se comen a otras serpientes, ¡incluso a pitones de 3 metros de largo!  Son serpientes venenosas y pueden utilizar sus colmillos y perforar a la presa para liberar el veneno. Este veneno paraliza a la presa y les permite tragársela entera. Veamos algunas de las mayores cobras reales para ver su tamaño.

No verás “Cobras Rey” si miras las especies de cobras. Aunque están emparentadas con las serpientes Naja, pertenecen a un grupo separado llamado Ophiophagus. Se les conoce como comedores de serpientes y suelen comer cobras. Las cobras rey comparten muchas de las características físicas de las demás cobras, entre ellas que son serpientes más largas y que crean una cobertura en forma de abanico alrededor de la cabeza cuando se ven amenazadas. Para darles un aspecto más amenazador, pueden levantar del suelo el tercio anterior de su cuerpo escurridizo.

Cobra del Caspio

La Titanoboa (/tiˌtɑːnoʊˈboʊə/) es un género extinto de serpientes muy grandes que vivían en lo que hoy es La Guajira, en el noreste de Colombia. Podían llegar a medir hasta 12,8 m (42 pies), quizás incluso 14,3 m (47 pies) de largo y alcanzar un peso de 1.135 kg (2.500 lb). Esta serpiente vivió durante la época del Paleoceno medio y tardío, hace entre 60 y 58 millones de años, tras la extinción de los dinosaurios. Aunque en un principio se pensó que era un depredador de alto nivel, el descubrimiento de los huesos del cráneo reveló que lo más probable es que se especializara en la depredación de peces. La única especie conocida es Titanoboa cerrejonensis, la serpiente más grande jamás descubierta,[1] que desbancó al anterior poseedor del récord, Gigantophis garstini[2].

En 2009, se encontraron los fósiles de 30 individuos de T. cerrejonensis en la Formación Cerrejón de las minas de carbón de Cerrejón[3] en La Guajira, Colombia. [4] Estos ejemplares consisten en el holotipo, una gran vértebra precloacal, el paratotipo, también una vértebra, y 184 restos adicionales identificados como vértebras y costillas adicionales (algunas de ellas encontradas en articulación), sumando un total de 28 ejemplares además del holotipo y el paratotipo. Antes de este descubrimiento, se habían encontrado pocos fósiles de vertebrados del Paleoceno en ambientes tropicales antiguos de Sudamérica[5]. La serpiente fue descubierta en una expedición por un equipo de científicos internacionales dirigido por Jonathan Bloch, paleontólogo de vertebrados de la Universidad de Florida, y Carlos Jaramillo, paleobotánico del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales de Panamá. [1][6] El trabajo de campo continuó tras estos primeros descubrimientos, recuperando múltiples especímenes adicionales, entre ellos tres cráneos con huesos postcraneales asociados[7][8].

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad