¿Cuál es la diferencia entre una petición y una orden en una frase imperativa?
La orden representa la intención. Se dirige a un público específico. Puede ser un amigo que pide “pásame la sal”. Puede ser un servicio de aplicación y solicitar con intención “añadir usuario” o “cambiar el estado del pedido a confirmado”. Así que el emisor de la orden debe conocer al destinatario y espera que la solicitud se ejecute. Por supuesto, el destinatario puede negarse a hacerlo no pasándonos la sal o lanzando una excepción durante la gestión de la solicitud.
El evento, por su parte, representa un hecho en el pasado. Lleva información sobre algo realizado. Lo que se ha visto, no se puede dejar de ver. Siguiendo con nuestros ejemplos “usuario añadido”, “estado del pedido cambiado a confirmado” son hechos en el pasado. No dirigimos los hechos a un destinatario concreto, difundimos la información. Es como contar una historia en una fiesta. Esperamos que alguien nos escuche, pero rápidamente nos damos cuenta de que nadie nos presta atención.
Ambos son mensajes. Transmiten una información concreta: una orden sobre la intención de hacer algo, o un acontecimiento sobre el hecho que ha ocurrido. Desde el punto de vista del ordenador, no son diferentes. Sólo la lógica empresarial y la interpretación del mensaje pueden encontrar la diferencia entre evento y orden.
Diferencia entre frase de orden y de petición
Esto no se aplica sólo a los militares. Cualquiera puede “ordenar” a otra persona dentro de su ámbito de autoridad, como un guardia a un preso o un policía a un ciudadano. En algunos colegios es aceptable que un profesor o administrador “ordene” a un alumno que haga algo, o que un alumno de cursos superiores pueda “dar órdenes” a los más jóvenes. Algunas organizaciones o grupos religiosos permiten que los de mayor rango “den órdenes” a los de menor rango. Y así sucesivamente.
Nótese la importancia del “ámbito de autoridad”. Cualquiera puede ordenar a otro que haga algo, pero sin autoridad que lo respalde, no hay razón para que esa orden sea obedecida. Por ejemplo, no tendría sentido que alguien de menor rango en el ejército ordenara a alguien de mayor rango, a menos que la relación fuera complicada de alguna manera que se explicara en el contexto.
Puede resultarle interesante consultar un diccionario de etimología, que puede ayudarle a entender por qué ciertas palabras inglesas parecen tener múltiples significados. Por ejemplo, el significado original de “order” era estrictamente “orden”, y su uso para significar “solicitar formalmente” es bastante reciente (desde 1837).
Diferencia entre mando y orden con ejemplo
Las personas a las que se les ha otorgado autoridad a través de su función para una operación o incidente específico desempeñan la función de mando. Los comandantes deben estar formados, acreditados y ser operativamente competentes. Su función es tomar decisiones, dar instrucciones claras y garantizar que esas instrucciones se lleven a cabo.
La estrategia de oro es la base sobre la que se apoya toda la planificación y el despliegue posteriores. Por lo tanto, la capacidad de liderazgo y la supervisión estratégica del comandante de oro son fundamentales para el éxito de la planificación y el despliegue de una operación.
Cuando hay operaciones a gran escala que abarcan múltiples áreas de fuerzas, puede ser necesario coordinar la respuesta a nivel nacional. Mientras que cada operación de fuerza separada tendrá su propio comandante oro a nivel de fuerza, se puede designar un oro coordinador para garantizar la coherencia del enfoque a nivel nacional y entre los oros de fuerza. El gold coordinador tomará la iniciativa en la negociación con los organizadores del evento (ya sea del sector privado o de un departamento gubernamental) a nivel nacional, garantizará la coherencia del enfoque entre los distintos comandantes gold implicados en cuanto a la solicitud de recursos, especialmente cuando se soliciten recursos de ayuda mutua (véase el APP sobre movilización) y aportará un enfoque coherente a la evaluación de riesgos para la operación global. Se puede nombrar a un comandante de oro coordinador tras la consulta entre el líder de orden público del NPCC y los jefes de policía pertinentes. También se recomienda como buena práctica que el jefe de orden público del CCNP, en consulta con el jefe de policía de la fuerza anfitriona, designe a un comandante de oro apropiado para revisar aquellas operaciones que requieran una ayuda mutua significativa. En el caso improbable de que no se pueda alcanzar un acuerdo entre las partes pertinentes, la resolución de cualquier conflicto debería ser objeto de debate por parte del presidente del CCNP.
Frases de orden y mando
Las frases de orden y mando pueden utilizarse de la misma manera cuando se le dice o dicta a alguien lo que debe hacer. “Te ordeno que te pongas ahí”. O “te ordeno que te pongas ahí”. También puedes decir: “¡escucha mis órdenes!” O “¡escucha mis órdenes!”
En general, sin embargo, sólo usaríamos frases así en entornos como el militar o en algún lugar donde una persona esté estrictamente a cargo de otra. Yo no diría “mi amiga me ordenó que le enviara un mensaje de texto”. Esto no suena natural. En su lugar, diría “mi amigo me dijo que le enviara un mensaje de texto”.
Además, ten cuidado porque la palabra orden tiene múltiples significados. Por ejemplo, cuando organizas cosas, como limpiar tu habitación, la pones “en orden”. O cuando vas a un restaurante y le pides al camarero lo que quieres, “ordenas” la comida.
Ordenar y mandar se pueden utilizar de la misma manera cuando se le dice o dicta a alguien lo que tiene que hacer. “Te ordeno que te pongas ahí”. O “te ordeno que te pongas ahí”. También puedes decir: “¡escucha mis órdenes!” O “¡escucha mis órdenes!”En general, sin embargo, sólo usaríamos frases así en entornos como el militar o en algún lugar donde una persona esté estrictamente a cargo de otra. Yo no diría “mi amiga me ordenó que le enviara un mensaje de texto”. Esto no suena natural. También hay que tener cuidado porque el orden de las palabras tiene múltiples significados. Por ejemplo, cuando organizas las cosas, como limpiar tu habitación, las pones “en orden”. O cuando vas a un restaurante y le pides al camarero lo que quieres, “ordenas” la comida.