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¿Qué actividades se pueden hacer después de una lectura?

abril 7, 2022

Actividades posteriores a la lectura englischunterricht

A menudo los alumnos terminan una lectura, cierran el libro y no vuelven a pensar en ella hasta que llegan a clase. Las siguientes actividades pueden utilizarse después de una lectura para ayudar a los estudiantes a analizar los conceptos para una comprensión más profunda de las ideas y organizar la información para su posterior recuperación:

Anime a los estudiantes a utilizar organizadores gráficos (tablas o “mapas” conceptuales) para ayudarles a visualizar los conceptos y las relaciones clave entre las ideas de sus lecturas. Estos organizadores deberían empezar a trabajar justo después de que los alumnos hayan completado una lectura, mientras que las revisiones y adiciones pueden hacerse después de las discusiones en clase.

Es una buena idea mostrar a los alumnos varios ejemplos de organizadores gráficos y explicarles cuáles funcionan bien con diferentes modelos de texto. Muchos textos sobre técnicas de lectura contienen ejemplos de diversos organizadores gráficos con explicaciones sobre la mejor manera de utilizarlos. Este es un ejemplo de un tipo de organizador gráfico para comparar dos conceptos:

Después de que los alumnos lean un capítulo o una sección de un capítulo del libro de texto del curso, pídales que elaboren preguntas para una prueba. (Esto también puede hacerse con otros materiales de lectura.) Esta actividad les obliga a analizar la información del capítulo y a decidir cuáles son los conceptos más importantes que deben recordar.

Actividades de pre-lectura

El siguiente tablero contiene una serie de actividades que los alumnos pueden elegir para realizar después de leer una novela o un cuento. Los alumnos adoptan una serie de papeles, como el de detective, periodista, diseñador o disc-jockey, para trabajar en un área determinada. Cuando se utiliza como grupo completo, con el profesor asignando todos los papeles a diferentes alumnos del grupo, el resultado será un estudio creativo y profundo que analiza el texto narrativo desde múltiples perspectivas.

El tablero de tareas presenta la idea principal de cada papel, y los detalles serán necesarios en función del contexto de enseñanza y del nivel de los alumnos, incluida la cantidad de andamiaje que pueda ser necesaria. El tablero permite la diferenciación, teniendo en cuenta los diferentes intereses y niveles de dificultad. Mientras que algunas tareas pueden llevarse a cabo de forma independiente, otras pueden requerir un trabajo cooperativo estructurado en parejas o en equipos más grandes. En entornos más homogéneos, también se podrían asignar números o colores a las funciones en función de su nivel de dificultad, de modo que los alumnos puedan optar por centrarse en una tarea o realizar dos o tres para obtener los mismos puntos.

Actividades antes, durante y después de la lectura

ACTUALIZACIÓN PRÓXIMA: A medida que aprendo más sobre la ciencia de la lectura, estoy revisando mi enfoque. Creo absolutamente en el uso de grupos pequeños para enseñar a nuestros lectores, pero ya no creo que esto tenga que ser lectura guiada en el sentido tradicional. Esté atento a una actualización de este post en el próximo mes.

Después de que los alumnos terminen de leer, involúcralos en una discusión sobre el libro. Asegúrate de consultar las preguntas de alto y bajo nivel que has preparado con antelación. Aquí tienes algunos ejemplos de preguntas para empezar (tienes más en la descarga gratuita).

También querrás hacer un punto de enseñanza específico que ayude a tus alumnos cuando lean futuros textos. Encontrarás una página completa de posibles puntos de enseñanza en la descarga al final de este post. Aquí tienes un puñado de ellos, ordenados de más sencillo a más difícil.

Actividades para hacer después de leer un libro para el jardín de infancia

Una vez terminado el cuento, pídale a su hijo que le vuelva a contar la historia. No sólo entenderás su capacidad de comprensión, sino que tu hijo puede sorprenderte con un par de giros propios.

Los libros de Roald Dahl no serían lo mismo sin las ilustraciones de Quentin Blake. Una vez terminada la lectura, dedíquele un rato al arte de la cubierta y a los bocetos del interior. Si tu hijo se entretiene o se salta alguna página, pregúntale siempre por qué.

Coge el cuento favorito de tu hijo y desordena la secuencia de los acontecimientos. En lugar de “Érase una vez un conejito”, empieza con “Felices para siempre”. Observa cómo tu hijo estalla en risas y corrige tus errores. Este divertido juego es una forma estupenda de enseñar a tu hijo el concepto de secuencia de acontecimientos. Al final, deja que haga una línea de tiempo con todos los acontecimientos importantes de la historia.

En uno de los cuentos de Peter Rabbit, su madre le castiga y se queda sin cenar porque la desobedece y se va al jardín a comer rábanos. Siempre utilizo este ejemplo para explicarle a mi hijo cuando lo castigo. Como Pedro Conejo, que una vez se fue al jardín…”, le digo para ayudarle a recordar. Le ayuda a entender que sus acciones tienen una reacción y que a veces pueden llevar a un castigo.

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