Libros de Platón
El título de la obra de Platón La República es una traducción literal del título griego Politeia (Πολιτεία), que se refería simplemente a los asuntos de la ciudad-estado, y no a una república en ningún sentido moderno. El tema principal es la justicia, tanto el estado justo como el ser humano justo, y cómo sería un estado ideal, gobernado por (no es sorprendente) filósofos autocráticos – “reyes filósofos”, en la sonada frase que ha sido famosa desde entonces. La República es el diálogo más largo y más conocido del corpus platónico, y una piedra angular de la filosofía política en los siglos posteriores.
El pequeño fragmento del principio que se ofrece aquí no representa la ingeniosidad ni la majestuosidad del texto completo, sino que se presenta para compararlo con el pasaje de Cármides (enlace) para ofrecer una ilustración más de la forma en que Sócrates razonaba: arrastrando a sus interlocutores a hacer o asentir definiciones de términos filosóficos y mostrando luego que no podían querer decir lo que acababan de decir porque las definiciones no tenían realmente sentido. (El humorista Will Cuppy comentó una vez que la mayoría de la gente no quiere decir mucho cuando habla; sólo habla. Sócrates habría estado de acuerdo, pero, a diferencia de Cuppy, le parecía preocupante).
Aristóteles
Las Leyes es la última obra de Platón, la más larga y, quizás, la más odiada. El libro es una conversación sobre filosofía política entre tres ancianos: un ateniense sin nombre, un espartano llamado Megilo y un cretense llamado Clinias. Estos hombres trabajan para crear una constitución para Magnesia, una nueva colonia cretense. El gobierno de Magnesia es una mezcla de principios democráticos y autoritarios que pretenden que todos sus ciudadanos sean felices y virtuosos.
Además, en las Leyes Platón defiende varias posturas que parecen estar en tensión con ideas expresadas en sus otras obras. Quizás la mayor diferencia es que la ciudad ideal de las Leyes es mucho más democrática que la ciudad ideal de la República. Otras diferencias notables son que parece aceptar la posibilidad de la debilidad de la voluntad (akrasia) -una posición rechazada en obras anteriores- y conceder mucha más autoridad a la religión de lo que esperaría cualquier lector del Eutifrón. Al explorar estas aparentes diferencias, los estudiantes de Platón y de la historia de la filosofía obtendrán una comprensión más matizada y compleja de las ideas filosóficas de Platón.
Sócrates
1Todo lector informado de La República de Platón sabe que el Sócrates allí representado será posteriormente acusado y declarado culpable de corromper a la juventud de Atenas. A la luz de esto, es extraño y algo paradójico que la discusión de Sócrates con el anciano Céfalo haya recibido muy poca atención por parte de los comentaristas1. La aparición de Céfalo en el Libro I de la República representa una de las grandes ironías de Platón. Céfalo, que se alegra mucho de ver a Sócrates cuando llega por primera vez a su casa, aparece como un hombre tan aterrorizado por el más allá que se ve impedido, no sólo de entablar una discusión filosófica, sino también de vivir el tipo de vida que le liberaría del miedo a la muerte. El retrato que hace Platón de Céfalo revela que este miedo tiene su origen en los cuentos que se cuentan a los seres humanos sobre la muerte durante su infancia. Los niños interpretan estos cuentos con una comprensión pre-filosófica, lo que permite que se arraiguen profundamente en su psique. Sin la ayuda de la filosofía, esos cuentos conducen a los seres humanos mayores a una inevitable segunda infancia que los esclaviza al miedo a la muerte que se les inculcó por primera vez durante sus primeros años. Cuando los seres humanos se acercan al final de sus vidas, este miedo a la muerte vuelve a despertarse en ellos y se aferra a los cuentos del Hades que escucharon en la infancia, desorientándolos por completo y enviándolos a gritar a la oscuridad.
Platón
Platón está considerado como una figura fundamental en la historia de la filosofía de la Antigua Grecia y de Occidente, junto con su maestro, Sócrates, y su alumno más famoso, Aristóteles[a]. A menudo se le ha citado como uno de los fundadores de la religión y la espiritualidad occidentales[5] El llamado neoplatonismo de filósofos como Plotino y Porfirio influyó enormemente en el cristianismo a través de Padres de la Iglesia como Agustín. Alfred North Whitehead señaló una vez: “la caracterización general más segura de la tradición filosófica europea es que consiste en una serie de notas a pie de página de Platón”[6].
Platón fue un innovador del diálogo escrito y de las formas dialécticas en la filosofía. Platón también es considerado el fundador de la filosofía política occidental. Su contribución más famosa es la teoría de las formas conocidas por la razón pura, en la que Platón presenta una solución al problema de los universales conocida como platonismo (también llamado ambiguamente realismo platónico o idealismo platónico). También es el autor del amor platónico y de los sólidos platónicos.