¿Por qué empiezo a llorar cuando me río?
El afecto pseudobulbar (PBA), o incontinencia emocional, es un tipo de trastorno emocional caracterizado por episodios incontrolables de llanto, risa, ira u otras manifestaciones emocionales. El afecto bulbar es secundario a un trastorno neurológico o a una lesión cerebral. Los pacientes pueden encontrarse llorando incontroladamente por algo que sólo es moderadamente triste, siendo incapaces de detenerse durante varios minutos. Los episodios también pueden ser incongruentes con el estado de ánimo: un paciente puede reírse incontroladamente cuando está enfadado o frustrado, por ejemplo. A veces, los episodios pueden alternar entre estados emocionales, lo que hace que el paciente llore incontroladamente antes de disolverse en ataques de risa.
El afecto pseudobulbar, también denominado labilidad emocional, no debe confundirse con el estado de ánimo lábil o las emociones lábiles que se derivan de la inestabilidad emocional -disregulación afectiva-, comúnmente observada en las enfermedades mentales y ciertos trastornos de la personalidad.
El rasgo cardinal del trastorno es un umbral patológicamente reducido para mostrar la respuesta conductual de la risa, el llanto, la ira o todo lo anterior. Un individuo afectado presenta episodios de risa, llanto, ira o una combinación de ellos sin un estímulo motivador aparente o en respuesta a estímulos que no habrían provocado tal respuesta emocional antes de la aparición de su trastorno neurológico subyacente. En algunos pacientes, la respuesta emocional es exagerada en intensidad pero es provocada por un estímulo con una valencia emocional congruente con el carácter de la manifestación emocional. Por ejemplo, un estímulo triste provoca una respuesta de llanto patológicamente exagerada en lugar de un suspiro, que el paciente habría exhibido normalmente en ese caso concreto.
Afectación pseudobulbar
Lynne A. Barker no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Cuando escuchas a alguien reír detrás de ti, probablemente te lo imaginas al teléfono o con un amigo, sonriendo y experimentando una sensación cálida y difusa en su interior. Lo más probable es que el mero sonido de la risa le haga sonreír o incluso reír con ella. Pero imagine que la persona que se ríe está caminando sola por la calle, o sentada detrás de usted en un funeral. De repente, no parece tan atrayente.
Lo cierto es que la risa no siempre es positiva o saludable. Según la ciencia, puede clasificarse en diferentes tipos, desde la genuina y espontánea hasta la simulada (falsa), la estimulada (por ejemplo, por cosquillas), la inducida (por drogas) o incluso la patológica. Pero la base neural real de la risa todavía no se conoce muy bien, y lo que sabemos sobre ella procede en gran medida de casos clínicos patológicos.
Por qué me río en situaciones serias
¿Se ha preguntado alguna vez cuántas de nuestras risas, gemidos y suspiros cotidianos son instintivos y no aprendidos de nuestros compañeros? Ahora parece que sólo las expresiones de risa y alivio son instintivas, mientras que otras explosiones emocionales deben aprenderse de otras personas.
Para averiguar qué sonidos son instintivos, un equipo dirigido por Disa Sauter, del Instituto Max Planck de Psicolingüística de Nimega (Países Bajos), pidió a ocho personas sordas y a ocho oyentes que vocalizaran nueve emociones diferentes, pero sin palabras. Entre ellas estaban el miedo, el alivio, la ira, la hilaridad, el triunfo, el asco y la tristeza.
“Esto significa que para muchos tipos de sonidos emocionales, escuchar los sonidos de los demás es una parte importante del desarrollo para que nuestros sonidos sean comprensibles para los demás”, afirma Sauter, cuyo equipo presentará los resultados preliminares en forma de póster en una conferencia de la Sociedad Acústica de América que se celebrará la próxima semana en Cancún (México).
Sauter sugiere que la risa y la sonrisa probablemente evolucionaron como señales de comunicación importantes para ayudar a evitar la confrontación aumentando la empatía. “Incluso otros primates se ríen, si le haces cosquillas a un gorila o a un orangután”, dice.
La risa como mecanismo de afrontamiento
¿Alguna vez se ha encontrado o ha visto a alguien reírse hasta las lágrimas? Parece una respuesta emocional contradictoria, ya que las lágrimas suelen significar tristeza, mientras que la risa es una expresión de alegría. Los científicos no han podido determinar por completo por qué nuestro cuerpo produce lágrimas cuando nos reímos demasiado, pero tienen algunas teorías.
Recientemente, la Dra. Oriana R. Aragón, psicóloga de la Universidad de Yale, dirigió un estudio de investigación que evaluó por qué experimentamos determinadas reacciones físicas ante situaciones emocionales. Su equipo definió estas respuestas aparentemente inapropiadas (llorar riendo, risa nerviosa, etc.) como “expresiones dimorfas”. Según la Dra. Aragón, lloramos cuando nos reímos mucho porque el cuerpo intenta regularse en respuesta a las emociones fuertes.
Algunas pruebas sugieren que la misma parte del cerebro controla tanto el llanto como la risa. Por ejemplo, una condición llamada afecto pseudobulbar (PBA) hace que las personas tengan estallidos incontrolables de llanto o risa debido a condiciones neurológicas o lesiones cerebrales, lo que lleva a los científicos a creer que el llanto y la risa son manejados por la misma área del cerebro.