Nombres de las arañas
Las arañas, a diferencia de los insectos, sólo tienen dos segmentos corporales (tagmata) en lugar de tres: una cabeza y un tórax fusionados (llamados cefalotórax o prosoma) y un abdomen (llamado opistosoma). La excepción a esta regla son las arañas asesinas, cuyo cefalotórax parece estar casi dividido en dos unidades independientes. A excepción de unas pocas especies de arañas muy primitivas (familia Liphistiidae), el abdomen no está segmentado externamente. El abdomen y el cefalotórax están unidos por una fina cintura llamada pedículo o somito pregenital, una característica que permite a la araña mover el abdomen en todas las direcciones. Esta cintura es en realidad el último segmento (somite) del cefalotórax y se pierde en la mayoría de los demás miembros de los arácnidos (en los escorpiones sólo es detectable en los embriones).
Todas las arañas tienen ocho patas, aunque algunas especies que imitan a las hormigas utilizan sus patas delanteras para imitar las antenas, de las que carecen las arañas. Sus ojos son de una sola lente en lugar de compuestos, y van desde simples receptores de luz/oscuridad hasta ojos que rivalizan con los de una paloma (algunas arañas saltadoras).Tienen pedipalpos (o simplemente palpos), en cuya base hay coxas o maxilas junto a la boca que ayudan a ingerir el alimento; los extremos de los palpos se modifican en los machos adultos en estructuras elaboradas y a menudo específicas de la especie, utilizadas para el apareamiento. Como no tienen antenas, utilizan pelos especializados y sensibles en sus patas para captar el olor, los sonidos, las vibraciones y las corrientes de aire.Como no pueden masticar su comida, tienen, al igual que otros arácnidos, una boca diminuta que utilizan como una pajita corta para aspirar las partes líquidas de sus presas. Sin embargo, son capaces de comer su propia seda. Órganos sensoriales
Comentarios
El Parque Nacional de los Everglades es famoso por sus grandes enjambres de molestos mosquitos y moscas picadoras, cuyo incesante zumbido y persistente bombardeo en picado puede ser tan molesto como sus dolorosas picaduras. Pero el parque también alberga una asombrosa diversidad de otras pequeñas criaturas, algunas de las cuales -como las mariposas- son bastante carismáticas. Sin embargo, por muy adorables que sean para los humanos, todas y cada una de las especies ocupan un lugar en la cadena alimentaria y son valiosas como parte importante del ecosistema.
Arañas, escorpiones, ácaros, garrapatas, escorpiones látigo y pseudoescorpiones son todos los arácnidos que pueden encontrarse en el Parque Nacional de los Everglades. A diferencia de los insectos, los arácnidos tienen ocho patas y no tienen antenas, y su cuerpo está dividido en dos segmentos principales: el cefalotórax y el abdomen. Algunos arácnidos, como la araña viuda negra y el escorpión de la corteza, son venenosos, pero la mayoría no suponen ningún riesgo para las personas. Muchos arácnidos se consideran beneficiosos, pues se alimentan de insectos que mucha gente considera plagas.
Los ciempiés son artrópodos largos y delgados con un par de patas por segmento corporal. A pesar de que el nombre “centi” implica 100 patas, los ciempiés pueden tener desde menos de 20 patas hasta más de 300, pero siempre tienen un número impar de pares de patas. Los ciempiés también tienen un par de garras venenosas, que son una modificación del primer apéndice. Al carecer de la cutícula cerosa de los insectos y los arácnidos, los ciempiés pierden rápidamente la humedad del cuerpo y, por tanto, residen en microhábitats húmedos como el suelo y la hojarasca, debajo de piedras y madera muerta y dentro de troncos en descomposición. Aunque los ciempiés están presentes en el Parque Nacional de los Everglades, no es habitual verlos porque son principalmente nocturnos. Muchas especies carecen de ojos y sólo son capaces de discernir la luz y la oscuridad. En algunas especies, el último par de patas actúa como órganos sensoriales similares a las antenas, pero orientados hacia atrás.
Anatomía de la araña
Las arañas son uno de los grupos de animales carnívoros más esenciales del planeta. Sin las arañas, los insectos alcanzarían proporciones de plaga en todo el mundo y provocarían enormes desequilibrios en los ecosistemas. Las características físicas, la dieta y las habilidades depredadoras de las arañas las diferencian de otros arácnidos y les permiten tener tanto éxito.
Las arañas pertenecen a la clase Arachnida, a la que también pertenecen los escorpiones, los papiones y las garrapatas. Como todos los arácnidos, las arañas tienen sólo dos regiones corporales, un cefalotórax y un abdomen. Estas dos regiones corporales están unidas por un tubo estrecho en la cintura llamado pedicelo. El abdomen es blando y no está segmentado, mientras que el cefalotórax es duro e incluye el infame conjunto de ocho patas de la araña. La mayoría de las arañas tienen ocho ojos, aunque algunas tienen menos o incluso ninguno y todas tienen una visión bastante pobre.
Las arañas se alimentan de muchos organismos diferentes y emplean una amplia gama de estrategias para capturar a sus presas. Pueden atrapar a la presa en telas pegajosas, echarle el lazo con bolas pegajosas, imitarla para evitar su detección o perseguirla y abordarla. La mayoría detecta las presas principalmente por medio de vibraciones, pero los cazadores activos tienen una visión aguda.
Tipos de arañas
Las arañas (orden Araneae) son artrópodos que respiran por el aire y tienen ocho patas, quelíceros con colmillos generalmente capaces de inyectar veneno,[2] y hileras que extruyen seda.[3] Son el mayor orden de arácnidos y ocupan el séptimo lugar en diversidad total de especies entre todos los órdenes de organismos.[4][5] Las arañas se encuentran en todo el mundo, en todos los continentes excepto en la Antártida, y se han establecido en casi todos los hábitats terrestres. En agosto de 2021, los taxónomos han registrado 49.623 especies de arañas en 129 familias[1]. Sin embargo, la comunidad científica ha discrepado en cuanto a la clasificación de todas estas familias, como demuestran las más de 20 clasificaciones diferentes que se han propuesto desde 1900[6].
Desde el punto de vista anatómico, las arañas (como todos los arácnidos) se diferencian de otros artrópodos en que los segmentos corporales habituales están fusionados en dos tagmas, el cefalotórax o prosoma, y el opistosoma, o abdomen, y unidos por un pequeño pedicelo cilíndrico, sin embargo, como actualmente no hay pruebas paleontológicas ni embriológicas de que las arañas hayan tenido alguna vez una división separada similar a la del tórax, existe un argumento en contra de la validez del término cefalotórax, que significa cefalón (cabeza) y tórax fusionados. Del mismo modo, se puede argumentar contra el uso del término abdomen, ya que el opistosoma de todas las arañas contiene un corazón y órganos respiratorios, órganos atípicos de un abdomen[7].