La mejor música para la concentración
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La música es una parte clave del equilibrio de la mente y puede ser uno de los mayores factores de curación para nuestros cerebros y mentes estresados. Pero antes de analizar el bienestar mental y, más aún, la salud de nuestro cerebro y el papel que puede desempeñar la música, debemos observar las pruebas evolutivas que sitúan a la música en el centro del desarrollo de nuestro cerebro humano.
Hace unos 40.000 años, en el paisaje helado de Europa central, las partidas de caza de los primeros humanos (“cromañones”) perseguían implacablemente a sus presas: manadas móviles de ciervos y jabalíes. Aquellos cazadores se enfrentaron a retos formidables. Al emigrar desde Oriente Medio, se encontraron con inviernos brutales y con la dureza de unos bosques enormes e interminables. Pero estos primeros humanos trajeron consigo sus tecnologías y su inventiva que, contra todo pronóstico, establecieron rápidamente su presencia. Y también trajeron la música.
Concentración de música clásica
Enviado por Sarkhan Jafarli el 16/10/2020 – 10:22.La música es una parte tan esencial de la vida de todo ser humano que no podríamos imaginar un mundo sin ella. ¿Podría imaginarse una película sin una partitura y una banda sonora? Seguramente no. Pero la música no es un concepto tan fácil como podríamos pensar. Tiene muchas capas y complejidades dentro de sí misma que muchos científicos han investigado y descubierto un montón de características apasionantes. Hoy quiero hablar de varios aspectos interesantes de la música que los investigadores han descubierto a lo largo de los años. Sumerjámonos en el tema.
Barry Goldstein, un artista discográfico que ha estudiado los efectos vibracionales de la música durante más de 25 años, afirma que la música tiene un profundo impacto en el cerebro. En una columna de la revista Conscious Lifestyle, Goldstein escribió que la música puede mejorar las funciones cerebrales. Dijo que la música podía evocar emociones, ayudar a recuperar recuerdos, estimular nuevas conexiones neuronales y activar la atención.
Por lo tanto, hubo investigaciones realizadas en personas con síntomas de depresión, en las que los resultados de escuchar música en momentos mentalmente duros podrían haber tenido efectos muy diferentes según la persona. Los cambios de humor para bien o para mal también dependen de la capacidad de la persona para elegir el tipo de música adecuado para esas situaciones, algo que tocaremos más adelante en este artículo. Esto significa básicamente que la música es un arma de doble filo que debe manejarse con cuidado. Y para dar ejemplos sobre los géneros musicales que afectan al estado mental, los investigadores mostraron cómo la música clásica y relajante aumentaba los estados de ánimo positivos, mientras que el tecno y el heavy metal deprimían aún más a las personas.
La música y el cerebro
En la literatura académica se llama “El efecto Mozart”: popularizado por primera vez por el Dr. Alfred A. Tomatis en su libro de 1991 Pourquoi Mozart?, el efecto Mozart es el estudio de cómo la música clásica estimula el cerebro. El Dr. Tomatis sostenía que escuchar la música de Mozart puede tener un efecto beneficioso para el cerebro. Sin embargo, su teoría ha tenido su cuota de fans y detractores a lo largo del tiempo. Ya hablé de los efectos terapéuticos de la música en un artículo anterior sobre el canto coral. Publicidad
Tuve la oportunidad de poner a prueba esta teoría recientemente, cuando fui amablemente invitado a asistir a un concierto de música clásica en St Martin-in-the-Fields, en la londinense Trafalgar Square, por Amazon Local. El programa incluía piezas de Mozart, Haendel y Bach en el hermoso escenario de St Martin in Trafalgar Square. Estos conciertos se celebran regularmente y tienen una atmósfera especial porque se celebran a la luz de las velas. Los intérpretes pertenecían al conjunto de cámara London Concertante, fundado en 1991. Anuncio
Escuchar música clásica
“Hay pocas cosas que estimulen el cerebro como lo hace la música”, dice un otorrinolaringólogo del Johns Hopkins. “Si se quiere mantener el cerebro ocupado durante el proceso de envejecimiento, escuchar o tocar música es una gran herramienta. Proporciona un entrenamiento total del cerebro”.
Los expertos intentan comprender cómo nuestro cerebro puede escuchar y reproducir música. Un equipo de música emite vibraciones que viajan por el aire y de alguna manera llegan al interior del canal auditivo. Estas vibraciones hacen cosquillas en el tímpano y se transmiten en una señal eléctrica que viaja por el nervio auditivo hasta el tronco cerebral, donde se recompone en algo que percibimos como música.
Los investigadores del Johns Hopkins han hecho que docenas de intérpretes de jazz y raperos improvisen música mientras están tumbados dentro de una máquina de fMRI (resonancia magnética funcional) para observar y ver qué zonas de sus cerebros se iluminan.
“La música es estructural, matemática y arquitectónica. Se basa en las relaciones entre una nota y la siguiente. Puede que no seas consciente de ello, pero tu cerebro tiene que hacer muchos cálculos para darle sentido”, señala un otorrinolaringólogo.