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¿Qué hacer para que no te canses al escribir?

abril 18, 2022

Cansarse mientras se estudia

Hace poco más de un mes, empecé a sentirme más fatigado de lo habitual. Casi todo en mi vida -desde levantarme de la cama hasta hacer ejercicio, pasando por escribir, entrenar o leer- requería una cantidad significativa de energía de activación. Todas estas actividades solían ser sencillas y fluidas. Ahora se habían convertido en un trabajo pesado. No estaba deprimida, ni siquiera especialmente triste. Y no tenía la sensación de estancamiento o vacío asociada a la languidez. Simplemente estaba cansado.

En tercer lugar, tenemos que ser pacientes. Si bien es cierto que todavía hay mucho que podemos hacer sin peligro, también es verdad que hay mucho que no podemos hacer. Las cosas apenas son normales, y pretender lo contrario es absurdo. Aunque parezca que sí, nuestro actual estado de cosas no durará para siempre. Puede que este sea un largo invierno, pero es sólo eso, una estación, y las estaciones siempre cambian. Hay una vieja expresión que dice no te quedes ahí, haz algo. Pero en situaciones como ésta, tal vez el mejor consejo sea que no te quedes ahí parado, sino que hagas algo.

Cómo estudiar cuando se está cansado

He visto a una youtuber que dice que no hay que ponerse algo como un pijama cuando se hacen los deberes o se lee, porque así se duerme más rápido. También dice cómo hacer los deberes sin aburrirse, cómo prepararse para el examen, qué comer cuando vas a examinarte, cómo hacer los deberes cuando no tienes motivación para ello.

Por lo general, nunca me canso porque tengo un cerebro muy activo y siempre leo fantasía, como Harry Potter, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, y actualmente estoy leyendo la serie Fuego de agua.

Me gusta mucho leer, pero después de 15 minutos de lectura, quiero echarme una siesta enseguida. Es terrible. Voy a prepararme una taza de café y a usar luces que me ayuden a concentrarme y a mis ojos también. ¡Gracias por los consejos útiles!

Me encanta leer, pero esto no me pasa. Suelo tener luces brillantes en mi habitación, así que eso ayuda. Y normalmente leo sentada, así que eso también ayuda. Pero tengo que ponerme en un lugar cómodo, un lugar que sea perfecto para leer. Suelo sentarme en mi “trono de lectura”, una mecedora. Entonces encuentro un punto de parada y pongo mi marcador y me duermo. ¡Me encanta esta maravilla!

Prueba de agotamiento mental

Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.

Amy Morin, LCSW, es la editora en jefe de Verywell Mind. También es psicoterapeuta, autora del bestseller “13 Things Mentally Strong People Don’t Do” (13 cosas que no hacen las personas mentalmente fuertes) y presentadora del podcast The Verywell Mind.

Es normal tener un día flojo de vez en cuando, pero si te tambaleas por la vida anhelando una siesta o buscando una cafetera sin fondo, es hora de evaluar tus hábitos y cambiar los que te están haciendo más cansado durante el día.

Si tu fatiga es nueva, va acompañada de otros síntomas o es tan grave que no puedes funcionar con normalidad, empieza por visitar a tu médico. No es necesario que aceptes el agotamiento como algo normal, especialmente si tienes un certificado de buena salud. Puedes hacer cambios que aumenten tu nivel de energía y te ayuden a dejar de sentirte cansado todo el tiempo.

Agotamiento emocional

Todo el mundo procrastina. Aplazamos las cosas porque no queremos hacerlas, o porque tenemos demasiadas cosas que hacer. Aplazar cosas -grandes o pequeñas- forma parte del ser humano. Sin embargo, si está leyendo este folleto, es probable que su procrastinación le preocupe. Sospechas que podrías ser un escritor mucho mejor si no pospusieras los proyectos de escritura hasta el último momento. Te das cuenta de que, justo cuando te pones a trabajar en un trabajo, llega la hora de entregarlo, por lo que nunca tienes tiempo de revisarlo o corregirlo cuidadosamente. Te encanta el subidón de adrenalina que sientes cuando terminas un trabajo diez minutos antes de la fecha de entrega, pero tú (y tu cuerpo) os estáis cansando de trasnochar. Te parece bien procrastinar mientras estás en la universidad, pero te preocupa que este hábito te acompañe en tu vida laboral.

Puedes saber si necesitas o no hacer algo con respecto a tu procrastinación examinando sus consecuencias. La procrastinación puede tener consecuencias externas (te pones un cero en el trabajo porque nunca lo entregaste) o internas (te sientes ansioso la mayor parte del tiempo, incluso cuando estás haciendo algo que te gusta). Si pospones el lavado de los platos, pero los platos no te molestan, ¿a quién le importa? Sin embargo, cuando tu procrastinación te hace sentir desanimado y agobiado, es el momento de pasar a la acción.

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