Exposición de El príncipe feliz
El cuento “El Príncipe Feliz” de Oscar Wilde menciona varios temas comunes en la sociedad a la vez que da diferentes lecciones de vida. El cuento habla de una golondrina que ayuda a una estatua llamada El Príncipe Feliz a ayudar a los pobres arrancando los objetos caros de su cuerpo. Wilde utiliza el simbolismo para apoyar la trama y muestra diversos arquetipos que los lectores pueden relacionar con la realidad. Las penurias de la época en que se escribió el relato ayudaron a Wilde a conectar con la historia. Todos estos elementos dejan claro que hay que destacar la belleza del alma por encima de la riqueza y la fama.
La época en que se escribió el cuento se acepta como inspiración para “El príncipe feliz” por las similitudes de sus escenarios. Wilde escribió “El príncipe feliz” en la época victoriana, cuando el East End de Londres sufría hambre y pobreza, y los niños se veían obligados a realizar trabajos forzados o a prostituirse para sobrevivir. La actitud común de la época se describía como que “los pobres eran unos improvistos, que malgastaban el dinero que tenían en la bebida y el juego”. Como resultado, los padres no tenían dinero para comprar comida o artículos necesarios para sus hijos. La misma situación se da en el cuento. Escribir un cuento de hadas en una época tan dura como ésta, definitivamente hizo que Wilde tejiera muchas emociones en el tono de la historia haciéndola un tono juguetón y brillante seguido de ironía y tragedia. Cuando la golondrina se encuentra por primera vez con el Príncipe Feliz, su conversación comienza de forma extraña:
El escenario del príncipe feliz
El Príncipe Feliz es tanto el protagonista de esta historia como su homónimo. El Príncipe Feliz, que fue un príncipe protegido que llevó una vida de placer, fue convertido en una estatua dorada a su muerte y colocado en un pedestal con vistas a su ciudad. El Príncipe es descrito como extremadamente bello, con una piel dorada, zafiros en los ojos y un rubí en la empuñadura de su espada. Aunque su belleza externa impresiona a todos los que le rodean, él considera que esa belleza es sólo superficial; su verdadero valor reside en su compasión por los habitantes de su pueblo y su disposición a sacrificarse por ellos. Sin embargo, el Príncipe Feliz sufre debido a su simpatía por toda la miseria que puede ver desde su elevada posición. La “felicidad” de este nombre es, pues, irónica, ya que el Príncipe describe haber experimentado sólo una falsa felicidad en su anterior vida de placer, cuando ignoraba la verdadera miseria que le rodeaba. El Príncipe es, en última instancia, una figura similar a la de Cristo, que vela por la humanidad y sacrifica su vida para aliviar su dolor. Las descripciones del Príncipe también aluden a las concepciones clásicas de la sabiduría y la tutela. La figura del Príncipe, con su elocuente retórica y su afinidad por un comportamiento moralmente correcto, representa los ideales clásicos griegos y romanos; en particular, la relación que establece con la joven Golondrina alude a las relaciones clásicas entre mentor y discípulo.
El alcalde en el príncipe feliz
Oscar Wilde (1854-1900) fue un dramaturgo, novelista, poeta y crítico angloirlandés. Se le considera uno de los más grandes dramaturgos de la era victoriana. A lo largo de su vida escribió nueve obras de teatro, una novela y numerosos poemas, cuentos y ensayos.
El Príncipe Feliz es un cuento de Oscar Wilde. Trata de la historia de una estatua, el Príncipe Feliz, cubierta de oro y muchas joyas finas. Está situada sobre la ciudad. Un día, un pájaro golondrina busca refugio bajo la estatua y descubre que el príncipe no es feliz, sino que está triste.
El pájaro se hace amigo del príncipe y trata de hacerle feliz ayudándole en su deseo de aliviar el sufrimiento de los demás. Arranca de la estatua el rubí, el zafiro y otras bellas joyas y las entrega a los pobres y necesitados.
La historia del Príncipe Feliz aborda temas como la injusticia social, el poder redentor del amor y la pérdida de la inocencia. En esta historia, nos encontramos con una estatua que, en su día, fue un Príncipe de verdad. Cuando el Príncipe estaba vivo, era una persona feliz. Vivía en el palacio y no conocía el sufrimiento humano. Su vida estaba llena de alegrías. A su muerte, se construyó su estatua en la cima de una alta columna de la ciudad.
El príncipe feliz análisis de personajes
El príncipe feliz y otros cuentos (o historias) es una colección de cuentos para niños de Oscar Wilde publicada por primera vez en mayo de 1888. Contiene cinco cuentos: “El príncipe feliz”, “El ruiseñor y la rosa”, “El gigante egoísta”, “El amigo devoto” y “El notable cohete”.
En una ciudad llena de pobres que sufren, una golondrina que se quedó atrás después de que su bandada volara a Egipto para pasar el invierno[1] se encuentra con la estatua del difunto “Príncipe Feliz”,[2] que en realidad nunca ha experimentado el verdadero dolor, pues vivía en un palacio donde no se permitía la entrada del dolor. Desde su alto monumento,[2] el Príncipe Feliz, viendo varias escenas de gente que sufre en la pobreza,[3] le pide a la golondrina que tome el rubí de su empuñadura,[2] los zafiros de sus ojos,[4] y el pan de oro que cubre su cuerpo[5] para dárselo a los pobres. Cuando llega el invierno y el Príncipe Feliz se ve despojado de toda su belleza, su corazón de plomo se rompe cuando la golondrina muere como consecuencia de sus actos desinteresados y del intenso frío. [El pueblo, inconsciente de su buena acción, retira la estatua del pilar por su ruindad (con la intención de sustituirla por una del Alcalde,[6]) y el metal se funde en un horno, dejando atrás el corazón roto y la golondrina muerta; son arrojados en un montón de polvo.[7] Estos son llevados al cielo por un Ángel que los ha considerado las dos cosas más preciosas de la ciudad. Esto es afirmado por Dios, y viven para siempre en su “ciudad de oro”[6] y jardín del Paraíso.