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¿Qué características tiene el príncipe feliz?

abril 7, 2022

Análisis del príncipe feliz

Aquí tenemos una estatua que, en un tiempo, fue un verdadero príncipe. Era feliz cuando vivía, porque ignoraba cualquier tristeza o sufrimiento fuera de los muros de su palacio. Su vida era de alegría y deseos cumplidos. Y luego murió. A su muerte, se hizo una estatua que lo representaba, cubierta de oro, con hermosos zafiros como ojos y un rubí unido a su espada dorada. Es adorado por todos los que lo ven. Desgraciadamente para la estatua, su ubicación en lo alto de una colina le permite ser testigo, por primera vez, del dolor y la miseria que sufren los pobres de la ciudad, de los que había permanecido ignorante.

La estatua, antes feliz, ahora llora de tristeza al conocer la situación de tantos que tienen tan poco. Una golondrina egoísta llega a refugiarse bajo esta estatua y acaba conmoviéndose por la bondad de la estatua y su deseo de ayudar a los demás. Se convierte en el mensajero de la estatua y acepta quitarle las joyas y el oro al Príncipe Feliz para llevar la alegría, la seguridad financiera que tanto necesita y la compasión a las masas. En una alegoría, los personajes representan ideas o personas de la historia. En esta historia, la golondrina puede ser vista como el socialismo: la entrega de las necesidades a todos para que todos estén en igualdad de condiciones.

Características de la golondrina en el príncipe feliz

El cuento es una alegoría. Destaca la importancia de la caridad. Aprendemos que el amor y el sacrificio pueden hacernos querer a Dios. El príncipe del cuento no es un príncipe vivo. Es la estatua de un príncipe muerto, decorada con hojas de oro y piedras preciosas. Se le conoce como el Príncipe Feliz porque tiene una sonrisa en los labios. Pero la sonrisa va dejando paso a las lágrimas. El Príncipe Feliz no puede evitar llorar ante las escenas de miseria en las casas de los pobres. Decide ayudarlos con sus hojas de oro y sus costosas piedras.  La pequeña golondrina le hace de mensajera y le regala toda su riqueza. La golondrina iba de vuelta a su tierra cuando el príncipe le retuvo para ayudar a los pobres. Todavía deseaba volver, pero ahora era demasiado tarde. El intenso frío le mató. Así, la pequeña golondrina perdió su vida por ayudar a los pobres. Su muerte rompió el corazón del príncipe. Así que la golondrina y el príncipe perecieron por una noble causa. Pero su muerte no fue el final. Los hizo inmortales. Por eso el ángel eligió la golondrina muerta y el corazón sin vida del príncipe como las cosas más nobles de la tierra. La historia enseña una lección muy útil y muy verdadera. Aprendemos que Dios ama a los que aman a sus semejantes.

Golondrina y príncipe feliz

El Príncipe Feliz es la estatua de un príncipe fallecido que había vivido toda su vida sin conocer la pena. La estatua, muy ornamentada, tiene incrustaciones de zafiros, un rubí y láminas de oro. Al morir, el Príncipe Feliz se desespera por el sufrimiento de su pueblo, lo que le obliga a pedir a la Golondrina que le done todas las gemas que posee. Al final, queda completamente desnudo y el alcalde ordena derribarlo, pero él y la Golondrina se unen en el cielo con Dios.

La Golondrina se detiene a descansar en la estatua del Príncipe Feliz en su camino a Egipto, y al principio se muestra esquiva y distante con el Príncipe cuando se le pide que ayude a la gente del pueblo. Sin embargo, la golondrina revela su carácter y se muestra como una criatura generosa, compasiva y amistosa. Llega a amar al Príncipe y se queda con él hasta su propia muerte.

El Gigante es inicialmente una criatura egoísta, molesta por los niños que jugaban en su jardín cuando él no estaba. Sin embargo, su corazón se derrite con el tiempo, al ver que la primavera y el verano evitan su jardín. Una vez que deja que los niños vuelvan a entrar, se siente especialmente compasivo con un niño pequeño que intenta subir a un árbol. El niño vuelve muchos años después y el Gigante se da cuenta de que es Cristo.

La exposición del príncipe feliz

El Príncipe Feliz es tanto el protagonista de esta historia como su homónimo. El Príncipe Feliz, que fue un príncipe protegido que llevó una vida de placer, fue convertido en una estatua dorada a su muerte y colocado en un pedestal con vistas a su ciudad. El Príncipe es descrito como extremadamente bello, con una piel dorada, zafiros en los ojos y un rubí en la empuñadura de su espada. Aunque su belleza externa impresiona a todos los que le rodean, él considera que esa belleza es sólo superficial; su verdadero valor reside en su compasión por los habitantes de su pueblo y su disposición a sacrificarse por ellos. Sin embargo, el Príncipe Feliz sufre debido a su simpatía por toda la miseria que puede ver desde su elevada posición. La “felicidad” de este nombre es, pues, irónica, ya que el Príncipe describe haber experimentado sólo una falsa felicidad en su anterior vida de placer, cuando ignoraba la verdadera miseria que le rodeaba. El Príncipe es, en última instancia, una figura similar a la de Cristo, que vela por la humanidad y sacrifica su vida para aliviar su dolor. Las descripciones del Príncipe también aluden a las concepciones clásicas de la sabiduría y la tutela. La figura del Príncipe, con su elocuente retórica y su afinidad por un comportamiento moralmente correcto, representa los ideales clásicos griegos y romanos; en particular, la relación que establece con la joven Golondrina alude a las relaciones clásicas entre mentor y discípulo.

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