Habilidades motoras finas
La percepción se refiere al proceso de captación, organización e interpretación de la información sensorial. La percepción es multimodal, con múltiples entradas sensoriales que contribuyen a las respuestas motoras (Bertenthal 1996). El hecho de que un bebé gire la cabeza en respuesta a las señales visuales y auditivas de la visión de una cara y el sonido de una voz ejemplifica este tipo de percepción. La redundancia intersensorial, “el hecho de que los sentidos proporcionen información superpuesta… es una piedra angular del desarrollo perceptivo” (Bahrick, Lickliter y Flom 2004).
“El desarrollo motor se refiere a los cambios en la capacidad de los niños para controlar los movimientos de su cuerpo, desde los primeros movimientos espontáneos de agitación y pataleo de los bebés hasta el control adaptativo del alcance, la locomoción y las habilidades deportivas complejas” (Adolph, Weise y Marin 2003, 134). El término conducta motora describe todos los movimientos del cuerpo, incluidos los movimientos de los ojos (como la mirada), y el control en desarrollo de la cabeza por parte del bebé. Las acciones de motricidad gruesa incluyen el movimiento de las extremidades grandes o de todo el cuerpo, como en la marcha. Las conductas motoras finas incluyen el uso de los dedos para agarrar y manipular objetos. Los comportamientos motores como alcanzar, tocar y agarrar son formas de actividad exploratoria (Adolph 1997).
Ejemplos de habilidades motrices gruesas para niños en edad preescolar
Antecedentes: Los cambios en el desarrollo de la motricidad proporcionan a los niños nuevas oportunidades de aprendizaje para interactuar con los objetos, su entorno y sus cuidadores. Investigaciones anteriores han demostrado que tanto la motricidad gruesa como la fina predicen los resultados posteriores del lenguaje en la primera infancia y la niñez. Sin embargo, la motricidad gruesa y la fina permiten diferentes tipos de interacción. Por lo tanto, las habilidades motoras gruesas y finas pueden diferir potencialmente en las trayectorias de desarrollo a través de las cuales pueden producirse cambios en cascada en el lenguaje. El objetivo del presente estudio fue investigar si existen diferencias en las capacidades de predicción de las habilidades motoras gruesas y finas hacia los resultados del lenguaje a través de la infancia y la niñez temprana en el desarrollo típico.
Método: Se realizó una revisión sistemática de la literatura existente sobre las cascadas motoras y del lenguaje en los estudios que miden la motricidad gruesa y/o fina y el desarrollo del lenguaje en niños de 0 a 5 años. Se realizaron búsquedas en PsycINFO, PubMed y MEDLINE. Las palabras clave utilizadas fueron una combinación de “motricidad gruesa”, “motricidad fina”, “rendimiento motor”, “desarrollo motor” o “desarrollo psicomotor” junto con “lenguaje”, “desarrollo del lenguaje” o “habilidades de comunicación”. Dos revisores independientes revisaron los resúmenes y los textos completos según los criterios de inclusión y exclusión.
Actividades de motricidad gruesa
Este artículo necesita citas adicionales para su verificación. Por favor, ayude a mejorar este artículo añadiendo citas de fuentes fiables. El material sin fuente puede ser cuestionado y eliminado.Buscar fuentes: “Habilidad motora gruesa” – noticias – periódicos – libros – scholar – JSTOR (febrero de 2011) (Aprende cómo y cuándo eliminar este mensaje de la plantilla)
La motricidad gruesa es la capacidad que se adquiere normalmente durante la infancia como parte del aprendizaje motor del niño. Al llegar a los dos años de edad, casi todos los niños son capaces de ponerse de pie, caminar y correr, subir escaleras, etc. Estas habilidades se desarrollan, mejoran y se controlan mejor a lo largo de la primera infancia, y continúan perfeccionándose durante la mayor parte de los años de desarrollo del individuo hasta la edad adulta. Estos movimientos gruesos provienen de grandes grupos musculares y del movimiento de todo el cuerpo. Estas habilidades se desarrollan en un orden que va de la cabeza a los pies. Los niños suelen aprender a controlar la cabeza, la estabilidad del tronco y, a continuación, a ponerse de pie y caminar. Está demostrado que los niños expuestos a actividades lúdicas al aire libre desarrollarán mejores habilidades motoras gruesas.
Habilidades motoras gruesas pdf
Las habilidades motrices son las que permiten los movimientos y tareas que realizamos a diario. Las habilidades motoras finas son aquellas que requieren un alto grado de control y precisión en los pequeños músculos de la mano (como el uso de un tenedor). Las habilidades motoras gruesas utilizan los músculos grandes del cuerpo para permitir el equilibrio, la coordinación, el tiempo de reacción y la fuerza física para que podamos hacer movimientos más grandes, como caminar y saltar.
Las habilidades motrices permiten los movimientos que los niños necesitan para las tareas cotidianas, desde alimentarse hasta desplazarse de un lugar a otro. Normalmente, los niños desarrollan ciertas habilidades motrices a edades específicas, pero no todos los niños alcanzan los hitos precisamente al mismo tiempo. Un niño con deficiencias motrices tiene problemas para moverse de forma controlada, coordinada y eficaz. Si tu hijo parece tener un retraso en el desarrollo de la motricidad fina o gruesa, es probable que se someta a una evaluación y que necesite fisioterapia o terapia ocupacional para ponerse al día.
Puedes animar a tu bebé a mejorar su motricidad fina colocándole debajo de un gimnasio de juegos, utilizando sonajeros en las muñecas o los tobillos o moviendo un juguete de colores para que pueda seguirlo visualmente. En el caso de los niños pequeños, las actividades que pueden mejorar la motricidad fina incluyen animarles a coger objetos con pinzas, construir con bloques y hacer proyectos de manualidades. También puedes animar a los niños pequeños y a los preescolares a jugar con plastilina, esponjas, pasta o juguetes de agua.