Ambigüedad sintáctica
Los chistes son muy comunes en nuestra vida, breves pero exquisitos y artísticos. El vietnamita y el inglés tienen muchos chistes basados en el uso de lenguajes ambiguos. Los oyentes/lectores reconocen situaciones o acontecimientos ridículos gracias a las “herramientas” del lenguaje ambiguo en combinación con el conocimiento y la sensibilidad de su lengua. La ambigüedad sintáctica es un tipo de ambigüedad lingüística y se produce en las frases que tienen más de un significado porque sus relaciones sintácticas pueden distinguirse de diferentes maneras. Hay muchos tipos de ambigüedad sintáctica, pero el documento examina principalmente el tipo de bromas debidas a la ambigüedad de apego y analítica. Este trabajo presenta las características de la ambigüedad sintáctica como “medio” para componer la comicidad de los chistes en vietnamita e inglés; al mismo tiempo, presenta las similitudes y diferencias entre los tipos de chistes debidos a la ambigüedad sintáctica de vietnamitas e ingleses.
Vinh, T. T. (2018). Los tipos de chistes debidos a la ambigüedad sintáctica (Ilustrado por los idiomas vietnamita e inglés). Revista de Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología – Ciencias Sociales y Humanidades, 1(4), 95-104. https://doi.org/https://doi.org/10.32508/stdjssh.v1i4.468
Frases ambiguas
La ilustración de la Oruga de Sir John Tenniel para Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, destaca por su ambigua figura central, cuya cabeza puede verse como el rostro de un hombre con la nariz y la barbilla puntiagudas, o como el extremo de la cabeza de una oruga real, con las dos primeras patas derechas “verdaderas” visibles[1].
La ambigüedad es un tipo de significado en el que una frase, un enunciado o una resolución no están explícitamente definidos, por lo que son plausibles varias interpretaciones. Un aspecto común de la ambigüedad es la incertidumbre. Por tanto, es un atributo de cualquier idea o afirmación cuyo significado no puede resolverse definitivamente según una regla o proceso con un número finito de pasos. (La parte ambigua del término refleja una idea de “dos”, como en “dos significados”).
El concepto de ambigüedad suele contrastarse con el de vaguedad. En la ambigüedad se permiten interpretaciones específicas y distintas (aunque algunas no sean inmediatamente obvias), mientras que con la información vaga es difícil formarse una interpretación con el nivel de especificidad deseado.
Ejemplos de ambigüedad semántica
La ilustración de la Oruga de Sir John Tenniel para Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, destaca por su ambigua figura central, cuya cabeza puede verse como el rostro de un hombre con la nariz y la barbilla puntiagudas, o como el extremo de la cabeza de una oruga real, con las dos primeras patas derechas “verdaderas” visibles[1].
La ambigüedad es un tipo de significado en el que una frase, un enunciado o una resolución no están explícitamente definidos, por lo que son plausibles varias interpretaciones. Un aspecto común de la ambigüedad es la incertidumbre. Por tanto, es un atributo de cualquier idea o afirmación cuyo significado no puede resolverse definitivamente según una regla o proceso con un número finito de pasos. (La parte ambigua del término refleja una idea de “dos”, como en “dos significados”).
El concepto de ambigüedad suele contrastarse con el de vaguedad. En la ambigüedad se permiten interpretaciones específicas y distintas (aunque algunas no sean inmediatamente obvias), mientras que con la información vaga es difícil formarse una interpretación con el nivel de especificidad deseado.
Ambigüedad léxica
En la gramática inglesa, la ambigüedad sintáctica (también llamada ambigüedad estructural o gramatical) es la presencia de dos o más significados posibles dentro de una misma frase o secuencia de palabras, a diferencia de la ambigüedad léxica, que es la presencia de dos o más significados posibles dentro de una misma palabra. El significado previsto de una frase sintácticamente ambigua puede determinarse generalmente -aunque no siempre- por el contexto de su uso.
La ambigüedad sintáctica suele ser el resultado de una mala elección de palabras. Si no se tiene cuidado al seleccionar frases que, tomadas en un contexto connotativo y no denotativo, pueden tener más de un significado, o si las frases en las que se utilizan no están bien construidas, los resultados pueden ser a menudo confusos para los lectores u oyentes. He aquí algunos ejemplos:
En “Cognitive Psychology”, los autores M. Eysenck y M. Keane nos dicen que parte de la ambigüedad sintáctica se produce a un “nivel global”, lo que significa que oraciones enteras pueden estar abiertas a dos o más interpretaciones posibles, y citan la frase “Están cocinando manzanas” como ejemplo.