Conciencia moral deutsch
A pesar de la abrumadora popularidad del Papa Francisco, sólo uno de cada diez católicos estadounidenses dice que recurre al Papa “mucho” para que le guíe en cuestiones morales difíciles, según una encuesta del Pew Research Center sobre la religión en la vida cotidiana.
Más bien, la mayoría de los católicos dicen que miran hacia adentro en busca de orientación en sus vidas. Aproximadamente tres cuartas partes de los católicos estadounidenses (73%) dicen que confían “mucho” en su propia conciencia cuando se enfrentan a problemas morales difíciles, en comparación con el 21% que mira las enseñanzas de la Iglesia Católica, el 15% que recurre a la Biblia y el 11% que dice que confía mucho en el Papa.
Tal vez no sea sorprendente que los católicos altamente religiosos (definidos en nuestra encuesta como aquellos que dicen rezar diariamente y asistir a servicios religiosos al menos una vez a la semana) sean considerablemente más propensos que otros católicos a buscar orientación en las enseñanzas de la Iglesia, la Biblia y el Papa. Sin embargo, no más de la mitad de los católicos de alta religiosidad dan mucha importancia a cualquiera de estas fuentes de orientación, mientras que el 74% dice que confía mucho en su conciencia.
La conciencia moral en una frase
Hay quienes ven la conciencia moral como algo personal, interno, subjetivo y no criticable desde fuera. Incluso en el Catecismo de la Iglesia Católica se podría pensar en encontrar una justificación para tal punto de vista. Allí leemos: “El hombre tiene derecho a actuar en conciencia y en libertad para tomar personalmente decisiones morales. No se le debe obligar a actuar en contra de su conciencia. Tampoco se le debe impedir que actúe según su conciencia, especialmente en materia religiosa”.1
El problema de una visión excesivamente subjetiva es que no tiene en cuenta la cuestión. No contempla la cuestión de la conciencia en su totalidad, del mismo modo que esta cita del catecismo no se entendería correctamente si se dejara por sí sola sin verla en conjunción con los párrafos que la rodean.
La comprensión adecuada de la conciencia moral es básica para nuestra comprensión de la moral y para la vivencia de nuestra vida. Quisiera, por tanto, abordar en esta carta algunos de los aspectos más importantes de la conciencia, con la esperanza de que una comprensión más clara de los mismos se traduzca también en una apreciación más profunda de lo que es un don de conciencia y de por qué debemos, para nuestra propia felicidad eterna, atender a su adecuada formación.
Conciencia moral católica
Mi experiencia como profesor, consejero y confesor me ha confirmado repetidamente que existe una enorme confusión, especialmente entre los católicos, sobre la naturaleza de la conciencia moral. Esa experiencia también me ha enseñado lo delicado que es este tema. ¿Quieres que un grupo de personas se sienta inmediatamente incómodo? Empieza a hablar de la conciencia y, lo que es peor, sugiéreles que las ideas que tienen sobre la conciencia son quizás erróneas. En lo que sigue, ofreceré un esbozo de la concepción perenne, católica y de derecho natural (NL) de la conciencia -de una manera que espero sea accesible, no académica y pastoral-, esbozando primero y refutando cuatro conceptos erróneos populares sobre la conciencia moral.1
Para empezar, espero que la mayoría de nosotros estemos de acuerdo en que la conciencia no es el proverbial ángel sobre mi hombro, el antagonista del diablillo que me susurra tentaciones al oído encaramado en mi otro hombro. Sin embargo, aunque la mayoría de nosotros ha progresado más allá de esta comprensión infantil de la conciencia, me temo que un gran porcentaje de católicos todavía trabaja bajo alguna forma de concepto erróneo sobre la naturaleza de la conciencia moral.
Ensayo sobre la conciencia moral
La conciencia es un proceso cognitivo que suscita emociones y asociaciones racionales basadas en la filosofía moral o el sistema de valores de un individuo. La conciencia contrasta con la emoción o el pensamiento provocados por asociaciones basadas en percepciones sensoriales inmediatas y respuestas reflejas, como las respuestas simpáticas del sistema nervioso central. En términos comunes, la conciencia suele describirse como algo que provoca sentimientos de remordimiento cuando una persona comete un acto que entra en conflicto con sus valores morales. La medida en que la conciencia informa el juicio moral antes de una acción y si tales juicios morales están o deben estar basados en la razón ha sido motivo de debate a lo largo de gran parte de la historia moderna entre las teorías de los fundamentos de la ética de la vida humana en yuxtaposición a las teorías del romanticismo y otros movimientos reaccionarios posteriores al final de la Edad Media.
Buda sentado, Gandhara, siglo II de nuestra era. El Buda vinculó la conciencia con la compasión por aquellos que deben soportar las ansias y el sufrimiento en el mundo hasta que la conducta correcta culmina en la atención plena y la contemplación correcta.