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¿Cómo ayudar a su hijo a aprender ciencias?

abril 17, 2022

Experimentos científicos para el jardín de infancia

El juego ofrece a los niños una forma de explorar de forma creativa, sin límites y sin interferencias. A través del juego, los niños pueden buscar respuestas a algunas de las preguntas científicas más puras y poderosas.

Los niños son científicos natos y son expertos en el juego. Estas dos cosas no se excluyen mutuamente. Un importante conjunto de investigaciones ha demostrado que el juego y la ciencia están de hecho entrelazados. A menudo no se puede tener uno sin el otro, especialmente cuando los niños están en sus años de desarrollo. La curiosidad de un niño es un poderoso motor para la exploración, la investigación y la indagación. De hecho, es nuestra capacidad innata de asombro la que a menudo impulsa el aprendizaje, despierta nuestro interés y nos empuja a querer aprender más.

El juego libre significa proporcionar materiales a tu hijo y salir del paso, siempre que esos materiales sean seguros. En otras palabras, no debe haber interferencias, ni objetivos, ni tareas bienintencionadas.

Según investigaciones recientes, el juego libre en la ciencia conduce a un mayor desarrollo conceptual. Por ejemplo, un niño puede descubrir conceptos de electricidad estática, como la adherencia estática, jugando con globos. Ahora bien, hay que tener en cuenta que no descubrirá el vocabulario a través de su juego, pero cuando ese vocabulario es introducido, ya sea por los padres o por los profesores, tiene una experiencia significativa a la que puede asociar esos términos.

Ayudar a su hijo a aprender

Y Sally Roberts ha sido profesora adjunta de educación matemática en la Universidad Estatal de Wayne y ha dirigido el programa GO-GIRL (Gaining Options: Girls Investigate Real Life) de 2002 a 2018, que ofrece a las niñas de séptimo grado una exposición gratuita a la educación STEM y a las carreras relacionadas.

Cultivar un huerto con tus hijos no solo les ayuda a entender mejor el ciclo de vida de las plantas, sino que también les da la oportunidad de formular una hipótesis sobre lo que podría funcionar mejor para la planta, dice Merrell.

“Plante algunas (semillas) en la arena frente a la tierra, o en la sombra frente a la luz del sol, para que puedan probar lo que realmente funciona”. Durante los meses más fríos, coloca unas cuantas macetas cerca del alféizar de la ventana para que experimenten en el interior.

Los niños tienen una curiosidad innata, pero a medida que crecen ésta puede disminuir. Una forma de hacer que los niños se aficionen a la ciencia es ponerlos en contacto con jóvenes que hacen carrera en este campo, dice Roberts.

La mayoría de los padres recuerdan el clásico proyecto de la feria de ciencias en el que el dióxido de carbono -creado al mezclar bicarbonato de sodio y vinagre- sale de la chimenea de un volcán. Si no lo has probado, empieza por ahí.

Cómo estudiar la ciencia

El debate sobre cómo enseñar a leer a edades tempranas ha sido intenso durante un siglo. Pero en las últimas décadas, la ciencia cognitiva ha sido clara: enseñar a los niños pequeños a descifrar el código -enseñarles fonética sistemática- es la forma más fiable de asegurarse de que aprendan a leer palabras.

NOTA: El texto de este artículo contiene anotaciones. Para ver la lista de anotaciones, desplácese hasta el final de la página.¿Cómo aprenden los niños a leer? Durante casi un siglo, los investigadores han discutido sobre esta cuestión. La mayor parte del desacuerdo se ha centrado en las primeras etapas del proceso de lectura, cuando los niños pequeños empiezan a descifrar las palabras de una página.

Una de las teorías es que la lectura es un proceso natural, como aprender a hablar. Según esta teoría, si los profesores y los padres rodean a los niños de buenos libros, éstos aprenderán a leer por sí solos. Otra idea sugiere que la lectura es una serie de conjeturas estratégicas basadas en el contexto, y que hay que enseñar a los niños estas estrategias de adivinación.Pero las investigaciones han demostrado que la lectura no es un proceso natural(1), ni un juego de adivinanzas. El lenguaje escrito es un código. Ciertas combinaciones de letras representan de forma predecible ciertos sonidos. Y durante las últimas décadas, la investigación ha sido clara: enseñar a los niños pequeños a descifrar el código -enseñarles fonética sistemática- es la forma más fiable de asegurarse de que aprenden a leer palabras.Por supuesto, leer es algo más que ver una palabra en una página y pronunciarla en voz alta. Por lo tanto, la enseñanza de la lectura es mucho más que una simple enseñanza de la fonética. La lectura requiere que los niños den sentido a la letra impresa. Necesitan conocer los diferentes sonidos del lenguaje hablado y ser capaces de relacionar esos sonidos con las letras escritas para descifrar las palabras. Necesitan un conocimiento profundo del fondo y del vocabulario para entender las palabras que leen. Con el tiempo, deben ser capaces de reconocer la mayoría de las palabras de forma automática y leer con fluidez un texto conectado, prestando atención a la gramática, la puntuación y la estructura de las frases.

Todo lo que necesitas saber sobre la ciencia pdf

VistasCómo aprenden las ciencias los niños pequeños01 de enero de 2016Base de conocimientosEste artículo de la Base de conocimientos fue escrito en colaboración con las contribuciones de Amy Grack Nelson, Kevin Crowley, Scott Pattison, Elsa Bailey y CAISE Admin.  Este artículo fue migrado desde una versión anterior de la Base de Conocimientos. El sello de fecha no refleja la fecha de publicación original.

Este artículo aborda el aprendizaje de las ciencias de los niños de la primera infancia y de preescolar en entornos de aprendizaje informales y de libre elección, como los museos y los centros de ciencias, centrándose en las interacciones cotidianas de estos niños de cinco años o menos con sus padres y familiares.

Los niños pequeños piensan como científicos de muchas maneras. Los Estándares Científicos de la Próxima Generación (http://www.nextgenscience.org) describen ocho prácticas que coinciden con la forma en que los niños pequeños aprenden y se involucran:

Las investigaciones sugieren que “la práctica real de la ciencia o la ingeniería también puede despertar la curiosidad de los estudiantes, captar su interés y motivar su estudio continuado; los conocimientos así adquiridos les ayudan a reconocer que el trabajo de los científicos e ingenieros es un esfuerzo creativo, que ha afectado profundamente al mundo en el que viven” (Consejo Nacional de Investigación, 2012).

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