Símbolo del mandala
La propia palabra “mandala” significa “círculo” y, a menudo, eso es lo que parece un mandala. Un círculo. Los círculos tienen un significado muy evocador en las tradiciones religiosas hindúes y budistas. Los mandalas surgieron en las tradiciones religiosas de la India y el Himalaya como formas artísticas de representar el universo espiritual. Las antiguas escrituras hindúes consideran que el tiempo es circular, que tiene un periodo de creación, un periodo de existencia floreciente y una destrucción que lleva a otra creación inevitable. Los mandalas modernos que podemos ver en los libros para colorear o en las obras de arte contemporáneas se utilizan como medio para reducir el estrés, conectar profundamente con uno mismo y apreciar las formas de belleza en el mundo.
Muchos de los mandalas que encontramos proceden de la tradición budista tibetana, donde el significado espiritual de la obra es representar el reino puro y sagrado de la existencia creado por un Buda. Suelen ser pinturas muy detalladas realizadas en el estilo “thangka”, que se caracterizan por la riqueza de sus colores y las extravagantes representaciones de las cosmologías budista e hindú.
Hacer un mandala
El anillo exterior de un mandala, conocido como anillo de fuego, sirve de frontera entre el mundo exterior, lleno de caos, y la santidad que se encuentra dentro del mandala. El viaje místico no comienza hasta que uno ha abandonado el samsara, el mundo de los fenómenos, y ha atravesado las llamas que sirven de barrera al mandala.
Dentro del anillo de fuego hay un segundo anillo, conocido como el anillo de los vajras. En sánscrito, vajras significa tanto “rayo” como “diamante”. El rayo representa la verdad y el poder, y el diamante es un símbolo de pureza e indestructibilidad.
Las raíces del loto están en el barro, lo que representa la oscuridad al principio del viaje del místico. La flor del loto flota en el agua clara y se abre al cielo, representando la iluminación al final del viaje.
El cuadrado que se encuentra en el interior del mandala, más allá de los anillos interiores, parece un templo tradicional indio y representa el palacio de la deidad. Las cuatro puertas suelen estar custodiadas por los Lokapalas, o guardianes de los cuatro puntos cardinales.
Significado de los tatuajes de mandalas
Este símbolo geométrico místico, presente en muchas culturas a lo largo del tiempo, representa el universo que lo abarca todo y se conoce en sánscrito como “círculo sagrado”. Los mandalas se han utilizado en la práctica espiritual durante miles de años en diferentes religiones, culturas y contextos artísticos para evocar energías meditativas y curativas.
Como los círculos aparecen en la naturaleza (por ejemplo, el sol, la luna o las flores), se cree que el mandala nos conecta con el mundo natural, representando la unidad y el ciclo de la vida. La geometría sagrada del mandala atrae nuestra atención hacia el interior, unificando el centro de nuestro ser con el cosmos, atrayendo un estado de armonía y plenitud.
Piensa en la cita de Buda anterior. Ahora, mira de cerca un mandala. El centro del mandala representa tu mente, tus emociones, tus percepciones y tu visión de la vida. Esta energía se extiende hacia el exterior para formar el tapiz cotidiano de tu mundo, abarcando tu realidad material, tus interacciones y relaciones.
Este círculo sagrado puede verse como una guía espiritual que ilumina el camino a lo largo del viaje hacia nuestro verdadero ser interior, revelando la conciencia de quiénes somos y la naturaleza subyacente de nuestra realidad. ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi propósito en la vida? Meditar con un mandala puede ayudarnos a comprender el significado de nuestras preguntas más fundamentales.
Mandala budista
Un mandala (sánscrito: मण्डल, romanizado: maṇḍala, lit. ‘círculo’, [ˈmɐɳɖɐlɐ]) es una configuración geométrica de símbolos. En varias tradiciones espirituales, los mandalas pueden emplearse para centrar la atención de los practicantes y adeptos, como herramienta de guía espiritual, para establecer un espacio sagrado y como ayuda para la meditación y la inducción al trance. En las religiones orientales del hinduismo, el budismo, el jainismo y el sintoísmo se utiliza como un mapa que representa a las deidades o, especialmente en el caso del sintoísmo, a los paraísos, los kami o los santuarios reales[1][2] Un mandala suele representar el viaje espiritual, partiendo del exterior hacia el núcleo interno, a través de capas.
En el hinduismo, un mandala básico, también llamado yantra, tiene la forma de un cuadrado con cuatro puertas que contienen un círculo con un punto central. Cada puerta tiene la forma general de una T.[3] Los mandalas suelen tener un equilibrio radial[4].
Un yantra es similar a un mandala, pero normalmente más pequeño y con una paleta de colores más limitada. Puede ser una composición geométrica bidimensional o tridimensional utilizada en sadhanas, pujas o rituales de meditación, y puede incorporar un mantra en su diseño. Se considera que representa la morada de la deidad. Cada yantra es único y llama a la deidad a la presencia del practicante a través de los elaborados diseños geométricos simbólicos. Según un experto, “los yantras funcionan como símbolos reveladores de las verdades cósmicas y como cartas de instrucción del aspecto espiritual de la experiencia humana”[5].