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El síndrome de Wendy y Peter Pan en las relaciones trata de personas que se empeñan en que su Peter Pan crezca. El tema principal de la historia es el conflicto entre querer seguir siendo un niño, pero saber que hay que hacerse adulto. Todos tenemos que crecer. Pero hoy más que nunca luchamos contra ello. Los mundos de fantasía parecen más seguros que los desalentadores pensamientos de asumir la responsabilidad de una relación, una pareja, los hijos o incluso un sistema familiar.
El síndrome de Wendy y Peter Pan en las relaciones retrata a la mujer como muy maternal, y se sugiere que su papel en la vida debe ser el de nutrir a los niños. Se trata de una representación estereotipada del papel de la mujer en la sociedad. Incluso se sugiere que Wendy se está enamorando de Peter, pero él le dice que piensa en ella más como una figura materna. Parte del desarrollo detenido de Peter, su deseo de ser un niño para siempre, también está envuelto en un enigma freudiano en el que sólo puede ver a las mujeres de su vida como madres potenciales. De hecho, se insinúa que su principal trauma, lo que le envió al País de Nunca Jamás, fue ser abandonado por su madre. Huyó de su cochecito cuando era niño y, cuando volvió a su guardería, su madre había cerrado la ventana y ya no esperaba que volviera a casa. Los “problemas con la madre” de Peter son, por tanto, el centro de su carácter, la razón por la que se ha convertido en un personaje tan temerario y buscador de aventuras, y por la que siempre está en busca de una madre.
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El “síndrome de Peter Pan” afecta a personas que no quieren o se sienten incapaces de crecer, personas con cuerpo de adulto pero mente de niño. No saben o no quieren dejar de ser niños y empezar a ser madres o padres.
El síndrome no se considera actualmente una psicopatología, dado que la Organización Mundial de la Salud no lo ha reconocido como un trastorno psicológico. Sin embargo, un número cada vez mayor de adultos presenta comportamientos emocionalmente inmaduros en la sociedad occidental. Son incapaces de crecer y asumir responsabilidades de adultos, e incluso se disfrazan y disfrutan como adolescentes cuando tienen más de 30 años.
Humbelina Robles Ortega, profesora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada y experta en trastornos emocionales, advierte que la sobreprotección de los padres puede llevar a los hijos a desarrollar el Síndrome de Peter Pan, ya que “suele afectar a personas dependientes que han sido sobreprotegidas por sus familias y no han desarrollado las habilidades necesarias para afrontar la vida.” Los ‘Peter Pans’ de la sociedad actual “ven el mundo de los adultos como algo muy problemático y glorifican la adolescencia, por lo que quieren permanecer en ese estado de privilegio”.
La historia de Paul y Wendy
Christos y yo llevamos tres años juntos y nos fuimos a vivir juntos el año pasado. Al principio su actitud infantil me fascinaba, sobre todo el hecho de que todo le pareciera sencillo y gracioso. Me di cuenta cuando nos fuimos a vivir juntos, que las cosas no serían tan casuales, ya que él fue criado de manera que no tenía ninguna responsabilidad y estaba acostumbrado a no tomar ninguna. Yo soy la que limpia la casa y paga las facturas. Pero siempre es así, ¿no? Algunos dicen que los hombres son niños eternos y nosotras, como mujeres, debemos cuidar y apoyar a nuestros hombres en nuestras vidas. ¿Cómo se puede cambiar un comportamiento que tiene sus raíces en tantas generaciones anteriores? ¿Alguien cree que estar sola es mejor?
María tiene 29 años, ha terminado sus estudios universitarios y su afición es la fotografía. Se cuida y es una joven independiente y guapa. Una tercera persona podría suponer que es una chica moderna que lo tiene todo, o eso parece. Sin embargo, ¿podría haber alguna brecha emocional oculta bajo la superficie en esta relación “perfecta”?
Dra. Wendy Lawson, “Historia personal de Wendy y perspectiva de
Seguramente habrás oído hablar del síndrome de Peter Pan, quizás, muchos os habréis preguntado si el síndrome de Wendy es opuesto. Pon el siguiente ejercicio y obtén la respuesta: cierra los ojos y vuelve al país de Nunca Jamás. Wendy es la niña que cuida de los personajes de la historia en el mundo de la fantasía, que es capaz de hacer aquello a lo que Peter Pan no se atreve, asume sus riesgos, responsabilidades, etc., pero siempre permanece en un segundo plano. Peter Pan, es el protagonista que triunfa gracias a los esfuerzos de Wendy. ¿Abrir los ojos y volver a la vida real suena? Seguro que si no eres tú mismo, alguna Wendy te ha venido a la mente. No es un personaje de cuento, Wendy es real y es un problema que requiere que actúes para soclucionarlo.
El síndrome de Wendy se refiere a la necesidad de satisfacer y llenar los deseos de otra persona, que comúnmente tiende a ser la pareja o los hijos. Las influencias culturales hacen que las mujeres sean más propensas a sufrir este problema.
Aunque este síndrome no tiene entidad clínica en los principales manuales de diagnóstico, lo cierto es que existen una serie de características definitorias del mismo y que nos pueden ayudar a definir el perfil de una persona afectada por el síndrome de Wendy: