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¿Cómo hacer ejercicio con la lengua?

abril 6, 2022

Ejercicios de articulación

Derechos y permisosImpresiones y permisosSobre este artículoCite este artículoVan den Steen, L., Vanderwegen, J., Guns, C. et al. Tongue-Strengthening Exercises in Healthy Older Adults: Does Exercise Load Matter? A Randomized Controlled Trial.

Dysphagia 34, 315-324 (2019). https://doi.org/10.1007/s00455-018-9940-5Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard

Ejercicios de pronunciación en inglés

La disfagia es una afección caracterizada por la dificultad para masticar y tragar correctamente los alimentos o líquidos. La acción de masticar y tragar implica la coordinación entre el cerebro, los nervios y los músculos. Los daños en el cerebro provocados por un accidente cerebrovascular, una demencia, un tumor cerebral u otra enfermedad cerebral pueden dificultar la masticación y la deglución.  Los daños en la columna cervical (la parte superior de la columna vertebral) también pueden causar disfagia al afectar a los nervios que controlan los músculos de la masticación y la deglución.

La lengua es un participante clave en el mecanismo de la deglución. Mueve los alimentos por la boca y ayuda a formar un bolo alimenticio adecuado (comida masticada y lubricada). La lengua también es necesaria para transportar el bolo alimenticio hacia la faringe (parte posterior de la garganta), donde puede ser canalizado hacia el esófago por otros músculos de importancia similar.

Los accidentes cerebrovasculares y otras lesiones cerebrales pueden perjudicar el movimiento de la lengua, lo que invariablemente perjudica la capacidad de tragar. La falta de capacidad normal para tragar es un problema grave y puede provocar una neumonía o un atragantamiento grave, lo que puede impedir que el aire llegue a los pulmones.

Ejercicios de motricidad oral

Propósito: Los enfoques de tratamiento basados en el ejercicio para la disfagia pueden mejorar la función de la deglución en parte por la inducción de cambios adaptativos en los músculos involucrados en la deglución y la deglución. Hemos demostrado previamente que tanto el envejecimiento como el ejercicio de resistencia progresiva de la lengua, en un modelo de rata, pueden inducir cambios biológicos en el geniogloso (GG); un músculo que eleva y protruye la lengua. Sin embargo, se desconocen los impactos del ejercicio lingual de resistencia progresiva en los músculos retrusivos (estilogloso, SG; hiogloso, HG) de la lengua. El propósito de este estudio fue examinar el impacto de un régimen de ejercicios de resistencia progresiva de la lengua en la musculatura retrusiva de la lengua en el contexto del envejecimiento. Dado que el envejecimiento altera los músculos retrusivos de la lengua a tipos de fibra de contracción más lenta, hipotetizamos que estos cambios biológicos pueden ser mitigados por el ejercicio de la lengua.

Métodos: Los músculos del hiogloso (HG) y del estilogloso (SG) de ratas macho Fischer 344/Brown Norway fueron evaluados en grupos de edad de jóvenes (9 meses de edad, n = 24), de mediana edad (24 meses de edad, n = 23), y de edad (32 meses de edad, n = 26), después de recibir un período de 8 semanas de ejercicio protrusivo de resistencia progresiva de la lengua, o condiciones de ejercicio simulado. Tras el ejercicio, se evaluaron in vivo las propiedades contráctiles de los músculos HG y SG de la lengua. A continuación, se aislaron los músculos HG y SG y se analizaron para determinar la composición de la isoforma de la cadena pesada de la miosina (MyHC).

Ejercicios de terapia miofuncional

Los ejercicios de fortalecimiento de la lengua pueden ayudar a mejorar la deglución. Con la práctica, estos ejercicios pueden ayudarle a aumentar la fuerza y la movilidad de la lengua. Esto puede mejorar su capacidad para tragar, especialmente cuando se utiliza con otros tipos de ejercicios de deglución.

Antes de tragar, se mastica la comida hasta alcanzar un tamaño, una forma y una consistencia que puedan tragarse. Al tragar, este material pasa por la boca y llega a una parte de la garganta llamada faringe. Desde allí, la comida masticada pasa por un tubo largo (esófago) antes de entrar en el estómago y en el resto del tubo digestivo.

Este movimiento requiere una serie de acciones coordinadas de tus músculos a lo largo de este camino. Si algo no funciona correctamente, puede provocar problemas para tragar. La debilidad muscular en estas zonas puede dificultar la deglución adecuada. Los ejercicios de deglución pueden aumentar la fuerza, la movilidad y el control de estos músculos. Con el tiempo, esto puede ayudarle a volver a tragar con normalidad.

Supongamos, por ejemplo, que tiene un problema con la primera fase de la deglución, antes de que la comida salga de la boca. Si es así, puede beneficiarse de trabajar los músculos de esta región, como las mejillas, la lengua y los labios. En este caso, los ejercicios de la lengua pueden ser útiles. En concreto, los ejercicios de fortalecimiento de la lengua pueden ayudarle a manipular los alimentos dentro de la boca y a mover el material hacia la faringe.

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