9
¿Por qué la gente piensa? ¿Por qué calculan el espesor de las paredes de una caldera y no dejan que el azar lo determine? ¿Puede una caldera calculada no explotar nunca? Por supuesto que sí. Pensamos en las acciones antes de realizarlas. Nos las representamos, pero ¿por qué? Esperamos y actuamos según la expectativa;… La expectativa [es] una acción preparatoria. Extiende los brazos como un jugador de pelota, dirige sus manos para atrapar la pelota. Y la expectación de un jugador de pelota es simplemente que prepara los brazos y las manos y mira la pelota.
Los dos epígrafes ya dan respuestas parciales, pero esenciales, a las preguntas del título. ¿De dónde viene la conciencia humana? En gran medida, es del uso excepcionalmente amplio de herramientas, que sería imposible sin la erección apoyada por los músculos glúteos exclusivamente fuertes. ¿Cuál es su función? Como indica Wittgenstein, es un conjunto de anticipaciones simuladas.
A pesar de las diferencias sustanciales, la mayoría de las teorías contemporáneas de la conciencia (por ejemplo, Dennett, 1991; Damasio, 1999; Edelman y Tononi, 2000; Koch, 2004; Maia y Cleeremans, 2005) la consideran un tipo de procesamiento de información. El presente trabajo, en cambio, lo considera un tipo de comportamiento. El comportamiento es un ajuste biológico mediante movimientos y todo tipo de actividad fisiológica relacionada con el movimiento (véase Keijzer, 2005, para los principios generales del análisis teórico moderno del comportamiento). Por supuesto, el cerebro desempeña un papel fundamental en el control del comportamiento. Las formas complejas de comportamiento (incluida la conciencia) requieren necesariamente, y se hacen posibles gracias a la complejidad del cerebro que las controla. Pero no existe ningún isomorfismo entre un sistema controlador y un sistema controlado.
1
A primera vista, la figura 8.7.1 parece ser sólo puntos de color al azar, pero en ella se esconde la forma tridimensional de una abeja. ¿Puedes verla entre los puntos? Esta figura es un ejemplo de estereograma, que es una imagen bidimensional que, cuando se ve correctamente, revela un objeto tridimensional. Si no puedes ver la imagen oculta, no significa que haya algo mal en tus ojos. Todo depende de cómo interpreta el cerebro lo que perciben los ojos. Los ojos son órganos sensoriales especiales, y la visión es uno de nuestros sentidos especiales.
El cuerpo humano tiene dos tipos básicos de sentidos, llamados sentidos especiales y sentidos generales. Los sentidos especiales tienen órganos sensoriales especializados que recogen la información sensorial y la transforman en impulsos nerviosos. Los sentidos especiales son la visión (para la que los ojos son los órganos sensoriales especializados), la audición (oídos), el equilibrio (oídos), el gusto (lengua) y el olfato (fosas nasales). Los sentidos generales, en cambio, están asociados al sentido del tacto. Carecen de órganos sensoriales especiales. En su lugar, la información sensorial sobre el tacto es recogida por la piel y otros tejidos corporales, todos los cuales tienen funciones importantes además de recoger información sensorial. Sin embargo, tanto si los sentidos son especiales como generales, todos dependen de unas células denominadas receptores sensoriales.
¿En qué sentido todos nuestros órganos sensoriales funcionan de forma similar?
Sana, una mujer francesa de 31 años, menuda y de pelo castaño rizado, está atada a una silla en el Centro Clínico de los Institutos Nacionales de Salud. Frente a ella, un escritorio. A su alrededor, 12 cámaras de infrarrojos que siguen todos sus movimientos. La prueba está a punto de comenzar.
Sobre el escritorio, un cilindro negro se encuentra en posición vertical. Está coronado por una bola de plástico plateada. Este es el reto: Se le pide que se toque la nariz y luego toque la pelota que tiene delante. Es fácil. Se toca la nariz. Toca la pelota.
De repente, es como si la ubicación de la pelota se hubiera borrado de su mente. Va a tientas, moviendo el brazo hacia la izquierda y hacia la derecha. Cuando consigue tocar la pelota, parece un accidente. Se esfuerza por encontrar la nariz en su cara, fallando rotundamente unas cuantas veces.
Cuando cerramos los ojos, nuestra sensación del mundo y del lugar que ocupa nuestro cuerpo en él no desaparece. Queda una impresión invisible. Este sentido se llama propiocepción, es decir, la conciencia de dónde están nuestros miembros y cómo se sitúa nuestro cuerpo en el espacio. Y, al igual que los demás sentidos -la vista, el oído, etc.-, ayuda a nuestro cerebro a orientarse en el mundo. Los científicos lo denominan a veces nuestro “sexto sentido”.
8
Este artículo puede ser demasiado técnico para la mayoría de los lectores. Por favor, ayude a mejorarlo para que sea comprensible para los no expertos, sin eliminar los detalles técnicos. (Mayo 2021) (Aprende cómo y cuándo eliminar este mensaje de la plantilla)
En los organismos, un órgano sensorial consiste en un grupo de células sensoriales interrelacionadas que responden a un tipo específico de estímulo físico. A través de los nervios craneales y espinales (nervios de los sistemas nerviosos central y periférico que transmiten la información sensorial hacia y desde el cerebro y el cuerpo), los diferentes tipos de células receptoras sensoriales (como mecanorreceptores, fotorreceptores, quimiorreceptores, termorreceptores) en los órganos sensoriales transducen la información sensorial desde estos órganos hacia el sistema nervioso central, llegando finalmente a las cortezas sensoriales en el cerebro, donde las señales sensoriales son procesadas e interpretadas (percibidas).
Los animales no humanos experimentan la sensación y la percepción, con distintos niveles de similitud y diferencia con los humanos y otras especies animales. Por ejemplo, los mamíferos en general tienen un sentido del olfato más fuerte que los humanos. Algunas especies animales carecen de uno o más sistemas sensoriales análogos a los humanos y otras tienen sistemas sensoriales que no se encuentran en los humanos, mientras que otras procesan e interpretan la misma información sensorial de maneras muy diferentes. Por ejemplo, algunos animales son capaces de detectar campos eléctricos[8] y magnéticos,[9] la humedad del aire.[10] o la luz polarizada,[11] Otros perciben y perciben a través de sistemas alternativos como la ecolocalización.[12][13] Teorías recientes sugieren que las plantas y los agentes artificiales, como los robots, pueden ser capaces de detectar e interpretar la información ambiental de forma análoga a los animales.[14][15][16]