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¿Cuáles son los 7 sentidos sensoriales?

marzo 29, 2022

Cinco sentidos

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Todos hemos oído hablar de los 5 sentidos. Hasta hace poco, no me había dado cuenta de que en realidad hay 8 sentidos que forman parte del sistema sensorial del cuerpo.    Hoy pensé en responder a la pregunta “¿Qué son los 8 sentidos?” y compartir más recursos para educarse en este importante sistema para el desarrollo infantil.

Personalmente, me fascina cómo funciona el cerebro y el sistema sensorial. Cada vez que hay una clase de educación continua en mi área sobre el sistema sensorial y el procesamiento sensorial siempre trato de asistir y SIEMPRE aprendo algo nuevo. Por eso hoy comparto con vosotros este post.

El sistema sensorial está compuesto básicamente por el cerebro, la médula espinal y las neuronas. Es el cableado neurológico por el cual percibimos y procesamos la información sensorial que viene del exterior e incluso del interior de nuestro cuerpo.

Cuáles son los seis sentidos

Los siete sentidos y la integración sensorial La integración sensorial es un proceso que se refiere a cómo captamos, interpretamos y reaccionamos posteriormente a la información sensorial procedente de nuestros órganos internos y nuestro entorno. La forma en que procesamos esta información puede afectar a nuestro aprendizaje, actividades de la vida diaria, confianza y comportamientos.

Sentido propioceptivo: Nuestro sentido de la conciencia corporal y del estiramiento muscular. Los receptores de nuestros músculos y articulaciones nos indican dónde acaba nuestro cuerpo y dónde empieza el resto del mundo. Las entradas en este sistema se producen a través del estiramiento de los músculos y las compresiones de las articulaciones y pueden ser calmantes para nuestro sistema sensorial. Este sistema es el responsable de que no necesitemos mirar las escaleras mientras caminamos; sabemos dónde está nuestro pie en relación con el suelo. Es el responsable de que podamos atravesar una puerta sin golpearnos los hombros y de que podamos maniobrar alrededor de personas y obstáculos. La interocepción es el sentido interno de la propiocepción de nuestros órganos internos y puede relacionarse con el aseo, la sensación de plenitud, etc.

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Probablemente oíste hablar por primera vez de los cinco sentidos en el jardín de infancia. Jugabas y practicabas lecciones que te ayudaban a aprender sobre la vista, el olfato, el sonido, el gusto y el tacto. Sin embargo, hay dos sentidos más que no se suelen mencionar en la escuela -el sexto y el séptimo- que se llaman sistema vestibular y propioceptivo. Estos sistemas están asociados al movimiento del cuerpo y pueden provocar dificultades de equilibrio cuando no funcionan correctamente.

El sistema propioceptivo proporciona información al cerebro sobre la posición del cuerpo en relación con el entorno (en qué dirección está, por ejemplo, o lo cerca que está de los obstáculos). El sistema propioceptivo también le indica la cantidad de esfuerzo que se utiliza para mover el cuerpo y regula tanto las respuestas emocionales como la información sensorial.

El sistema vestibular proporciona información a través del oído interno que nos indica la posición de nuestra cabeza y cómo (o si) nos estamos moviendo. Su comprensión del movimiento y el equilibrio le ayuda a coordinar el movimiento de la cabeza con los ojos, le permite utilizar ambos lados del cuerpo al mismo tiempo, le dice en qué dirección va y a qué velocidad, y le permite mantenerse erguido. El sistema vestibular es el GPS interno de tu cuerpo.

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La integración sensorial es la “organización de las sensaciones para su uso”. Nuestros sentidos nos dan información sobre nuestro cuerpo y el mundo que nos rodea. La información sensorial llega al cerebro en todo momento y éste tiene que organizarla para que podamos movernos, aprender y comportarnos adecuadamente. Este proceso de organización da sentido a lo que hemos experimentado al cribar toda la información entrante y seleccionar aquello en lo que nos centramos. Una integración sensorial adecuada constituye la base del aprendizaje académico y del comportamiento social, es decir, es la piedra angular del desarrollo sensorial, motor, perceptivo y cognitivo.

El cerebro tiene que localizar, clasificar y ordenar las sensaciones que le llegan del mundo, igual que un agente de tráfico dirige los coches en movimiento. Cuando las sensaciones fluyen hacia el cerebro de forma integrada, éste puede utilizarlas para guiar el aprendizaje, el comportamiento y las habilidades motoras. Cuando el flujo está desorganizado… la vida puede ser como un atasco en hora punta.

La integración sensorial se produce cuando el niño aprende a gatear, ponerse de pie y caminar. El juego en la infancia conduce a una mayor integración sensorial. Al interactuar con muchas cosas del mundo y adaptar su cuerpo y su cerebro a los retos físicos, el niño aprende a organizar las sensaciones de su cuerpo y de la gravedad, junto con las vistas y los sonidos que le rodean. Por eso el juego es tan importante para los niños: constituye la base de su desarrollo físico, académico, social y emocional.

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