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¿Cuáles son los tres elementos del habla?

abril 18, 2022
¿Cuáles son los tres elementos del habla?

Qué hace que una estructura de discurso sea buena

En el mundo actual nos bombardean constantemente con mensajes, tanto buenos como malos. No importa dónde vivas, dónde trabajes o vayas a la escuela, o qué tipo de medios de comunicación utilices, probablemente estés expuesto a cientos, si no miles, de mensajes publicitarios cada día. El investigador Norman W. Edmund calcula que en 2020 la cantidad de conocimientos en el mundo se duplicará cada setenta y tres días (Edmund, 2005).

Dado que vivimos en un mundo en el que estamos abrumados de contenidos, comunicar la información de forma accesible para los demás es hoy más importante que nunca. Para ayudarnos a entender mejor por qué es importante hablar en público, primero examinaremos la oratoria en la vida cotidiana. A continuación, analizaremos cómo la oratoria puede beneficiarle a usted personalmente.

Todos los días hay personas en Estados Unidos y en todo el mundo que se ponen de pie frente a algún tipo de público y hablan. De hecho, existe incluso una publicación mensual que reproduce algunos de los mejores discursos de todo Estados Unidos llamada Vital Speeches of the Day (http://www.vsotd.com). Aunque los discursos públicos son de varios tipos, en general pueden agruparse en tres categorías en función de su finalidad: informativos, persuasivos y de entretenimiento.

Lo que es importante para un discurso

En los últimos 17 años, probablemente he visto más de mil oradores y discursos. Algunos fueron buenos, otros malos, algunos memorables y otros inolvidables. Aunque a veces bromeo diciendo que he visto más oradores de los que cualquier persona debería estar humanamente sometida en su vida, en realidad me considero afortunado, ya que estas experiencias me han proporcionado una formación continua y una perspectiva a la que la mayoría de la gente no tiene acceso.

A menudo me preguntan qué es lo que busco en un orador, o qué hace que un discurso sea excelente, y lo he reducido a tres elementos esenciales: educación, entretenimiento e inspiración. Esto es lo que quiero decir con cada uno de estos ingredientes clave:

En primer lugar, creo que el propósito de un discurso es educar o iluminar a la audiencia y proporcionarle una nueva visión y perspectiva sobre el tema en cuestión. Independientemente del tema, un gran discurso necesita un gran contenido. Sin sustancia, es pura palabrería, que en el mejor de los casos puede ser entretenida y en el peor, aburrida. Incluso los grandes cómicos tienen sustancia, y no sólo te hacen reír, sino también pensar. Esto puede lograrse con hechos y resultados de investigación, historias y anécdotas, ideas únicas o pensamientos e ideas originales. En general, creo que las historias superan a los datos, pero dependiendo del tema, los datos pueden ser un elemento esencial de un discurso.

Cuerpo de un discurso

Debido a las obras de servicios públicos, la intersección de la calle 10 y la calle F está actualmente cerrada e inaccesible al tráfico de vehículos. Se puede acceder al garaje del edificio Atlantic girando hacia el norte por la calle 10 desde la calle E NW. Le rogamos que extreme la precaución al acceder al garaje, ya que el bloque es de doble sentido de circulación durante este cierre. Le rogamos que disponga de tiempo adicional para llegar al museo y al teatro.

Al comprender los tres elementos del discurso persuasivo de Aristóteles -las palabras griegas antiguas ethos, pathos y logos- los estudiantes podrán analizar la eficacia de las estrategias y elementos retóricos en los anuncios y discursos.

Muestre a los alumnos la imagen de Aristóteles enlazada más arriba, cubriendo el nombre de Aristóteles. Pregunte a los alumnos quién creen que es. ¿Qué trabajo podría tener? Diga a los alumnos que ésta es la imagen de la puerta de la Academia Nacional de Ciencias, que es una sociedad de científicos fundada por una ley del Congreso y firmada por el presidente Abraham Lincoln en 1863. Más de 500 miembros de la Academia han recibido el Premio Nobel. Pregunte qué podría calificar a una persona para ser retratada en la puerta de la Academia Nacional de Ciencias.

Ejemplo de discurso perfecto

La emisión vocal incluye los componentes de la emisión del discurso relacionados con la voz. Entre ellos están el ritmo, el volumen, el tono, la articulación, la pronunciación y la fluidez. Es importante tener en cuenta nuestra voz al pronunciar nuestro discurso por dos razones principales. En primer lugar, la emisión vocal puede ayudarnos a captar la atención del público y a interesarlo. En segundo lugar, la emisión vocal ayuda a garantizar que nuestras ideas se comunican con claridad.

Todos hemos tenido el disgusto de escuchar a un orador que no se siente atraído. Aunque a la persona le interese su tema, una presentación poco atractiva que no transmita entusiasmo se traducirá en una falta de interés para la mayoría de los miembros de la audiencia. Aunque un orador puede ser visualmente atractivo mediante la incorporación de movimientos y gestos, de los que hablaremos más adelante, un discurso plano o monótono puede resultar sedante o incluso molesto. Incorporar variedad vocal en términos de ritmo, volumen y tono es la clave para ser un orador de éxito.

El ritmo de la voz se refiere a la rapidez o lentitud con la que se habla. Si habla demasiado rápido, su audiencia no podrá absorber la información que presenta. Si habla demasiado despacio, el público puede perder el interés. La clave es variar el ritmo de la conversación en un rango medio, alejándose de los dos extremos, para mantener a la audiencia interesada. En general, un ritmo más alto indica que el orador está entusiasmado con su tema. Hablar despacio puede llevar al público a deducir que el orador no está interesado, no está informado o no está preparado para presentar su tema. Estas suposiciones negativas, sean ciertas o no, pueden perjudicar la credibilidad del orador. Después de haber evaluado miles de discursos, puedo decir que, en términos de ritmo, el problema al que se enfrentan los oradores es hablar demasiado rápido. El objetivo es hablar a un ritmo que interese al público y que transmita eficazmente la información. Hablar a un ritmo lento a lo largo de un discurso probablemente aburriría a la audiencia, pero eso no es algo común.

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