Tratamiento de la pericarditis
El pericardio mantiene el corazón en su sitio y le ayuda a funcionar correctamente. El saco está formado por dos finas capas de tejido que encierran el corazón. Entre las dos capas hay una pequeña cantidad de líquido. Este líquido evita que las capas se rocen entre sí y provoquen fricción.
La figura A muestra la ubicación del corazón y un corazón y pericardio (el saco que rodea al corazón) normales. La imagen del recuadro es un corte transversal ampliado del pericardio que muestra sus dos capas de tejido y el líquido entre las capas. La figura B muestra el corazón con pericarditis. La imagen del recuadro es un corte transversal ampliado que muestra las capas inflamadas y engrosadas del pericardio.
Son muchos los factores que pueden provocar una pericarditis. Las infecciones víricas son probablemente una causa común de pericarditis, aunque puede que nunca se encuentre el virus. Las infecciones bacterianas, fúngicas y de otro tipo también pueden causar pericarditis.
Tanto la pericarditis aguda como la crónica pueden alterar el ritmo y/o la función normal del corazón y posiblemente (aunque rara vez) provocar la muerte. Sin embargo, la mayoría de los casos de pericarditis son leves; desaparecen por sí solos o con reposo y un tratamiento sencillo.
Síntomas de la miocarditis
El dolor torácico puede ser el signo de algo grave, como un ataque al corazón. Si crees que puedes estar sufriendo un infarto, llama inmediatamente al triple cero (000) y pide una ambulancia. Si la llamada al triple cero (000) no funciona en su teléfono móvil, intente llamar al 112.
Los síntomas de la pericarditis pueden ser similares a los de un infarto, una neumonía, una embolia pulmonar, un neumotórax, una pleuritis o una costocondritis. Por lo tanto, siempre es importante buscar atención médica si tiene alguno de los síntomas mencionados anteriormente.
Su médico puede realizar una exploración física y escuchar su corazón con un estetoscopio. También puede realizarle análisis de sangre y otras pruebas, como un electrocardiograma (ECG), y sugerirle que se someta a una radiografía de tórax para comprobar el tamaño y la forma del corazón, o a otras pruebas de imagen, como un ecocardiograma (ecografía), un TAC o una resonancia magnética.
Si se encuentra una causa subyacente, se tratará en la medida de lo posible. También se le vigilará para detectar posibles complicaciones. También se le aconsejará que evite la actividad intensa hasta que los síntomas mejoren.
Pericarditis recurrente
La pericarditis es la hinchazón e inflamación del pericardio, un saco que rodea el corazón. Puede ser repentina o de larga duración. La forma más común es la pericarditis aguda (repentina). Los casos leves pueden mejorar por sí solos, mientras que los más graves pueden necesitar medicación y hospitalización.
La pericarditis de larga duración puede provocar una pericarditis constrictiva, en la que el saco que rodea el corazón se tensa con tejido cicatricial e impide que el corazón funcione correctamente. También puede requerir una intervención quirúrgica. El derrame pericárdico, es decir, el exceso de líquido alrededor del corazón, y la pericarditis constrictiva pueden darse a la vez.
Muchas cosas pueden causar una pericarditis y un derrame pericárdico repentinos, como virus, bacterias, hongos, cáncer, traumatismos en el corazón (como una lesión en el pecho), reacciones a medicamentos y exposición a la radiación. Sin embargo, en muchos casos se desconoce la causa real. Las personas que padecen enfermedades autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide, son más propensas a desarrollar pericarditis. La pericarditis constrictiva suele producirse cuando se tiene una pericarditis repetida (crónica).
Síntomas de la pericarditis
Una mujer de 35 años, corredora de maratón, con antecedentes de pericarditis aguda que se resolvió con tratamiento hace 3 meses, acude al servicio de urgencias con dolor torácico agudo y pleurítico que empeora en posición supina y se alivia al inclinarse hacia delante. Sus marcadores inflamatorios están elevados y su ECG se muestra a continuación:
Se le diagnostica pericarditis recurrente y se le administra colchicina e ibuprofeno. La paciente ha estado entrenando para una maratón que está a dos meses de distancia y está interesada en continuar su entrenamiento. ¿Cuál es la recomendación más adecuada?
Hay varias etiologías de pericarditis que se agrupan en gran medida en idiopáticas, infecciosas y no infecciosas. En el mundo desarrollado, la etiología más común es la idiopática o vírica,7 mientras que en el mundo en desarrollo la tuberculosis es la principal causa.8 El diagnóstico de la pericarditis se basa en una constelación de síntomas clínicos, examen físico, cambios en el ECG, anomalías de laboratorio y hallazgos de imagen. Normalmente, hay una historia de dolor torácico precordial característico que empeora con la inspiración y la posición supina, elevación cóncava difusa del segmento ST y desviación del PR en el ECG, y un roce pericárdico con o sin derrame pericárdico.4,9