Cómo es una jirafa
Descripción: El mamífero terrestre más alto, con un cuello de hasta 1,80 metros, la jirafa también es conocida por el singular patrón marrón y blanco de su pelaje (“pelage”) y sus largas pestañas y patas.
Cría: El embarazo de la jirafa suele durar unos 15 meses, con intervalos de dos años entre los nacimientos. Las hembras dan a luz durante todo el año y suelen alcanzar la madurez sexual entre los cinco y los siete años. Los machos alcanzan la madurez sexual entre los siete y los ocho años y viajan mucho para detectar e investigar a las hembras receptivas al apareamiento.
Tendencia de la población: Las jirafas ocuparon en su día gran parte de la sabana y los bosques de la sabana de África, pero actualmente la especie sólo permanece en una fracción de esa extensa área de distribución. Según la estimación de la UICN de 2016, las jirafas han sufrido un descenso de la población del 36 al 40% en los últimos 30 años. Hoy en día quedan aproximadamente 97.500 jirafas en África, en comparación con las más de 150.000 jirafas registradas en África en 1985 (o en las últimas tres generaciones).
¿Qué comen las jirafas?
Caracterizada por sus largas patas, su largo cuello y su distintivo patrón de manchas, mucha gente creyó al principio que la jirafa era un cruce entre un leopardo y un camello, lo que se refleja en su nombre científico, Giraffa camelopardalis.
Las jirafas viven principalmente en las zonas de sabana de la región subsahariana de África. Su extrema altura les permite comer hojas y brotes situados a mucha más altura de la que pueden alcanzar otros animales. En particular, buscan las acacias. Sus largas lenguas son útiles para comer porque ayudan a arrancar las hojas de los árboles. Una jirafa adulta pasa la mayor parte del día comiendo y consume más de 45 kg (100 libras) de hojas y ramas al día.
La jirafa macho es más alta y pesada que la hembra. Ambos sexos tienen unas protuberancias cubiertas de piel, llamadas osiconos, en la parte superior de la cabeza. Los osiconos de las hembras son más pequeños y tienen un pequeño mechón de pelo en la parte superior, mientras que los de los machos son calvos en la parte superior. Estas protuberancias se utilizan para proteger la cabeza cuando los machos luchan, lo que implica balancear sus cuellos entre sí en una demostración de fuerza llamada “necking”.
Datos curiosos de la jirafa
Las jirafas son los animales terrestres más altos. Una jirafa podría mirar por la ventana de un segundo piso sin ni siquiera tener que ponerse de puntillas. El cuello de una jirafa, de 1,8 metros, pesa unos 272 kilos. Las patas de una jirafa también miden 1,8 metros. Las patas traseras parecen más cortas que las delanteras, pero tienen aproximadamente la misma longitud. El corazón de una jirafa mide 0,6 metros y pesa unos 11 kilos, y sus pulmones pueden contener 55 litros de aire. Su pariente más cercano es el okapi.
Las jirafas tienen una pequeña joroba en la espalda y un patrón de manchas similar al de un leopardo. Durante mucho tiempo la gente llamó a la jirafa “camello-leopardo”, porque creían que era una combinación de camello y leopardo. De ahí viene el nombre de la jirafa camelopardalis.
Aunque un estudio sobre la genética de las jirafas publicado en la revista científica Current Biology llegó a la conclusión de que en realidad hay cuatro especies distintas de jirafas -que se dice que son tan diferentes entre sí como los osos polares lo son de los pardos-, actualmente se reconoce una, con nueve subespecies. Las subespecies tienen diferentes patrones de pelaje y viven en diferentes partes de África. Los colores del pelaje de las jirafas varían desde el bronceado claro hasta prácticamente el negro. Las diferencias se deben a lo que comen las jirafas y al lugar donde viven. Las marcas de cada jirafa son tan individuales como nuestras huellas dactilares.
¿Por qué las jirafas tienen cuernos?
Nuestras jirafas son híbridas, lo que significa que son una mezcla de algunas de las nueve subespecies y, por tanto, nunca las criaremos. Hace muchos años (antes de que conociéramos todas las subespecies) se criaban jirafas con jirafas. Hoy en día, los zoológicos modernos sólo crían jirafas de la misma subespecie juntas. Sin embargo, seguimos formando parte de un programa de cría gestionado y una parte importante de ese programa de cría es proporcionar un hogar a los machos híbridos para que otros zoológicos puedan seguir criando.
Por algo lo llaman “Camelopardalis” en latín. Debido a la ligera joroba en su espalda y al patrón de manchas en su piel, ¡alguna vez se les llamó camello-leopardo! Todo es cierto… ¡no es un cuento chino!
Algunas subespecies de jirafa están catalogadas como en peligro de extinción en la Lista Roja de la UICN debido al escaso número de ejemplares que quedan en la naturaleza. Varias organizaciones están investigando para conocer las poblaciones salvajes y se están haciendo esfuerzos para proteger su hábitat y aumentar la conciencia de su situación.