El ciclo de reflexión de Gibbs
Reflexionar sobre lo que hacemos en la práctica clínica diaria es una buena forma de considerar si el trato que damos a nuestros pacientes es tan eficaz como nos gustaría, e identifica las formas en que podemos mejorar.
Si bien es posible que estemos practicando de forma óptima, es probable que haya áreas de nuestra práctica que puedan mejorarse. La reflexión es una parte importante del mantenimiento de la competencia. Ayuda a identificar las necesidades de aprendizaje, contribuye a la mejora de la calidad y proporciona una forma de autocontrol de nuestra actuación.
La capacidad de reflexionar sobre las experiencias es una habilidad importante para todos los médicos. Como ya sabrás, se requiere que evidencies tu práctica reflexiva en tu ePortfolio como parte del Programa de la Fundación. La sección de reflexión incluye una serie de herramientas que te ayudarán a contemplar tus experiencias como médico de la Fundación, a considerar tus necesidades de aprendizaje y a gestionar tu carrera.
Es esencial dar un paso atrás y analizar nuestra jornada si queremos obtener algo más significativo de nuestros años de formación. Es una habilidad que todos podemos desarrollar. La falta de práctica reflexiva puede significar que caminemos sin ser conscientes de nuestro comportamiento y sus consecuencias, sin ser conscientes de las oportunidades que nos rodean y sin ser conscientes de las áreas en las que necesitamos desarrollarnos.
Proceso de reflexión
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La práctica reflexiva es la capacidad de reflexionar sobre las propias acciones para adoptar una postura o actitud crítica hacia la propia práctica y la de los compañeros, participando en un proceso de adaptación y aprendizaje continuos[1][2] Según una definición, implica “prestar atención crítica a los valores prácticos y a las teorías que informan las acciones cotidianas, examinando la práctica de forma reflexiva. Una de las razones principales de la práctica reflexiva es que la experiencia por sí sola no conduce necesariamente al aprendizaje; la reflexión deliberada sobre la experiencia es esencial[4][5].
La práctica reflexiva puede ser una herramienta importante en los entornos de aprendizaje profesional basado en la práctica, donde las personas aprenden de sus propias experiencias profesionales, más que del aprendizaje formal o de la transferencia de conocimientos. Puede ser la fuente más importante de desarrollo y mejora profesional personal. También es una forma importante de unir la teoría y la práctica; a través de la reflexión, una persona es capaz de ver y etiquetar formas de pensamiento y teoría en el contexto de su trabajo[6] Una persona que reflexiona a lo largo de su práctica no se limita a mirar hacia atrás en las acciones y eventos pasados, sino que está echando un vistazo consciente a las emociones, experiencias, acciones y respuestas, y utilizando esa información para añadirla a su base de conocimientos existente y alcanzar un nivel más alto de comprensión[7].
La importancia de la práctica reflexiva en enfermería
La reflexión es una parte básica de la enseñanza y el aprendizaje. Su objetivo es que seas más consciente de tus propios conocimientos y acciones profesionales “cuestionando los supuestos de la práctica diaria y evaluando de forma crítica las respuestas de los propios profesionales a las situaciones de la práctica” (Finlay, 2008). El proceso de reflexión te anima a trabajar con otros, ya que puedes compartir las mejores prácticas y apoyarte en otros. En última instancia, la reflexión hace que todos los estudiantes aprendan de forma más eficaz, ya que el aprendizaje puede adaptarse a ellos.
En el resto de esta unidad, examinaremos con más detalle los fundamentos de la práctica reflexiva. Examinaremos la investigación en la que se basa la práctica reflexiva, discutiremos sus beneficios y exploraremos algunos ejemplos prácticos. A lo largo de la unidad, te animaremos a pensar en cómo puedes incluir la práctica reflexiva en tu propia práctica en el aula.
La práctica reflexiva desarrolla su capacidad para comprender cómo aprenden sus alumnos y la mejor manera de enseñarles. Al reflexionar sobre tu enseñanza, identificas las barreras que tienen tus alumnos para aprender. A continuación, creas lecciones en las que vuelves a enseñar cualquier contenido al que tus alumnos no hayan podido acceder para permitirles superar cualquier obstáculo y desarrollarse.
Qué es la práctica reflexiva en la atención sanitaria y social
La reflexión es el proceso de dar sentido a una experiencia para aprender y mejorar como profesional.1 A menudo, reflexionamos como parte de nuestra práctica diaria sin ser conscientes de que lo estamos haciendo, por ejemplo, de camino a casa desde el trabajo.
Utilizar la reflexión en la atención sanitaria y social tiene beneficios para los pacientes y la profesión. Para hacerlo de forma eficaz, la reflexión implica describir, analizar y evaluar las experiencias de la práctica de una forma que ayude a darle sentido. La reflexión puede producirse antes, durante y, a menudo, después de un acontecimiento o experiencia, todo lo cual puede permitir el aprendizaje.
Cuando reflexiones, intenta no elegir un incidente negativo, ya que tendemos a insistir en las cosas que no van bien en lugar de centrarnos en las que sí van bien.2 Así que sé consciente de las cosas sobre las que reflexionas e intenta elegir algunas experiencias o eventos positivos. La reflexión suele realizarse de forma individual, pero también puede llevarse a cabo en grupos o equipos, dependiendo de la situación. Puede hacerse de manera informal o más formal, lo que incluye la reflexión con fines de revalidación.