¿Cuáles son las 5 características de una planta?
Janice Watson Photography/CC-BY 2.0 Las plantas son eucariotas, es decir, sus células tienen un núcleo. Forman tejidos, tienen múltiples células y crean alimentos a través de la fotosíntesis, que es el proceso de convertir la luz solar en energía.Otra característica de las plantas es que no se mueven voluntariamente, aunque pueden crecer ramas en una dirección determinada. Los animales tienen que moverse para buscar comida, pero las plantas permanecen inmóviles porque fabrican su propio alimento. Aunque algunas plantas marinas flotan en el agua, no se mueven por voluntad propia. Como la luz solar, el agua y el aire son necesarios para la fotosíntesis, la ramificación permite a la planta absorber la mayor cantidad posible de estas necesidades. A diferencia de las distintas especies de animales, que tienen una forma específica, las plantas de una misma especie no tienen una forma o un tamaño preestablecidos. Ambas cosas están influidas en parte por el entorno. La planta no crece de manera uniforme. Algunas partes crecen más rápido que otras. Las plantas no tienen sistema nervioso ni sistema excretor. Aunque las plantas responden a estímulos básicos, no tienen un sistema nervioso ni órganos sensoriales que las ayuden. Las plantas no producen residuos como los animales, por lo que no tienen un sistema excretor. En su lugar, los desechos, como el oxígeno, se liberan a la atmósfera a través de los poros de la superficie de la planta.
4
La forma de la planta y el hábito de crecimiento se encuentran entre las características más notables e importantes a efectos de identificación, así como para la selección de plantas paisajísticas. La forma de la planta, la forma tridimensional o el contorno de la silueta de una planta, está determinada por el hábito o patrón de ramificación. Por ejemplo, las plantas con un hábito de crecimiento excurrente tienen troncos únicos y no divididos y ramas laterales que suelen producir una forma general en forma de cono o pirámide. Esta forma de planta y este hábito de crecimiento son característicos de muchas gimnospermas como la Thuja plicata (cedro rojo occidental) y el Pseudotsuga menziesii (abeto de Douglas). Por el contrario, el hábito de crecimiento decurrente, o a veces llamado delicuescente, presenta varias ramas aproximadamente iguales que surgen del tronco o tallo y que se convierten en el principal sistema estructural de la planta. Este hábito da lugar a la típica forma redondeada o extendida de los árboles de hoja caduca como Acer macrophyllum (arce de hoja grande) o Acer platanoides (arce de Noruega), así como de muchos arbustos. Dependiendo del patrón de ramificación, se pueden utilizar otros términos descriptivos como vertical u horizontal, arqueado o llorón, abierto, ramificado o denso, tanto para los arbustos como para los árboles.
1
Para los que queremos que las plantas formen parte de nuestra vida diaria, hay que tener en cuenta algunas cosas a la hora de elegir las plantas de interior. Por ejemplo, debido a la estacionalidad, las plantas de exterior sólo duran un tiempo.
Antes de profundizar en la selección de plantas de interior, es esencial entender cómo se adaptan las plantas a las condiciones de poca luz. Tanto si viven en lo alto de una colina como en el suelo del bosque, las plantas se adaptan al lugar donde viven y sacan lo mejor de su entorno.
Evidentemente, las plantas de sombra han desarrollado características morfológicas, fisiológicas y bioquímicas que les permiten sobrevivir en condiciones de falta de luz como las que se dan en el sotobosque. Entre esas características se encuentran las siguientes:
El mismo principio se aplica a las plantas de sombra. Tienen células epidérmicas con forma de lente para enfocar la luz entrante dentro del mesófilo (células vegetales dentro de las hojas que contienen los cloroplastos). Normalmente, las plantas de sombra con esta característica tienen un aspecto brillante.
8
ResumenA lo largo de la historia el hombre ha buscado métodos para modificar las propiedades genéticas de las plantas. Hay varias técnicas disponibles para lograr este objetivo. La cría clásica, la mutagénesis y la fusión de protoplastos están fuera del alcance de esta revisión y sólo se discutirán brevemente. En cambio, la tecnología del ADN recombinante1 será tratada más ampliamente. En la creación de nuevos colores de flores, parece especialmente prometedora la combinación de técnicas de cultivo clásicas y moleculares.Palabras claveEstas palabras clave han sido añadidas por la máquina y no por los autores. Este proceso es experimental y las palabras clave pueden actualizarse a medida que mejore el algoritmo de aprendizaje.