Vida reflexiva
Hay algo en el hecho de saber realmente quién eres y por qué te comportas como lo haces que es profundamente liberador. Afloja un poco los lazos de las expectativas. Este último año he aprendido a ser más amable conmigo misma. El mayor paso adelante que he dado en bastante tiempo ha sido reconocer que no estoy donde quiero estar en algunas áreas, que me ha faltado disciplina y motivación, y mientras hacía planes para mejorar no me he machacado por ello. Es la primera vez que lo hago, y por eso lo considero un paso adelante.
Reflexionar sobre tu práctica es una parte integral de la profesión docente. ¿Qué ha funcionado bien en una actividad? ¿Un tema? ¿Qué hizo que esa lección fuera un poco plana? ¿Cómo se podría haber gestionado mejor esa situación con el alumno? Pero no se trata sólo de reflexionar sobre la práctica. También tienes que reflexionar sobre el tipo de profesor que quieres ser, el tipo de persona que eres. Tienes que conocer tu propio bagaje cultural y cómo afecta a tus interacciones y al énfasis que pones en tus clases. Tienes que entender tus propias expectativas y cómo pueden o no ser útiles.
Vida reflexiva
A lo largo de toda mi carrera universitaria, he tenido esa sensación inminente de fracaso. Incluso en los últimos días de mi licenciatura, mientras escribo esto, sigo pensando que algo podría salir mal. “Probablemente no lo hará”, me digo a mí mismo, pero ¿y si algo lo hace?
De verdad, durante todo este último semestre, he estado pendiente del borde de mi asiento. Me siento como si estuviera en una entrega de premios y me llamaran o no por mi nombre. Probablemente no me llamen. No dejo de pensar que, por alguna confusión o circunstancia extraña, alguien tendrá que darme la noticia de que no soy elegible para la graduación y yo diré: “Bueno, sí, por supuesto. Lo entiendo perfectamente. No he hecho el bla bla bla”. Y tendré que seguir con mi vida sin un título universitario.
La realidad es que me voy a graduar. Va a suceder y muy pronto. Además, he sacado mejores notas de las que esperaba en casi todas las clases que he tomado. Entonces, ¿por qué diablos me hago esto? ¿Y qué he aprendido en estos cuatro años?
Aprendizaje reflexivo y cómo hacerlo
Reflection Living Shawnee es realmente una operación familiar, ya que los propietarios, Harry y Connie Baum, están continuamente involucrados, al igual que sus cuatro hijos y sus cónyuges. La misión de los Baum se centra en un concepto personal e íntimo centrado en el residente que trata de adaptarse a las necesidades individuales de los residentes, dándoles la libertad de seguir tomando sus propias decisiones en la vida. Hemos tenido éxito en el pasado proporcionando un equilibrio entre una atención excelente y unas prácticas empresariales sólidas. Nuestra visión es proporcionar las mejores opciones en el cuidado de nuestros mayores en los años venideros.Localmente de propiedad familiar y operadoCuidado a largo plazoHabitaciones privadasBaños privadosRelación de personal 1:4 por residenteEnfermeras experimentadas, auxiliares de medicación certificados y asistentes de enfermería certificados proporcionan atención diaria y actividades en un ambiente cálido y personal, donde promovemos la dignidad, la independencia, la privacidad y la elección.
¿Qué es el aprendizaje reflexivo?
La práctica reflexiva es, en su forma más simple, pensar o reflexionar sobre lo que se hace. Está estrechamente relacionada con el concepto de aprendizaje a partir de la experiencia, en el sentido de que se piensa en lo que se ha hecho y en lo que ha sucedido, y a partir de ahí se decide lo que se hará de forma diferente la próxima vez.
Pensar en lo que ha sucedido forma parte del ser humano. Sin embargo, la diferencia entre el “pensamiento” casual y la “práctica reflexiva” es que la práctica reflexiva requiere un esfuerzo consciente para pensar en los acontecimientos y desarrollar una visión de los mismos. Una vez que se adquiere el hábito de utilizar la práctica reflexiva, es probable que resulte útil tanto en el trabajo como en casa.
A lo largo de los años, varios académicos han abordado la práctica reflexiva y el aprendizaje experimental en mayor o menor medida, como Chris Argyris (quien acuñó el término “aprendizaje de doble bucle” para explicar la idea de que la reflexión permite salir del “bucle único” de “Experimentar, Reflexionar, Conceptualizar, Aplicar” y entrar en un segundo bucle para reconocer un nuevo paradigma y reencuadrar las ideas con el fin de cambiar lo que se hace).