Qué pasó con Brittany Murphy y Simon Monjack
Los padres que quieren estimular el desarrollo cerebral de sus hijos suelen centrarse en cosas como la lectura temprana, las fichas y las cintas de lenguaje. Pero cada vez son más las investigaciones que sugieren que jugar a ciertos tipos de
juegos infantiles puede ser la mejor manera de aumentar la capacidad del niño para rendir en la escuela. Las variaciones de juegos como Freeze Tag y Simon Says requieren niveles relativamente altos de función ejecutiva, poniendo a prueba la capacidad del niño.
La clave de la educación con juegos es empezar con un juego sencillo e ir añadiendo reglas cada vez más complicadas. Por ejemplo, los investigadores de Oregón han desarrollado un juego llamado Head-to-Toes, que utilizan para evaluar la función ejecutiva de los niños en edad preescolar.
Aunque el juego puede parecer sencillo, en realidad requiere un alto nivel de funciones cognitivas para un niño de preescolar, incluyendo concentración y atención, memoria de trabajo para recordar las reglas, flexibilidad mental (para hacer lo contrario) y
“Tendemos a equiparar el aprendizaje con el contenido del aprendizaje, con la información que tienen los niños, más que con el cómo del aprendizaje”, dice Ellen Galinsky, investigadora del desarrollo infantil y autora de “Mind
Linda Hill, de la Harvard Business School: Cómo
¿Recuerdas haber jugado a “Simón dice”? Pues no era sólo un juego tonto para no meterse en líos. Simon Says realmente funciona para ayudar a despertar la conexión cerebro-cuerpo y el resultado puede ser un individuo más centrado y atento.
Se ha demostrado que utilizar las manos y los pies en coordinación con los ojos tiene un profundo efecto en el procesamiento sensorial, la atención y la capacidad general de concentración. Como ambos lados del cerebro están comprometidos, el cerebelo se estimula y los resultados pueden ser nada menos que extraordinarios.
Como terapeuta, la coordinación ojo-mano en combinación con las actividades de equilibrio son mi tratamiento habitual para el 90% de mis clientes, desde el nacimiento hasta la tercera edad. Veamos algunas formas de utilizar la coordinación para ayudar a concentrarse y atender.
Juegos ojo-mano Esto puede ser algo tan simple como jugar a la pelota, cantar, “Cabeza, Hombros, Rodillas y Dedos…” o lanzar bolsas de frijoles. Coloca dianas en el suelo o en la pared con cinta adhesiva, o utiliza cestas. Incluso puedes combinar las dianas con actividades académicas como el reconocimiento de palabras o las matemáticas. Puedes contar mientras atrapas. Puedes lanzar con la mano derecha y luego cambiar a la izquierda.
Clases de música para niños y jóvenes
Simon Says (o Simple Simon Says) es un juego infantil para tres o más jugadores. Uno de los jugadores asume el papel de “Simón” y da instrucciones (normalmente acciones físicas como “salta en el aire” o “saca la lengua”) a los demás jugadores, que sólo deben seguirlas cuando vayan precedidas de la frase “Simón dice”. Los jugadores son eliminados del juego si siguen instrucciones que no están precedidas inmediatamente por la frase, o si no siguen una instrucción que sí incluye la frase “Simón dice”. Lo que suele importar en el juego es la capacidad de distinguir entre órdenes auténticas y falsas, más que la habilidad física; en la mayoría de los casos, basta con intentar la acción. En muchas regiones de Estados Unidos, Simon says también se conoce como “Simon Sez”.
El objetivo para el jugador que actúa como Simón es sacar a todos los demás jugadores lo más rápido posible; el ganador del juego suele ser el último jugador que ha seguido con éxito todas las órdenes dadas. Sin embargo, en ocasiones, dos o más de los últimos jugadores pueden ser eliminados al mismo tiempo, con lo que Simon gana la partida.
¿Quién controla tu mente?
El efecto Simon es la diferencia de precisión o tiempo de reacción entre los ensayos en los que el estímulo y la respuesta están en el mismo lado y los ensayos en los que están en lados opuestos, siendo las respuestas generalmente más lentas y menos precisas cuando el estímulo y la respuesta están en lados opuestos. La tarea es similar en concepto al Test de Colores y Palabras Stroop (SCWT)[1] es una prueba neuropsicológica ampliamente utilizada para evaluar la capacidad de inhibir la interferencia cognitiva que se produce cuando el procesamiento de una característica específica del estímulo impide el procesamiento simultáneo de un segundo atributo del estímulo, más conocido como el efecto Stroop[2] El efecto Simon es una extensión de este efecto, pero la interferencia en esta tarea es generada por características espaciales en lugar de características de los propios estímulos[3].
En el estudio original de Simon, se colocaban dos luces (el estímulo) en un panel circular giratorio. Este dispositivo se giraba a distintos grados (alejándose del plano horizontal). Simon quería ver si una alteración de la relación espacial, relativa a las teclas de respuesta, afectaba al rendimiento. La edad también era un factor probable en el tiempo de reacción. Como se preveía, el tiempo de reacción de los grupos aumentó en función de la posición relativa del estímulo luminoso (la edad no fue un factor). El tiempo de reacción aumentó hasta un 30%. (Simon & Wolf, 1963).