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¿Cómo aprenden los niños hoy en día?

abril 10, 2022

La educación escolar hoy en día

Debido al creciente uso de dispositivos móviles en el hogar, se ha producido una explosión de medios electrónicos dirigidos directamente a los niños pequeños. Apple Inc., por ejemplo, ha reconocido el creciente uso de los dispositivos móviles por parte de los niños con el lanzamiento de una tienda de aplicaciones para niños. La creación de esta nueva categoría reconoce el interés de los niños por el uso de aplicaciones y reconoce que los niños constituyen una parte sustancial de los usuarios de aplicaciones. De hecho, los niños son el objetivo de más del 80% de las aplicaciones de pago más vendidas en la categoría de educación de la tienda iTunes (Shuler, 2012).

A pesar de la escasez de investigaciones experimentales rigurosas sobre el aprendizaje a partir de los medios interactivos, el mercado de las aplicaciones educativas para niños sigue creciendo, y por razones aparentemente buenas. A primera vista, los medios interactivos tienen ventajas significativas sobre los juguetes tradicionales y sobre otras formas de medios como la televisión o el vídeo, incluyendo la reactividad, la interactividad, la capacidad de adaptación, la progresividad (es decir, la capacidad de volverse cada vez más desafiante con el tiempo) y la portabilidad (Christakis, 2014). Por ejemplo, las pantallas interactivas están predeterminadas (como un vídeo) pero siguen siendo reactivas a las acciones del niño (como una interacción socialmente contingente). Además, la movilidad de los dispositivos permite el aprendizaje en cualquier momento y en cualquier lugar. El alumno ya no está limitado a tener que sentarse en un único lugar frente a un ordenador para utilizar la tecnología en un contexto educativo. Esta accesibilidad y portabilidad permite a los padres introducir la tecnología como parte de la educación de sus hijos a una edad muy temprana, y complementar fácilmente el aprendizaje fuera del entorno típico del aula o de la instrucción en persona.

¿Cómo se aprende?

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El homeschooling o educación en el hogar, también conocido como educación en el hogar o educación electiva en el hogar (EHE), es la educación de los niños en edad escolar en el hogar o en una variedad de lugares distintos de una escuela[1]. Por lo general, dirigida por un padre, un tutor o un profesor en línea, muchas familias que educan en el hogar utilizan métodos menos formales, más personalizados e individualizados de aprendizaje que no siempre se encuentran en las escuelas. La práctica real de la educación en casa puede ser muy diferente. El espectro abarca desde formas muy estructuradas basadas en las lecciones escolares tradicionales hasta formas más abiertas y libres, como el unschooling, que es una aplicación de la educación en casa sin lecciones ni planes de estudio. Algunas familias que inicialmente asistieron a una escuela pasan por una fase de desescolarización para romper con los hábitos escolares y prepararse para la educación en casa. Mientras que “homeschooling” es el término que se utiliza habitualmente en Norteamérica, “home education” se usa principalmente en Europa y en muchos países de la Commonwealth. La educación en casa no debe confundirse con la educación a distancia, que generalmente se refiere a la disposición en la que el estudiante es educado por una escuela en línea y se ajusta a sus requisitos, en lugar de ser educado de forma independiente y sin restricciones por sus padres o por sí mismo.

¿Qué aprenden los alumnos en la escuela primaria?

¿Las investigaciones nos muestran que los niños pequeños han evolucionado hasta el punto de poder aprender más rápido? ¿Son más inteligentes que antes? No. No hay ninguna investigación que indique que el cerebro de un niño haya evolucionado a lo largo de los años hasta el punto de necesitar un entorno de aprendizaje más difícil que antes.

Lo que ha cambiado es nuestra cultura. Los tiempos son diferentes, por supuesto. Los niños se enfrentan ahora a un mundo que cambia rápidamente, en parte debido a la tecnología. Pero eso no significa que haya que presionarlos para que aprendan a leer antes, o para que se pierdan la infancia por estar más avanzados en su desarrollo. Incorporar algunas habilidades informáticas, hechas con moderación, podría ser necesario, pero exigir más a los niños desde el punto de vista académico y social es ponerlos en una vía rápida hacia el fracaso.

Al leer sobre la educación preescolar y la primera infancia en la actualidad, a menudo se nos hace creer que el desarrollo infantil ha cambiado, que los niños son más capaces que nunca de leer pronto y de funcionar de forma diferente a los niños del pasado. A menudo se le llama “empujar hacia abajo”, y sabemos que las mayores expectativas de los niños significan que se les obliga a aprender a un ritmo más rápido.

La importancia de la escuela

En este informe político, ofrecemos un camino para llevar las mejores prácticas educativas al metaverso. Sugerimos una serie de principios bien conocidos derivados de la ciencia de cómo y qué aprenden los niños para guiar el diseño de la nueva tecnología educativa. También sugerimos formas en las que el diseño en este nuevo espacio puede ir por mal camino. Al final, desafiamos a quienes crean productos educativos para el metaverso a que se asocien con educadores y científicos para garantizar que los niños experimenten una verdadera interacción social humana mientras navegan por los espacios virtuales, que se apoye la capacidad de acción de los niños mientras exploran estos espacios y que haya una verdadera atención a la diversidad en la representación y el acceso a lo que se crea.

Imagina un aula circular, rodeada de pizarras blancas y poblada de sillas móviles. Los estudiantes, llenos de energía, están hipnotizados por los relatos de los mitos griegos, el poder de Zeus, el dios del cielo, y las historias del gran Hércules -su hijo-, cuya fuerza era legendaria.

De repente, se proyecta una línea de tiempo en medio del suelo. Los niños apartan sus sillas para situarse en el presente, listos para retroceder y descender al año 300 a.C., un año en el que encontrarán una nueva realidad. Entran en el metaverso de la cultura griega. Los carros pasan zumbando a su lado, los comerciantes de los mercados les rodean y, en lo alto de la colina, ven -con sus propios ojos- los templos de los dioses y la gente que los adora. Exploran, preguntan, reflexionan y aprenden.

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