Factores ambientales que influyen en el desarrollo del cerebro
Unos meses después del tifón Haiyan, un niño pequeño duerme en una tienda de campaña para padres y bebés, en la ciudad de Tacloban. Numerosos factores de riesgo -como la mala alimentación y la exposición a la violencia- pueden influir en el desarrollo cerebral del niño durante los primeros años de vida.
A pesar de los avances en el conocimiento de cómo se desarrolla y funciona nuestro cerebro, sabemos poco sobre el impacto combinado de estos factores de riesgo en el desarrollo cerebral de los niños. Por ejemplo, ¿qué le ocurre al cerebro ante el abandono, la falta de nutrición y el estrés emocional? ¿Importa el momento en que el niño se enfrenta a estos riesgos: es peor a los 5 días, a los 5 meses o a los 5 años?
Lo que sabemos es que la estimulación temprana, los cuidados, el apego, el vínculo y la creación de contextos seguros para los niños tienen una influencia positiva en su cerebro y pueden ayudar a los niños a crecer, aprender y prosperar.
Dada la superespecialización del mundo de la investigación, los distintos riesgos para el desarrollo del cerebro suelen investigarse por separado, lo que nos impide responder a muchas preguntas importantes; por ejemplo, ¿compensa la estimulación temprana el impacto negativo de la privación nutricional?
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Los primeros años de la vida de un niño son muy importantes para su salud y desarrollo posteriores. Una de las principales razones es la rapidez con la que crece el cerebro desde antes del nacimiento y hasta la primera infancia. Aunque el cerebro sigue desarrollándose y cambiando hasta la edad adulta, los primeros 8 años pueden sentar las bases para el aprendizaje, la salud y el éxito en la vida futuros.
Los niños nacen preparados para aprender y tienen muchas habilidades que aprender durante muchos años. Dependen de los padres, los miembros de la familia y otros cuidadores como sus primeros maestros para desarrollar las habilidades adecuadas para ser independientes y llevar una vida sana y exitosa. El crecimiento del cerebro se ve muy afectado por las experiencias del niño con otras personas y con el mundo. El cuidado de la mente es fundamental para el crecimiento del cerebro. Los niños crecen y aprenden mejor en un entorno seguro en el que están protegidos de la negligencia y del estrés extremo o crónico, con muchas oportunidades para jugar y explorar.
Los padres y otros cuidadores pueden contribuir al crecimiento saludable del cerebro hablando con su hijo, jugando con él y cuidándolo. Los niños aprenden mejor cuando los padres se turnan a la hora de hablar y jugar, y aprovechan las habilidades e intereses de su hijo. Cuidar a un niño comprendiendo sus necesidades y respondiendo con sensibilidad ayuda a proteger su cerebro del estrés. Hablar con los niños y exponerlos a libros, cuentos y canciones ayuda a fortalecer el lenguaje y la comunicación de los niños, lo que les pone en el camino del aprendizaje y el éxito escolar.
Desarrollo del cerebro 25
Los primeros años de la vida de un niño son muy importantes para su salud y desarrollo posteriores. Una de las principales razones es la rapidez con la que crece el cerebro desde antes del nacimiento y hasta la primera infancia. Aunque el cerebro sigue desarrollándose y cambiando hasta la edad adulta, los primeros 8 años pueden sentar las bases para el aprendizaje, la salud y el éxito en la vida futuros.
Los niños nacen preparados para aprender y tienen muchas habilidades que aprender durante muchos años. Dependen de los padres, los miembros de la familia y otros cuidadores como sus primeros maestros para desarrollar las habilidades adecuadas para ser independientes y llevar una vida sana y exitosa. El crecimiento del cerebro se ve muy afectado por las experiencias del niño con otras personas y con el mundo. El cuidado de la mente es fundamental para el crecimiento del cerebro. Los niños crecen y aprenden mejor en un entorno seguro en el que están protegidos de la negligencia y del estrés extremo o crónico, con muchas oportunidades para jugar y explorar.
Los padres y otros cuidadores pueden contribuir al crecimiento saludable del cerebro hablando con su hijo, jugando con él y cuidándolo. Los niños aprenden mejor cuando los padres se turnan a la hora de hablar y jugar, y aprovechan las habilidades e intereses de su hijo. Cuidar a un niño comprendiendo sus necesidades y respondiendo con sensibilidad ayuda a proteger su cerebro del estrés. Hablar con los niños y exponerlos a libros, cuentos y canciones ayuda a fortalecer el lenguaje y la comunicación de los niños, lo que les pone en el camino del aprendizaje y el éxito escolar.
Desarrollo del cerebro humano
Nuestra memoria es sin duda una de nuestras facultades más fascinantes. Nos permite almacenar información, razonar, comprender y, por supuesto, aprender. Ya se habrá dado cuenta de que su rendimiento no es siempre constante, que puede variar de un momento a otro del día, de un contexto a otro. Esto se debe a que ciertos factores pueden influir en el funcionamiento de esta función cerebral tan compleja, como hemos comentado en un artículo anterior.
Ya conocíamos la oscilación olfativa, un fenómeno que hace que las neuronas del sistema olfativo se activen cuando el aire entra en la nariz a través de los receptores de la punta de los pelos nasales. También se sabía que había cuatro tipos de oscilaciones olfativas, algunas de las cuales estaban asociadas al aprendizaje y la memoria.
Lo que destacó el estudio de 2016 es el hecho de que la información se almacena mejor si, al leer la información a memorizar, se inspira por la nariz. Tanto la exhalación por la nariz como la respiración por la boca (inhalación y exhalación) no tienen el mismo efecto, ya que es la entrada de aire por las fosas nasales la que permite las oscilaciones olfativas.