Saltar al contenido

¿Cómo aprenden los niños con estilo de aprendizaje auditivo?

abril 14, 2022

Estilos de aprendizaje Vak

Hablan sobre lo que hay que hacer, sobre los pros y los contras de una situación. Indican la emoción a través del tono, la altura y el volumen de su voz. Disfrutan escuchando pero no pueden esperar a tener la oportunidad de hablar. Tienden a las descripciones largas y repetitivas. Les gusta oírse a sí mismos y a los demás.

Tienden a recordar nombres pero olvidan las caras y se distraen fácilmente con los sonidos. Les gusta leer diálogos y obras de teatro y no les gustan las narraciones y descripciones largas. Los alumnos auditivos se benefician de la enseñanza oral, ya sea del profesor o de ellos mismos. Prefieren oír o recitar la información y se benefician de la repetición auditiva.

Prueban cosas, tocan, sienten y manipulan objetos. La tensión corporal es un buen indicador de sus emociones. Gesticulan al hablar, no saben escuchar, se mantienen muy cerca cuando hablan o escuchan y pierden rápidamente el interés en un discurso largo.

Recuerdan mejor lo que se ha hecho, no lo que han visto o hablado. Prefieren participar directamente en lo que están aprendiendo.    Se distraen y les resulta difícil prestar atención a las presentaciones auditivas o visuales.    Rara vez son ávidos lectores, y pueden inquietarse con frecuencia al manipular un libro. A menudo no saben deletrear, por lo que necesitan escribir las palabras para determinar si las “sienten” bien.

Aprendizaje kinestésico

Al igual que no todos tenemos el mismo aspecto, no todos aprendemos de la misma manera. Y nuestros diferentes estilos de aprendizaje pueden tener un gran impacto en nuestra capacidad para comprender y recordar nueva información, o para adquirir un nuevo idioma. Un modelo comúnmente utilizado para entender los diferentes tipos de estilos de aprendizaje es el VAK – o Visual, Auditivo y Kinestésico. Los alumnos visuales aprenden viendo, a menudo a través de la lectura, imágenes y diagramas. Los auditivos aprenden escuchando y hablando; suelen mover los labios y leer en voz alta para asimilar la información. Los alumnos kinestésicos aprenden mejor a través de la sensación del tacto, el movimiento y la acción.

Curiosamente, aunque la mayoría de los niños funcionan con los tres estilos, suelen mostrar preferencia por uno o dos. El modelo VAK proporciona una referencia rápida y sencilla para evaluar los estilos de aprendizaje de los niños y, lo que es más importante, para diseñar métodos y experiencias de aprendizaje que se ajusten a sus preferencias.

¿Cómo pueden los profesores utilizar su conocimiento de los estilos de aprendizaje en el aula? Proporcionando una variedad de actividades que respondan a las diferentes necesidades de los niños. Al alumno visual le gusta ver y observar, mirando imágenes, accesorios y exposiciones. Las actividades típicas incluyen mostrar un conjunto de tarjetas mientras los niños nombran lo que ven, juegos en los que los niños identifican las tarjetas que han sido retiradas (¿Qué falta?) y juegos de memoria.

Estrategias de aprendizaje visual

Hablan sobre lo que hay que hacer, sobre los pros y los contras de una situación. Indican la emoción a través del tono, la altura y el volumen de su voz. Disfrutan escuchando pero no pueden esperar a tener la oportunidad de hablar. Tienden a las descripciones largas y repetitivas. Les gusta oírse a sí mismos y a los demás.

Tienden a recordar nombres pero olvidan las caras y se distraen fácilmente con los sonidos. Les gusta leer diálogos y obras de teatro y no les gustan las narraciones y descripciones largas. Los alumnos auditivos se benefician de la enseñanza oral, ya sea del profesor o de ellos mismos. Prefieren oír o recitar la información y se benefician de la repetición auditiva.

Prueban cosas, tocan, sienten y manipulan objetos. La tensión corporal es un buen indicador de sus emociones. Gesticulan al hablar, no saben escuchar, se mantienen muy cerca cuando hablan o escuchan y pierden rápidamente el interés en un discurso largo.

Recuerdan mejor lo que se ha hecho, no lo que han visto o hablado. Prefieren participar directamente en lo que están aprendiendo.    Se distraen y les resulta difícil prestar atención a las presentaciones auditivas o visuales.    Rara vez son ávidos lectores, y pueden inquietarse con frecuencia al manipular un libro. A menudo no saben deletrear, por lo que necesitan escribir las palabras para determinar si las “sienten” bien.

Importancia del estilo de aprendizaje auditivo

Una de las formas en que los padres pueden ayudar a sus hijos a tener éxito, sobre todo durante los años de preescolar a sexto grado, es descubrir su principal estilo de aprendizaje. Una vez que los padres comprenden el principal estilo de aprendizaje de sus hijos, pueden proporcionarles valiosas herramientas para ayudarles a aprender. La mayoría de los niños aprenden a través de una variedad de sentidos, pero tienen un estilo de aprendizaje primario en el que recogen y retienen la mayor parte de la información que adquieren a partir de uno de sus sentidos.

Los tres estilos primarios de aprendizaje son el visual, el auditivo y el cinestésico. Los alumnos visuales deben ver para absorberla; los auditivos necesitan oírla para dominarla; y los kinestésicos o táctiles necesitan moverse o experimentarla para entenderla.

Los alumnos auditivos aprenden oyendo y hablando. El porcentaje de alumnos que aprenden de forma auditiva es menor que el de los que aprenden de forma visual. Los alumnos auditivos aprenden mejor no sólo oyendo, sino también mezclando una variedad de sentidos en su aprendizaje. Por ejemplo, aprenden bien escuchando una lección (auditiva) mientras colorean un dibujo (kinestésico o táctil) mientras escuchan la lección.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad