Anatomía de las arañas
El Parque Nacional de los Everglades es famoso por sus grandes enjambres de molestos mosquitos y moscas picadoras, cuyo incesante zumbido y persistente bombardeo en picado puede ser tan molesto como sus dolorosas picaduras. Pero el parque también alberga una asombrosa diversidad de otras pequeñas criaturas, algunas de las cuales -como las mariposas- son bastante carismáticas. Sin embargo, por muy adorables que sean para los humanos, todas y cada una de las especies ocupan un lugar en la cadena alimentaria y son valiosas como parte importante del ecosistema.
Arañas, escorpiones, ácaros, garrapatas, escorpiones látigo y pseudoescorpiones son todos los arácnidos que pueden encontrarse en el Parque Nacional de los Everglades. A diferencia de los insectos, los arácnidos tienen ocho patas y no tienen antenas, y su cuerpo está dividido en dos segmentos principales: el cefalotórax y el abdomen. Algunos arácnidos, como la araña viuda negra y el escorpión de la corteza, son venenosos, pero la mayoría no suponen ningún riesgo para las personas. Muchos arácnidos se consideran beneficiosos, pues se alimentan de insectos que mucha gente considera plagas.
Los ciempiés son artrópodos largos y delgados con un par de patas por segmento corporal. A pesar de que el nombre “centi” implica 100 patas, los ciempiés pueden tener desde menos de 20 patas hasta más de 300, pero siempre tienen un número impar de pares de patas. Los ciempiés también tienen un par de garras venenosas, que son una modificación del primer apéndice. Al carecer de la cutícula cerosa de los insectos y los arácnidos, los ciempiés pierden rápidamente la humedad del cuerpo y, por tanto, residen en microhábitats húmedos como el suelo y la hojarasca, debajo de piedras y madera muerta y dentro de troncos en descomposición. Aunque los ciempiés están presentes en el Parque Nacional de los Everglades, no es habitual verlos porque son principalmente nocturnos. Muchas especies carecen de ojos y sólo son capaces de discernir la luz y la oscuridad. En algunas especies, el último par de patas actúa como órganos sensoriales similares a las antenas, pero orientados hacia atrás.
La araña babuino en Sudáfrica
En comparación con los demás arácnidos, las arañas forman el grupo más numeroso y el más diverso en cuanto a población de especies. Se conocen más de 45.000 especies de arañas. Y debido a su diversidad, ocupan una amplia gama de hábitats.
Algunas de las características más destacadas de las arañas son los cuatro pares de patas y un cuerpo formado por dos partes principales: el cefalotórax (que es una combinación de cabeza y tórax) y el abdomen.
Como ya hemos dicho, las arañas son arácnidos y todos los arácnidos tienen ocho patas. Esto significa que son estructuralmente diferentes de los insectos, que tienen seis patas. Por eso las arañas se mueven o caminan de forma diferente a los insectos.
Entonces, ¿es real una araña de seis patas? La respuesta sencilla es no. Todas las arañas tienen ocho patas. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya arañas con seis patas. Es habitual encontrarse con arañas a las que les faltan una o dos patas, o incluso más. Pero la araña no era así en su origen.
Afortunadamente, los científicos han establecido que las arañas tienen más patas de las que necesitan. Así que perder una pata no les afecta. Pueden seguir realizando actividades normales, como construir telas y cazar presas.
¿Las arañas son insectos?
Las arañas son artrópodos de la clase Arachnida que tienen 8 patas y colmillos que a menudo pueden inyectar veneno. Se encuentran en todos los continentes excepto en la Antártida, y han establecido colonias permanentes en todos los hábitats excepto en el mar y el aire. En 2019 se han identificado aproximadamente 120 familias y más de 48.200 especies de arañas. Las arañas se diferencian de los insectos en que carecen de antenas y tienen un par de patas extra. La mayoría de las arañas son inofensivas o infligen mordeduras no letales a los seres humanos, pero algunas especies como la araña reclusa, la araña errante y la araña viuda contienen un veneno lo suficientemente tóxico como para matar a un ser humano adulto. La mayoría de las arañas son carnívoras y se alimentan de arañas más pequeñas e insectos.
Al igual que otros miembros de la clase Arachnida, las arañas tienen cuatro pares de extremidades, con un total de ocho patas. Cada pata está dividida en siete partes, y las arañas utilizan la presión hidráulica para moverlas y extenderlas. Los únicos músculos extensores de la pata de la araña se encuentran en la articulación de la cadera. En consecuencia, un cefalotórax perforado significa que la araña no puede mover sus patas, que entonces se enroscan.
Araña de la lluvia
La araña marina gigante del Océano Antártico es el material de las pesadillas: la envergadura de sus patas, de 25 centímetros, equivale más o menos a la de las mayores arañas terrestres del mundo, como la tarántula Goliat de Sudamérica.
Las arañas de mar pertenecen a un grupo de artrópodos llamados picnogónidos, que se encuentran desplazándose por el fondo de muchos océanos y mares del mundo. La mayoría de ellas son relativamente pequeñas; sólo alrededor de los polos las arañas de mar crecen, lo cual es un rasgo que comparten con muchas especies marinas. La razón exacta de este fenómeno sigue siendo un misterio.
La araña de mar gigante del Océano Austral es una de las arañas de mar más comunes en las aguas que rodean la Antártida. También vive en las aguas costeras de Sudamérica, Sudáfrica y Madagascar, hasta una profundidad de 4,9 kilómetros.
Está tan extendida que algunos se han preguntado si realmente es una sola especie. Para averiguarlo, Leese y sus colegas examinaron el ADN tomado de 300 especímenes. Las células animales suelen tener dos formas de ADN: la mayor parte está en forma de ADN nuclear en el núcleo de la célula, pero hay una segunda forma de ADN en las mitocondrias, a menudo llamadas “la central de la célula”. El ADN mitocondrial suele heredarse sólo en la línea femenina.