Qué es la conciencia social
Estudios empresariales realizados en todo el mundo han demostrado el impacto de la conciencia social de líderes y empleados en el éxito general de una organización. Los líderes que muestran fuertes competencias emocionales superan sistemáticamente a sus homólogos.
“Atraparás más moscas con miel que con vinagre”. Una frase clásica que todos hemos oído, pero también un principio que los líderes de éxito tienen en cuenta. En resumen, saben que vale la pena ser amable y que, para tener éxito, no pueden actuar solos. Se trata de una “verdad” tan comúnmente entendida y aceptada, que siempre me sorprende que muchos no actúen en consecuencia.
Una vez trabajé con un director de departamento, James, altamente cualificado, inteligente, con talento y con ganas de triunfar. Siempre estaba muy centrado en los resultados, pero no era consciente del impacto que tenía en su personal o en otros departamentos. También tendía a actuar en el vacío, sin tener en cuenta a los demás ni sus intereses. James era tan ciego a la insatisfacción que dejaba a su paso que acabó perdiendo el apoyo de su equipo. Sencillamente, no tenía conciencia social y eso le costó, ya que no cumplió los objetivos y no fue promovido.
Tipos de conciencia social
Las plataformas de los medios sociales son omnipresentes hoy en día, y nos han conectado de una manera que, hace diez años, nunca podríamos haber imaginado. Compartimos información y actualizaciones de forma instantánea con las redes de conexiones que hemos construido, y posteriormente nos inundan con actualizaciones de esas mismas redes. Aunque compartir información de esta manera es ventajoso por muchas razones, conlleva muchos riesgos.
Compartir información en exceso es, sin duda, el mayor riesgo del uso de las redes sociales, y las formas en que puede ser perjudicial son numerosas. Los posibles ladrones están pendientes de las personas que están de vacaciones, los hackers buscan información que puedan utilizar para entrar en tus cuentas, los estafadores buscan personas vulnerables a las que estafar y los ladrones de identidad buscan buenos objetivos. Hay muchos otros ejemplos, pero el problema de fondo es el mismo: hay demasiada información disponible para personas que no deberían tener necesariamente acceso.
El ciberacoso es otro problema que ha pasado a primer plano debido al aumento del uso de las redes sociales. Internet ha demostrado ser un foro en el que la gente se siente muy cómoda diciendo cosas que probablemente nunca dirían en persona. A menudo, el problema se agrava porque la gente publica sin conocer todos los hechos de una situación determinada. Es importante ser consciente de tus acciones en la red, para no contribuir a este problema ni convertirte en víctima.
Formación en sensibilización social
Si desea comprender la inteligencia emocional, la conciencia social es una parte importante de este amplio concepto. Aunque el término se da por sí solo, hay muchos más detalles que deben tenerse en cuenta cuando se habla de conciencia social. Normalmente, lo primero que viene a la mente de una persona cuando lee la palabra “social” es la gente. Estas personas pueden ser de diferentes razas, culturas, géneros y etnias. Cuando hablamos de conciencia social, se refiere sobre todo a la comprensión de las emociones y acciones de otras personas y a aprender a comportarse en esas situaciones.
Para lograr un alto cociente emocional o inteligencia emocional, es esencial que entiendas cómo influye la conciencia social. No se puede alcanzar la inteligencia emocional sin aprender a ser socialmente consciente de lo que nos rodea y de las personas que nos rodean. Ser socialmente consciente te permite entender y aprender de personas de diferentes orígenes. La posibilidad del etnocentrismo y los estereotipos se supera en gran medida una vez que se aprende que cada individuo es diferente y que proviene de distintos orígenes. Hay tres aspectos fundamentales de la conciencia social que una persona debe desarrollar para lograr la inteligencia emocional. Uno está relacionado con ser empático con los demás en general, mientras que los otros dos se refieren a ser consciente socialmente con las personas de una organización o a través de un servicio.
Conciencia de sí mismo
Según el Collaborative for Academic, Social, and Emotional, Learning (CASEL), el aprendizaje socio-emocional (SEL) es “el proceso a través del cual todos los jóvenes y adultos adquieren y aplican los conocimientos, las habilidades y las actitudes para desarrollar identidades saludables, gestionar las emociones y alcanzar objetivos personales y colectivos, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y mantener relaciones positivas y tomar decisiones responsables y solidarias”.
Un profesor de historia cultiva la empatía de los alumnos animándoles a “ponerse en el lugar” de las personas de los bandos opuestos de la historia para ayudarles a entender tanto cómo llegaron a sus puntos de vista en primer lugar como por qué se tomaron ciertas decisiones.
Las “habilidades relacionales” son la capacidad de establecer relaciones positivas, especialmente con personas y grupos diversos, utilizando una serie de métodos como la escucha activa y las habilidades de comunicación y resolución de conflictos. Estas habilidades también incluyen la capacidad de resistir la presión y de buscar y ofrecer ayuda.