Cómo combatir la alienación parental en los tribunales
Cómo combatir la alienación parental es una serie de cuatro partes para padres y abogados de familia. La primera parte trata sobre: ¿Qué es la alienación parental? ¿Qué significa la alienación parental? ¿Cuáles son los signos de alienación parental? ¿Cuál es el daño que causa la alienación parental? Señales de alerta temprana en el niño.
La alienación parental se produce cuando uno de los progenitores adopta comportamientos encaminados a interrumpir o terminar la relación del otro con su hijo. Este insidioso maltrato infantil fractura a las familias y causa estragos en la vida de los niños. El agresor es el “progenitor alineado, favorecido o alienante”, mientras que la víctima adulta es el “progenitor alienado, rechazado u objetivo”[1].
La alienación parental es una campaña que comienza muy poco a poco, progresando lentamente con el tiempo. Una campaña eficaz comienza sin que el objetivo se dé cuenta y puede continuar durante años sin ser detectada. Algunas campañas comienzan en el momento en que los padres se separan[2].
Centrarse en los padres. Hay dos tipos de campañas: las intencionadas y las no intencionadas. Con ambas, se condiciona al niño contra un padre decente, cariñoso y responsable. Al reconocer cada tipo, se pueden tomar las contramedidas adecuadas para desactivar las hostilidades y corregir los patrones negativos.
Cuándo abandonar a un niño alienado
Entre las muchas áreas de preocupación para los trabajadores sociales que trabajan con parejas divorciadas o separadas con hijos hay dos problemas relacionados: la alienación parental, o los esfuerzos por parte de uno de los padres para poner al niño en contra del otro, y el síndrome de alienación parental, o el rechazo injustificado de un niño hacia uno de los padres en respuesta a las actitudes y acciones del otro. Los trabajadores sociales pueden encontrarse con estos problemas en varios entornos, como las agencias de servicios familiares, las escuelas y los tribunales de familia, así como en la práctica privada que trabaja con parejas divorciadas con muchos conflictos, padres que creen que el otro progenitor ha puesto o pondrá a los niños en su contra, niños alienados que se niegan a ver a un padre, adultos que siguen alienados de un padre o ancianos que han “perdido” a sus hijos por la alienación parental.
Aunque algunos trabajadores sociales pueden desconocer el nombre de este fenómeno en particular, probablemente hayan tratado con él a lo largo de sus carreras. Por ejemplo, los clientes pueden entrar en terapia individual presentando ansiedad, depresión o problemas de relación y más tarde revelar que han sido separados de uno de los padres por otro. Estos clientes pueden no ser conscientes del significado de la relación perdida e incluso pueden minimizar su efecto en su crecimiento, desarrollo y problemas de salud mental actuales.
Efectos del síndrome de alienación parental en el niño
La alienación parental (AP) se define como un conjunto de comportamientos perjudiciales y dañinos para la salud emocional y mental del niño. Por lo general, implica la manipulación mental y/o la intimidación del niño para que elija entre su madre o su padre. Estos comportamientos también pueden dar lugar a la destrucción de una relación afectiva y cálida que antes compartían con uno de los progenitores.
La alienación parental (AP) y la crianza agresiva hostil (HAP) privan a los niños de su derecho a ser amados por sus padres y su familia ampliada y a mostrarles su amor. La alienación parental puede darse en familias intactas, pero se observa sobre todo en familias separadas y divorciadas.
Los padres/tutores que utilizan tácticas de alienación para perjudicar al otro progenitor “objetivo” han sido comparados con los líderes de una secta. Niegan el acceso a cualquier cosa que pueda cuestionar su visión del otro progenitor, incluidas las fotografías o la comunicación.
El síndrome de alienación parental (SAF) es una condición psicológica que se observa con mayor frecuencia en los niños afectados por un divorcio y/o una separación muy conflictiva. Es uno de los resultados más perjudiciales que afectan a los niños como consecuencia de la exposición a la AP (alienación parental) o crianza hostil-agresiva. El síntoma más común de los niños afectados por el SAF es su severa oposición al contacto con uno de los progenitores y/o el odio manifiesto hacia dicho progenitor cuando hay poca y, a menudo, ninguna razón lógica que explique el comportamiento del niño. Los efectos del SAF pueden prolongarse hasta la edad adulta y pueden durar toda la vida con consecuencias trágicas.
¿Puede un niño recuperarse de la alienación parental?
Los defensores del concepto de alienación parental afirman que ésta está motivada principalmente por el deseo de uno de los padres de excluir al otro de la vida de su hijo[8]. [Algunos proponen que la alienación parental se reconozca como una forma de maltrato infantil o de violencia familiar[2][10] y afirman que la alienación parental crea estrés en el progenitor alienado y en el niño,[11][12] y aumenta significativamente el riesgo de enfermedad mental del niño a lo largo de su vida[13][14][15].
La alienación parental describe la ruptura de la relación entre un niño y uno de sus padres, cuando no existe una justificación válida para dicha ruptura. Cuando se constata la existencia de alienación parental entre un progenitor y su hijo, ésta se atribuye a acciones y comportamientos inadecuados del otro progenitor[18].
La alienación parental entra dentro del espectro del distanciamiento familiar, un término que describe cuando los miembros de la familia se distancian entre sí sin tener en cuenta la causa. Como el distanciamiento puede producirse entre un progenitor y su hijo por otros motivos, es posible hablar de alienación en términos de que un niño tiene un progenitor preferido y otro no preferido sin implicar que el hecho de que un niño evite a uno de sus progenitores se deba a la alienación parental[18].