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¿Cómo aplicar el efecto Pigmalión?

abril 7, 2022

El efecto Pigmalión en una frase

Según el efecto Pigmalión, las personas interiorizan las etiquetas que les ponen los demás. Así, se considera que los que reciben etiquetas positivas de los demás piensan más positivamente de sí mismos, mientras que los que reciben etiquetas negativas piensan negativamente de sí mismos. Estas ideas de sí mismo pueden afectar al rendimiento, y las ideas positivas de sí mismo producen un mejor rendimiento.

Cuando los estudiantes tienen el control independiente de su aprendizaje, se sienten más motivados para aprender lo que se espera que aprendan. Al animar a los alumnos a hacerse cargo de su aprendizaje de forma independiente, los profesores fomentan las emociones positivas a través del etiquetado positivo, y los alumnos tendrán un mejor rendimiento con el tiempo.

Aunque los profesores tienen que alcanzar ciertos requisitos del plan de estudios cada semana, permitir que los estudiantes ayuden a decidir qué objetivos alcanzar cada semana, cómo alcanzarlos y qué tareas son más importantes puede ayudar a fomentar la positividad. Los alumnos que participan en el proceso de planificación del plan de estudios pueden sentirse atendidos y pueden tener un rendimiento más positivo.

El efecto Pigmalión en las relaciones

Este fenómeno fue descubierto por los psicólogos Robert Rosenthal y Lenore Jacobson cuando hicieron experimentos en una escuela primaria y descubrieron que los cambios en las expectativas de los profesores producían cambios en el rendimiento de los alumnos.

El estudio de Rosenthal demostró que las expectativas de los profesores pueden afectar al coeficiente intelectual y al rendimiento de sus alumnos. Cuando se les decía a los profesores que ciertos niños de sus clases eran “muy prometedores”, esos alumnos obtenían mejores resultados que los que no se les decía. En otras palabras, cuando los profesores esperan más, suelen obtener más. Del mismo modo, cuando los alumnos esperan hacerlo bien, lo harán.

Por ejemplo, un jefe de equipo suele tener mayores expectativas de un miembro del equipo que participa más en las actividades de aprendizaje. A su vez, el miembro del equipo participa en más actividades de aprendizaje, cumpliendo las expectativas del líder del equipo (Bezuijen et al.).

A muchos nos han dicho que “tengamos altas expectativas”. Sin embargo, este mantra es más bien débil y no nos desafía. ¿Por qué? Porque hoy en día, en las escuelas, incluso cuando un equipo obtiene el último lugar, ¡los miembros del equipo reciben trofeos!

El efecto Pigmalión en el liderazgo

Las conclusiones del estudio han demostrado que las expectativas de un líder tienen un impacto directo en el rendimiento de la persona a la que dirige. O como lo describe Rosenthal: “Lo que una persona espera de otra puede llegar a ser una profecía autocumplida”.

Aunque el estudio se realizó originalmente en un aula, desde entonces se ha aceptado que el Efecto Pigmalión se aplica a todo tipo de entornos, desde equipos deportivos de élite hasta el lugar de trabajo moderno.

Los estudiantes completaron una prueba que, según se decía, podía identificar a los “aceleradores del crecimiento”, es decir, a los que estaban preparados para hacer progresos académicos. A continuación, los profesores recibieron los nombres de los alumnos que estaban a punto de florecer intelectualmente y, como un reloj, estos estudiantes mostraron un aumento significativo en el rendimiento en comparación con sus compañeros de clase cuando fueron examinados de nuevo al final del año.

Pero aquí está el truco: los “alumnos de crecimiento” fueron elegidos al azar. La única diferencia entre ellos y sus compañeros, como dice Rosenthal, “estaba en la mente del profesor”. Puede parecer algo insignificante, pero las expectativas que se tienen en la mente de un profesor -o de un padre, un directivo o un entrenador- pueden influir enormemente en el rendimiento.

Efecto Pigmalión pdf

El efecto Pigmalión, o efecto Rosenthal, es un fenómeno psicológico en el que las altas expectativas conducen a una mejora del rendimiento en un área determinada[1] El efecto recibe su nombre del mito griego de Pigmalión, el escultor que se enamoró tanto de la estatua perfectamente bella que creó que ésta cobró vida. Los psicólogos Robert Rosenthal; Rosenthal y Lenore Jacobson, en su libro Pygmalion in the Classroom (Pigmalión en el aula), tomaron prestado algo del mito al proponer la idea de que las expectativas de los profesores sobre sus alumnos afectan al rendimiento de éstos, una opinión que ha perdido credibilidad a raíz de los resultados de investigaciones posteriores[2].

Rosenthal y Jacobson sostenían que las altas expectativas conducen a un mejor rendimiento y las bajas a un peor,[1] ambos efectos conducen a una profecía autocumplida. Según el efecto Pigmalión, los destinatarios de las expectativas interiorizan sus etiquetas positivas, y los que las tienen triunfan en consecuencia; un proceso similar funciona en sentido contrario en el caso de las bajas expectativas. La idea que subyace al efecto Pigmalión es que el aumento de las expectativas del líder sobre el rendimiento del seguidor dará lugar a un mejor rendimiento de éste. Dentro de la sociología, el efecto se cita a menudo en relación con la educación y la clase social.

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