Propagación de la Dracaena marginata
La Dracaena marginata es una planta resistente a la sequía que debe dejarse secar entre los riegos. No necesita ser regada más que una vez a la semana o cada 10 días, dependiendo de la humedad del lugar donde se vive.
La Dracaena Marginata debe dejarse secar entre riegos, pero no debe permanecer seca durante mucho tiempo. Si la tierra se siente muy seca y la planta está caída, riéguela a fondo hasta que salga agua por los agujeros de drenaje del fondo de la maceta.
Yo también tengo más agujeros de drenaje en el fondo de mi Dracaena Marginata que en la mayoría de mis otras plantas para asegurarme de que hay un drenaje adecuado. Es mucho más fácil solucionar el problema del exceso de riego antes de que se convierta en un problema.
Esto es importante porque la mayoría de las plantas de tratamiento de agua municipales desinfectan el agua con cloro. Es una buena idea hervir el agua y dejarla enfriar o utilizar un filtro de calidad que elimine el cloro y las impurezas antes de utilizar el agua para alimentar las plantas.
Yo uso un sistema de agua que elimina los metales pesados y el cloro tanto para mi agua potable como para las plantas. Otra opción es dejar reposar el agua del grifo durante 48 horas o más después de salir del grifo. Así te aseguras de que el cloro se evapore antes de usar el agua.
Cómo salvar una dracaena marginata
La dracaena es una planta de interior fácil de cuidar, originaria de zonas del sur de España, Portugal, África tropical y el oeste de Marruecos. Sin embargo, la variedad más común en interiores es la marginata, originaria de Madagascar y reconocible por sus hojas finas (a menudo abigarradas) y brillantes. Son increíblemente tolerantes a los riegos mínimos y erráticos, e incluso si se observan signos de abandono (lo que seguramente ocurrirá si sufre), es bastante fácil hacer que recupere su antigua gloria.
La drácena se encuentra mejor en una habitación cálida y con luz indirecta, pero puede tolerar un descenso de la temperatura y niveles de luz más bajos durante el invierno. Cuanto más cálido y luminoso sea el espacio, más a menudo habrá que regar; sólo hay que tener cuidado de no colocar la drácena bajo la luz directa, ya que esto hará que las hojas se calcinen y se pongan marrones, al igual que estar demasiado cerca de una corriente de aire o una fuente de calor. Si notas que las hojas empiezan a ponerse marrones, sólo tienes que arrancar las dañadas en el punto en el que se unen al tronco (esto fomentará un nuevo crecimiento) y volver a evaluar su entorno, trasladándola si es necesario.
Poda de Dracaena
La planta de la Dracaena puede ser un bonito toque tropical para su casa o jardín. Sin embargo, hay muchos aspectos que pueden afectar a su salud. Si su Dracaena no está prosperando, la podredumbre de la raíz podría ser el problema que da lugar a un crecimiento inadecuado, o a hojas amarillas y moribundas.
La podredumbre de las raíces de su Dracaena suele estar causada por un exceso de riego, de fertilización o por problemas de drenaje. Esto puede llevar a que el suelo se convierta en el lugar perfecto para que los hongos se propaguen. Es necesario tomar medidas inmediatas, retirando la planta y atendiendo a la podredumbre, para mantenerla con vida.
Arreglar la podredumbre de las raíces puede ser bastante sencillo si tienes un lugar adecuado para plantarla, unas tijeras de jardinería limpias y tierra fresca. Si sospecha que su planta tiene podredumbre de la raíz, debe seguir inmediatamente los pasos que se indican a continuación para identificar por qué se ha producido la podredumbre de la raíz, cómo puede solucionarla y cómo prevenirla en el futuro.
Si sospecha que el culpable es un tipo de hongo, puede ponerse en contacto con un agente de extensión agrícola local para que le ayude a identificar qué tipo. Esto también puede ayudarte después a eliminar el hongo de forma más eficaz.
Cuidado de la dracena
La planta de la dracaena evolucionó en un contexto de sequías áridas intercaladas con inundaciones repentinas y fuertes lluvias. Esto ha llevado a la planta a desarrollar cualidades específicas que hacen que la dracaena sea resistente a la inundación.
Riegue sólo cuando la tierra esté completamente seca. Para comprobarlo, meta el dedo hasta una profundidad de 5-8 cm. Debería salir polvo y estar seco. Si queda apenas un poco de humedad, no riegue todavía.
El invierno provoca el letargo en las plantas de la familia de las Dracaenas. Se aplican las mismas reglas que en el caso anterior, salvo que la tierra puede tardar hasta un mes en secarse desde el riego anterior. Riegue cada 15 a 30 días, no es necesario regar semanalmente cuando la planta está en esta fase de reposo.
Lo mejor es utilizar el agua de lluvia que se recoge como escorrentía de la lluvia o de los árboles. Coloque cubetas bajo la línea de goteo de los árboles o bajo el canalón del tejado. Esta agua no contiene aditivos municipales, lo que elimina el riesgo de necrosis de las puntas de las hojas. Además, está cargada de nutrientes procedentes de líquenes, musgos, cortezas, hojas y vida animal que se acumulan en el polvo que recoge el agua de lluvia.