Intervenciones basadas en la evidencia para la disgrafía
La disgrafía es un término que se refiere a los problemas con la escritura. Muchos expertos consideran que la disgrafía es un problema con un conjunto de habilidades conocidas como transcripción. Estas habilidades -la escritura a mano, la mecanografía y la ortografía- nos permiten producir escritos.
Por ejemplo, las personas con disgrafía pueden escribir más lentamente que otras. Esto puede afectar a su capacidad para expresarse por escrito. Además, suelen tener problemas de ortografía porque les cuesta formar las letras cuando escriben.
La disgrafía no es una cuestión de inteligencia. Las dificultades suelen estar causadas por problemas con las habilidades motrices. Esas habilidades pueden mejorar con ayuda. Y las personas con disgrafía también pueden tener derecho a utilizar adaptaciones en el trabajo o la escuela.
La producción de la escritura implica diferentes habilidades motoras. Por ejemplo, las personas utilizan la motricidad fina para sostener los instrumentos de escritura. Utilizan la motricidad gruesa para mantener el brazo en la posición correcta. Y utilizan la planificación motora para formar y espaciar las letras.
Aunque la disgrafía ya no es un diagnóstico oficial, algunas personas siguen utilizando el término. (La disgrafía tampoco se considera un problema de aprendizaje según la ley IDEA. Esa es la ley federal de educación especial. La dificultad de expresión escrita es un problema de aprendizaje).
Kit de intervención para la disgrafía
Su hijo ha sido diagnosticado de disgrafía motora. Puede que no le sorprenda demasiado, ya que ha visto que la calidad de sus trabajos escolares escritos es pobre, y puede que su profesor haya hablado del problema con usted.
Nuestros terapeutas ocupacionales de Little Wonders Pediatric Therapy, con dos oficinas en Charlotte, Carolina del Norte, están formados en estrategias para ayudar a su hijo a mejorar su expresión escrita aunque tenga disgrafía motora. También le ayudan a usted y a su hijo a buscar y utilizar adaptaciones de aprendizaje.
La disgrafía motora es una condición caracterizada por la falta de habilidades motoras finas. Todo el mundo utiliza la motricidad fina a diario, ya sea para cepillarse los dientes o para escribir un correo electrónico. Su hijo ve las letras y las palabras, pero no puede reproducirlas de forma legible por escrito; hay una falta de coordinación entre el cerebro y los músculos. También es posible que tenga poca destreza motriz y le cueste sostener un lápiz de tamaño normal mientras escribe.
Un estudio sobre la motricidad fina examinó a niños de preescolar, segundo y cuarto grado y descubrió que entre el 37,1% y el 60,2% de la jornada escolar se dedica a la motricidad fina, ya sea escribiendo, abriendo una mochila, abrochando chaquetas o utilizando una pizarra inteligente.
Terapia ocupacional para la disgrafía
La disgrafía es una dificultad de aprendizaje específica que afecta a las habilidades de escritura. Aunque no hay dos individuos que experimenten el mismo conjunto de síntomas, la disgrafía puede causar dificultades para formar las letras, espaciar las palabras e incluso organizar el texto en oraciones completas. Los alumnos con disgrafía pueden tener dificultades para tomar apuntes en clase, realizar los deberes y las tareas de larga duración y obtener buenos resultados en las evaluaciones tradicionales.
Producir textos a mano suele ser difícil y doloroso, lo que provoca desde calambres en los músculos de la mano hasta sudoración excesiva y gran ansiedad. Con el tiempo, esto puede conducir a un bajo rendimiento y a un retraso en las clases debido a la incapacidad de tomar notas. También puede provocar que se eviten las actividades escolares y extraescolares que impliquen la escritura.
Afortunadamente, hay estrategias y adaptaciones en el aula para la disgrafía que pueden ayudar. Por ejemplo, permitir el uso de grabadoras de audio en el aula y enseñar a teclear en el ordenador como alternativa a la escritura a mano.
Muestras de escritura de la disgrafía
En su mayoría, los niños no se caracterizan por su caligrafía pulcra y legible. La caligrafía de los niños suele dejar bastante margen de mejora, pero eso está bien. Al fin y al cabo, ¡acaban de aprender a hacerlo!
Aunque todos los niños aprenden y se desarrollan a su propio ritmo, especialmente cuando se trata de tareas complejas como la escritura, algunos se encuentran especialmente atrasados con respecto a sus compañeros o con una dificultad especial en la escritura y la caligrafía.
La disgrafía puede manifestarse por sí sola, pero en la mayoría de los casos va acompañada de otras afecciones como la dislexia (dificultad para leer), el trastorno por déficit de atención (TDA), las deficiencias del habla o el trastorno del desarrollo de la coordinación.
La disgrafía suele ser de naturaleza genética o biológica. Puede estar causada por anomalías cerebrales, lesiones cerebrales traumáticas, desarrollo muscular o nervioso anormal y otras afecciones. También puede estar relacionada con la dislexia u otros problemas de aprendizaje; se sabe que algunos niños utilizan intencionadamente una mala escritura para distraer o encubrir un problema subyacente.