Definición de destino
El destino es la idea de que el futuro ya está planeado aunque la gente no sepa cuál es su destino (lo que le va a pasar). Los seres humanos de casi todas las culturas han tenido la idea de que su destino está “predeterminado” (fijado de antemano).
Las personas que viven una vida infeliz pueden creer que su miseria se debe a su destino y que no pueden hacer nada al respecto. Esto se llama ser “fatalista”. Otras personas pueden creer que pueden controlar su destino siendo valientes y tratando de “superar” el destino mejorándose a sí mismos y a sus vidas.
En la mitología griega había tres Parcas. Eran tres diosas que determinaban cuándo iba a nacer cada persona, cómo iba a vivir y cuándo y cómo iba a morir. En muchas culturas, los seres humanos trataban de “leer” su destino (saber lo que les iba a pasar) de muchas maneras. A veces intentaban leer su destino en las estrellas (esto se llama astrología). En otras culturas, podían preguntar a una persona con poderes mágicos, como un chamán. Los antiguos griegos iban a menudo a Delfos para preguntar al oráculo.
Destino de la suerte
“No he hecho ningún movimiento importante. Odio lo que hago, pero me encanta el sueldo”, dice. “También creo en el destino. He estado esperando a que el universo me lleve al siguiente paso. Sé que sucederá, así que sólo tengo que ser paciente”.
El universo no vivirá tu vida por ti; eres tú quien debe controlar tu vida. El destino no te salvará. Para tomar buenas decisiones, tienes que entender la diferencia entre el destino y el libre albedrío. La vida es un delicado equilibrio entre ambos.
El destino es lo que está planeado de antemano para ti, pero depende de ti hacer algo con él. Dicho de otro modo, el destino son las posibilidades potenciales de tu vida. Estas posibilidades han sido cuidadosamente trazadas para ti, y tú decides qué oportunidades vas a aprovechar.
Todo depende de las acciones que tomes o no tomes cuando el destino aparezca. El destino se presenta de muchas maneras. Puede ser una presentación informal a alguien o un correo electrónico al azar de un conocido casual. Puede ser una chispa de inspiración que obtienes al escuchar una conversación o una idea que obtienes de una película que ves. El destino siempre te presenta un sinfín de oportunidades: sólo está esperando que elijas la que quieres.
Sinónimo de destino
El universo tiene un orden. Por mucho que lo intentes, no puedes escapar de él. Sin embargo, mientras que el destino está fijado por fuerzas externas, el destino implica una elección. Explora en profundidad el destino y la suerte para aprender otras diferencias entre ellos. Utiliza ejemplos y divertidos trucos de memoria para recordar lo que es la suerte y el destino.
El destino en una frase¿Quieres ver la palabra destino en acción? Echa un vistazo a estos divertidos ejemplos de destino utilizados en una frase. Destino vs. suerteAhora ya conoces bien el concepto de destino vs. suerte. Pero cuando el azar y la suerte se meten en la mezcla, la cosa se desconcierta. Para asegurarnos de que todo tiene sentido, es importante analizar lo que significan el azar y la suerte para ver en qué se diferencian el destino y la casualidad o el destino y la suerte. Es fácil confundir el azar y la suerte con el destino. Sin embargo, por definición, son sucesos aleatorios mientras que el destino es un camino predeterminado. ¿Quién sabe si tu destino fue la suerte? Diferencia entre suerte y destinoLa suerte y el destino son palabras que se refieren a un futuro predeterminado o destinado. Por eso es tan fácil confundirlas. Sin embargo, mientras que la suerte es concreta y está determinada por el cosmos, el destino depende de tus decisiones en la vida. ¿Busca más datos interesantes sobre las palabras? Ve más allá de la lengua inglesa y descubre hermosas palabras en latín. Amplía tu vocabulario con palabras como solis occasum.
Qué es el destino
El destino, a veces denominado fatalidad (del latín fatum “decreto, predicción, destino, suerte”), es un curso predeterminado de los acontecimientos[1][2].
Los estoicos creían que las decisiones y acciones de los seres humanos se ajustaban en última instancia a un plan divino ideado por un dios [cita requerida] y afirmaban que, aunque los seres humanos tienen teóricamente libre albedrío, sus almas y las circunstancias en las que viven forman parte de la red universal del destino.
Para Arthur Schopenhauer, el destino no era más que una manifestación de la Voluntad de Vivir, que puede ser al mismo tiempo destino viviente y elección de superación del destino, por medio del Arte, de la Moral y de la Ascesis.
Para Friedrich Nietzsche, el destino mantiene la forma de Amor fati (Amor al Destino) a través del elemento importante de la filosofía de Nietzsche, la “voluntad de poder” (der Wille zur Macht), base del comportamiento humano, influenciado por la Voluntad de Vivir de Schopenhauer. Pero este concepto puede tener incluso otros sentidos, aunque él, en varios lugares, vio la voluntad de poder como un elemento fuerte para la adaptación o la supervivencia de una manera mejor[6]. Nietzsche acabó transformando la idea de la materia como centros de fuerza en materia como centros de voluntad de poder como destino de la humanidad para enfrentarse al amor fati. La expresión Amor fati es utilizada repetidamente por Nietzsche como aceptación-elección del destino, pero de tal manera se convierte incluso en otra cosa, precisamente en un destino de “elección”.