Costumbres turcas
La cultura turca está muy orientada a la familia. Existe la firme creencia de que la gente debe mantener los lazos con sus parientes y cuidar de los padres y los ancianos hasta la vejez. Los turcos pueden vivir en su casa familiar durante mucho tiempo hasta la edad adulta y visitar a su familia con regularidad. Por lo general, se puede recurrir a los parientes lejanos para que les proporcionen apoyo emocional y económico.
El tamaño y la estructura de los hogares turcos varían considerablemente en todo el país. La mayoría de los hogares son nucleares, y el número medio de hijos de una pareja es de dos. La vida en apartamentos está aumentando, ya que el tamaño de las familias ha disminuido en general. Sin embargo, en algunas regiones, no es raro ver a familias con hasta doce hijos viviendo en un recinto con servicios compartidos (especialmente entre los hogares kurdos).
Dentro de la dinámica familiar, el respeto se concede por edad. Por lo general, el mayor es el que tiene más autoridad y no se le debe faltar al respeto ni llevarle la contraria. La mayoría de los turcos se abstienen de discutir o fumar delante de los mayores y adoptan un enfoque más formal hacia ellos. De acuerdo con esta jerarquía de edad, el hermano mayor (preferiblemente el hijo) suele asumir el papel de cuidador de los hermanos menores cuando los padres están ausentes.
Espacio personal turco
En Turquía, las mujeres son libres. Son libres de vestirse como quieran (no es necesario llevar pañuelo en la cabeza, excepto cuando entran en una mezquita), de ir a donde quieran, de conducir, de trabajar, etc. A primera vista, algunas partes de Turquía (partes de Estambul e Izmir, sin duda) parecen la Europa mediterránea. Pero no lo es. En Turquía, por ejemplo, no me subiría a un dolmus (taxis compartidos, normalmente un minibús) siendo la única mujer con un grupo de hombres. También me cuestionaría volver a casa sola en algunos lugares (aunque lo hago en mi nuevo hogar, Suecia, que es extremadamente seguro… ¡así que quizá sea sólo yo!) Lo que hay que recordar es que los estereotipos de género tradicionales existen.
Hubo veces que tuve que morderme la lengua en el aula, o mientras salía en reuniones sociales con los lugareños, porque la conversación y/o los comentarios eran definitivamente lo que yo consideraría “de la vieja escuela”. Es decir, eran muy tradicionales y patriarcales. Mucha gente sigue creyendo que las mujeres son las que tienen que quedarse en casa cuando los niños están enfermos; que las mujeres deben cocinar cada noche después de un largo día de trabajo y que las mujeres deben (y quieren) vivir cerca de sus padres o suegros. Una vez más, muchas mujeres trabajan y forman una familia, pero la mayor parte del hogar (cocinar, limpiar, cuidar de los niños, etc.) sigue siendo responsabilidad de la mujer, mientras que el papel principal del hombre es trabajar y proporcionar seguridad financiera y física.
Salir con una chica turca
La suela de un zapato en lugar del ramo de la noviaHay muchas tradiciones interesantes que tienen lugar en las bodas turcas. Por ejemplo, antes de la boda, la novia escribe los nombres de sus amigas solteras en la suela de sus zapatos. Aquella cuyo nombre se borre primero será la siguiente en casarse. Sin embargo, a esta tradición se ha añadido el clásico lanzamiento del ramo de la novia.
En Turquía hay muchos platos con nombres que hacen reír incluso a los turcos. Si encuentra manjares como “chuletas a prueba de balas”, “tu tía”, “un bote de placer”, “los labios de una belleza” o “la cadera de una mujer”, pídalos sin dudarlo. Sin duda, aplacarán su apetito y aligerarán su estado de ánimo.
Fuentes de agua en memoria de los familiares fallecidosPoca gente sabe que las numerosas fuentes de agua de las calles turcas están ahí por una razón distinta: se instalaron en honor de los familiares fallecidos, la mayoría de las veces, los padres. Sobre cada fuente hay una placa con el nombre y el apellido del difunto. Se cree que los transeúntes beberán de esas fuentes y rezarán por las almas de ese familiar, lo que les beneficiará en la otra vida.
Por qué los turcos son tan hermosos
La cultura turca está muy orientada a la familia. Existe la firme creencia de que la gente debe mantener los lazos con sus parientes y cuidar de los padres y los ancianos hasta la vejez. Los turcos pueden vivir en su casa familiar durante mucho tiempo hasta la edad adulta y visitar a su familia con regularidad. Por lo general, se puede recurrir a los parientes lejanos para que les proporcionen apoyo emocional y económico.
El tamaño y la estructura de los hogares turcos varían considerablemente en todo el país. La mayoría de los hogares son nucleares, y el número medio de hijos de una pareja es de dos. La vida en apartamentos está aumentando, ya que el tamaño de las familias ha disminuido en general. Sin embargo, en algunas regiones, no es raro ver a familias con hasta doce hijos viviendo en un recinto con servicios compartidos (especialmente entre los hogares kurdos).
Dentro de la dinámica familiar, el respeto se concede por edad. Por lo general, el mayor es el que tiene más autoridad y no se le debe faltar al respeto ni llevarle la contraria. La mayoría de los turcos se abstienen de discutir o fumar delante de los mayores y adoptan un enfoque más formal hacia ellos. De acuerdo con esta jerarquía de edad, el hermano mayor (preferiblemente el hijo) suele asumir el papel de cuidador de los hermanos menores cuando los padres están ausentes.