Por qué es tan importante la música
La historia de la música abarca el desarrollo histórico y la presencia de la música desde la prehistoria hasta la actualidad. Aunque las definiciones de la música varían mucho en todo el mundo, todas las culturas conocidas participan en ella, por lo que la música se considera un universal cultural. Los orígenes de la música siguen siendo muy controvertidos; los comentaristas suelen relacionarla con el origen del lenguaje, con mucho desacuerdo sobre si la música surgió antes, después o simultáneamente con el lenguaje. Se han propuesto muchas teorías por parte de estudiosos de una amplia gama de disciplinas, aunque ninguna ha logrado una amplia aprobación. La mayoría de las culturas tienen sus propios orígenes míticos respecto a la invención de la música, generalmente enraizados en sus respectivas creencias mitológicas, religiosas o filosóficas.
“Pero que la música sea un lenguaje por cuyos medios se elaboran mensajes, que tales mensajes puedan ser comprendidos por muchos pero enviados sólo por unos pocos, y que sólo entre todo el lenguaje reúna el carácter contradictorio de ser a la vez inteligible e intraducible, estos hechos hacen del creador de la música un ser como los dioses y convierten a la música misma en el misterio supremo del conocimiento humano.”
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La educación musical superior (EMH) ocupa una posición de liderazgo dentro de la educación musical en su conjunto, ya que proporciona una vía de acceso a toda una serie de campos musicales profesionales y dirige las agendas de investigación e innovación. Las instituciones de educación musical superior (HMEI) que ofrecen, en particular, disciplinas prácticas de interpretación musical, composición y práctica creativa constituyen el centro de atención de este artículo. Suelen contar con un importante alumnado internacional, y una gran proporción del personal docente trabaja también como profesional de la música. En algunos contextos, estas instituciones se denominan “conservatorios”, “academias de música” o forman parte de las “universidades de las artes”. Sin embargo, a efectos de este documento, se utiliza el término HMEI para ser inclusivo en esta nomenclatura. No obstante, con ello no se pretende sugerir que el contenido del documento refleje toda la gama de EMH que se imparte en las universidades.
Desde el punto de vista institucional, las instituciones de educación superior también están empezando a comprometerse con una misión cívica más amplia, respondiendo a cuestiones fundamentales sobre el servicio público de estas instituciones (Tregear et al., 2016), sobre cómo los diferentes grupos de la sociedad están capacitados para participar en la música (Renshaw, 2013) y, de hecho, quién está capacitado para formarse como músico profesional. Estas iniciativas están en consonancia con una expansión similar de la misión de la educación superior en términos más generales, profundizando la atención a la misión cívica, un mayor compromiso con la comunidad local y la preocupación por el impacto social, el espíritu empresarial y el desarrollo ecológico, junto con los compromisos con la investigación y la enseñanza de disciplinas específicas (Barnett, 2011, 2012).
Ensayo sobre la importancia de la música en la sociedad
¿Por qué es importante la música? La participación en la música ofrece una oportunidad única para preparar la alfabetización. Tanto si los niños cantan como si tocan o escuchan, los profesores les hacen escuchar y oír de nuevas maneras, lo que ejercita su discriminación auditiva. Tocar instrumentos y añadir movimiento a las lecciones enseña a los niños el aprendizaje secuencial, que es esencial para la comprensión lectora.
Platón dijo una vez que la música “es un instrumento más potente que cualquier otro para la educación”. Muchos profesores de niños pequeños están de acuerdo con él. Investigaciones recientes han descubierto que la música utiliza ambos lados del cerebro, hecho que la hace valiosa en todas las áreas del desarrollo. La música influye en el crecimiento del cerebro del niño desde el punto de vista académico, emocional, físico y espiritual.
La música es académica. Para algunas personas, ésta es la principal razón para dar clases de música a sus hijos. Un estudio reciente de la Universidad de California descubrió que la música entrena el cerebro para formas superiores de pensamiento. Los alumnos de segundo grado que recibieron clases de música obtuvieron un 27% más de puntuación en las pruebas de matemáticas proporcionales y fracciones que los niños que no recibieron ninguna instrucción especial. La investigación indica que el entrenamiento musical alía permanentemente una mente joven para mejorar el rendimiento.
Qué papel juega la música en su vida
Como músicos, somos portadores de influencia, seamos o no conscientes de ello y tengamos o no la intención de serlo. El sonido y los mensajes que lanzamos a través de nuestra forma de arte impactan directamente en nuestros oyentes de forma poderosa. Esto es especialmente cierto en el caso de los jóvenes y adolescentes de nuestra sociedad, que todavía son extremadamente maleables al mundo que les rodea. Recuerdo estar sentado en el coche con mis dos primos pequeños, de cinco y ocho años, cuando sonó en la radio “Get Lucky” de Daft Punk. Los dos empezaron a cantar cada palabra a pleno pulmón. Y cuando Katy Perry cantó durante el espectáculo del descanso de la Super Bowl, los niños de la fiesta cantaron casi todas las letras al pie de la letra, lo que me avergonzó porque no me sabía toda la letra, y eso que aspiro a ser artista pop. Empezó a sorprenderme el impacto que tiene en los jóvenes la música que escuchan, y la atención que prestan a la música que suena a su alrededor.
Creo que los que realmente aman y se preocupan por la música son los que han crecido escuchando canciones que les han tocado y les han hablado de forma profunda. Recuerdo que en la escuela secundaria la música que escuchaba definía gran parte de mi identidad. Como músicos profesionales, no cabe duda de que muchos de nosotros podemos identificarnos con que la música ha sido un agente clave en la formación de la persona en la que nos hemos convertido a lo largo de los años. Así, a cambio, es casi nuestro trabajo tácito crear un sonido que se amplifique a la siguiente generación, impactando en ella y en nuestra sociedad a su vez. Si somos capaces de adquirir una mayor conciencia de cómo nuestra forma de arte marca la diferencia a nuestro alrededor, nos convertiremos sin duda en mejores músicos, en músicos con un propósito.