Qué puede ofrecer la tercera edad a la sociedad
La vejez se refiere a las edades que se acercan o superan la esperanza de vida de los seres humanos y, por tanto, es el final del ciclo vital humano. Entre los términos y eufemismos para referirse a las personas de esta edad se encuentran old people, the elderly (uso mundial), OAPs (uso británico que significa Old Age Pensioner), seniors (uso estadounidense), senior citizens (uso estadounidense), older adults (en las ciencias sociales[1]) y the elders (en muchas culturas).
Las personas mayores suelen tener capacidades regenerativas limitadas y son más susceptibles a enfermedades, síndromes, lesiones y dolencias que los adultos más jóvenes. El proceso orgánico de envejecimiento se denomina senescencia,[2] el estudio médico del proceso de envejecimiento se denomina gerontología,[3] y el estudio de las enfermedades que afectan a los ancianos se denomina geriatría.[4] Los ancianos también se enfrentan a otros problemas sociales en torno a la jubilación, la soledad y el edadismo[5].
La mayoría de los países occidentales desarrollados fijan la edad de jubilación entre los 60 y los 65 años, lo que también se considera la transición de la mediana edad a la vejez. Tener la edad dentro de este rango suele ser un requisito para poder acceder a los programas sociales para mayores[8]. En los países no occidentales, la vejez puede comenzar a mediados de los 40 o a finales de los 70[9].
Históricamente, el estatus de las personas mayores estaba relacionado principalmente con su
Los ancianos son personas respetadas que desempeñan un papel clave en las comunidades indígenas. Son importantes guardianes del conocimiento y también ayudan a garantizar la continuidad cultural. Como conexiones vivas con el pasado, los ancianos actúan como maestros, curanderos, asesores y consejeros. El conocimiento de los ancianos es culturalmente específico, lo que significa que las enseñanzas anishinaabeg, por ejemplo, no son necesariamente enseñanzas haudenosaunee. Sin embargo, los ancianos tienen algunos puntos en común; por ejemplo, la espiritualidad y la tradición conforman sus vidas, así como la orientación que ofrecen a los demás.
Los ancianos son personas respetadas que desempeñan un papel clave en las comunidades indígenas. Son importantes guardianes del conocimiento y también ayudan a garantizar la continuidad cultural. Como conexiones vivas con el pasado, los ancianos actúan como maestros, curanderos, asesores y consejeros. El conocimiento de los ancianos es culturalmente específico, lo que significa que las enseñanzas anishinaabeg, por ejemplo, no son necesariamente enseñanzas haudenosaunee. Sin embargo, los ancianos tienen algunos puntos en común; por ejemplo, la espiritualidad y la tradición conforman sus vidas, así como la orientación que ofrecen a los demás.
La antigüedad clásica
Tanto mayor como anciano describen a alguien o algo de mayor edad en una comparación. Básicamente, ambos pueden ser lo contrario de más joven. Son palabras similares que suelen ser intercambiables. Por ejemplo, supongamos que una mujer tiene dos hijos, uno de 15 y otro de 18 años. Ella podría describir al chico de 18 años como su hijo mayor o su hijo mayor, y el significado sería el mismo.
Mayor sólo se utiliza como término comparativo. Cuando se dice que algo es más viejo que otra cosa, no significa necesariamente que esa cosa sea objetivamente vieja. Por ejemplo, puedes decir que una camisa que compraste hace dos meses es más vieja que una camisa que has comprado hoy. Ambas camisas son todavía relativamente nuevas, pero en este caso la primera es más vieja que la segunda.Anciano puede referirse específicamente a una persona que es objetivamente vieja. Por lo tanto, es más útil en los casos en los que no se hace ninguna comparación en particular.
La palabra elder también tiende a utilizarse como sustantivo para describir a las personas mayores. Como sustantivo, anciano significa una persona de edad. Es distinto de la parte mayor en una comparación. Un anciano es objetivamente mayor que la mayoría de la población.
Antigüedad
El agua es la vida, y la vida en la tierra está ligada al agua. Nuestra existencia depende del agua, o de la falta de ella, en muchos sentidos, y podría decirse que toda nuestra civilización se basa en el uso del agua.
Este artículo examina la influencia del agua en la salud pública a lo largo de la historia. La agricultura y el desarrollo de los asentamientos condujeron al inicio del problema al que se enfrenta la humanidad hoy en día: cómo conseguir agua potable para los seres humanos y el ganado y cómo gestionar los residuos que producimos. La disponibilidad de agua en grandes cantidades se ha considerado una parte esencial de la civilización a lo largo de las diferentes épocas: Los baños romanos necesitaban mucha agua, al igual que los inodoros y las duchas que se utilizan en la civilización occidental actual. La importancia del agua potable de buena calidad se ha establecido desde hace años. Sin embargo, la importancia de un saneamiento adecuado no se comprendió hasta el siglo XIX.
En este artículo se expone la importancia del agua a lo largo de la historia. Se presta especial atención a la primera urbanización de las civilizaciones antiguas, sobre todo en la antigua Grecia y Roma (Vuorinen 2007). Sin embargo, también se describen brevemente la segunda, tercera y cuarta fases de la urbanización. Por último, se discuten las principales conclusiones y sus implicaciones para la gestión y las políticas actuales del agua.